Paul Higgs grabó su disco de manera independiente en su hogar

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El secreto de Punta Gorda

Algodón es el proyecto solista de Paul Higgs, quien desde la soledad de su hogar realizó en 2014 uno de los discos que quedó escondido bajo los grandes lanzamientos
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23 de enero de 2015 a las 19:20

Fue todo por una chica. La excusa era un recital de Boomerang y el escenario un boliche en las inmediaciones de Paullier y Guaná. Una conversación y unas miradas fueron los ingredientes necesarios para la inspiración que faltaba.

El flechazo le sucedió al joven músico Paul Higgs una noche en 2014, en la noche que le tocó abrir el espectáculo de la banda. El encuentro motivó la composición de Abajo de la luz, uno de los 17 temas que terminarían conformando Algodón, el álbum y proyecto solista que produjo y publicó de manera independiente a mediados del año pasado.

Miembro fundador de las bandas La Medio Siglo y Mapache, Higgs concibió, compuso y grabó todos los instrumentos del álbum en su casa ubicada en el barrio de Punta Gorda, frente a la rambla y a pasos de la Plaza Virgilio.

En entrevista con El Observador desde su hogar, Higgs explica que la concepción de Algodón surgió desde su inquietud en reunir el puñado de canciones que albergaba en su cabeza y en su computadora. Al mismo tiempo, la publicación fue el puntapié inicial que dio el arranque al colectivo de bandas La Órbita Irresistible, que Higgs conforma junto a otros músicos jóvenes de la escena local).

“Es tan puro grabar en la casa y en la habitación de uno. Tiene una esencia que a veces se pierde en un estudio”, explica el compositor, cuya habitación ya no tiene más lugares para instrumentos o equipos.

En el álbum Higgs canta y toca la guitarra, bajo, teclado y piano. Su padre, el músico Lulo Higgs (guitarrista de Días de Blues en su última encarnación), realizó una pequeña colaboración, mientras que su amigo y colaborador Sebastián Rodríguez, realizó el masterizado.

El resultado es uno de los álbumes más ambiciosos a nivel sonoro de 2014, que pasó desapercibido bajo el radar en un año protagonizado por grandes lanzamientos de bandas uruguayas.

El álbum de Algodón está disponible para descargar a través del sitio web de La Órbita Irresistible

Amor en las nubes

Algodón es, principalmente, un disco sobre el amor. Desde el amor no correspondiendo, ante el amor idealizado, Higgs presenta su trabajo como un disco completamente autobiográfico, con un aire de canción rioplatense que por momentos remite a Spinetta y por otros se adentra en una psicodelia puramente pop.

A la hora de explicar su proceso compositivo, Higgs sostiene que hay varios elementos que suelen repetirse en su rutina: la soledad de su casa, el aprovechamiento de las mañanas y la composición acompañada de un silencio absoluto que solo es quebrado por los instrumentos.

En sus letras, el cantautor habla de lo que conoce y lo hace a través de imágenes. Algodón no sólo ingresa al oyente mediante el sonido, sino también por la calidad visual de sus letras. El gusto casi fetichista de Higgs por las frambuesas, –que son nombradas en varias canciones–, la descripción de las cualidades arquitectónicas del barrio y la infaltable referencia a los Beatles son algunas de las imágenes que materializa en sus melodías.

Como obra, Algodón es un álbum autorreferencial y muchos extractos de las letras se pueden repetir y escuchar en diferentes canciones, como si el disco fuera sólo una gran canción dividida en 17 segmentos.

Además, los temas son cambiantes entre sí y una tonada liderada por una guitarra acústica puede convertirse en un delirio electrónico instrumental de un segundo a otro.

“Hay esa experimentación. Si estás en el laboratorio, experimentar es inevitable”, señala.

Inspiración hogareña

La cotidianeidad del cantante no sólo se hace presente en sus canciones, sino también en su presentación audiovisual. Los videos de Algodón son grabados por Higgs en diferentes rincones de su hogar, utilizando múltiples recursos cinematográficos.

Ante la pregunta si la referencia constante al barrio de Punta Gorda pueda resultar alienante a la hora de acceder a su obra, Higgs expresa que deja que su música hable por él y que usualmente ésta logra ganarle a cualquier prejuicio.

“Este año descubrí este barrio como barrio. Nunca me había sentido perteneciente. Me encontré con una arquitectura anacrónica muy extraña, muy inspiradora”, aclara.

“Escribir sobre lo desconocido puede ser una buena experiencia, pero la inspiración es rara y a veces llega por lo conocido. Escribo como me siento”, agrega.

Mientras conversa sobre su primer álbum –que próximamente tendrá un soporte físico– Higgs revela que ya tiene pronto y grabado el segundo. Este llevará el nombre de Eucalipto, y lo presenta como la segunda parte de Algodón. Estará disponible para descargar a partir de agosto, si es que el músico se aguanta la ansiedad.

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