La reunión duró pocos minutos, pues las posiciones estaban acordadas y había poco para discutir. Los cancilleres hablaron y alguno de ellos trató al gobierno venezolano de “dictadura”. Para cuando la puerta se volvió a abrir, el Mercosur se había convertido en el primer foro regional en aplicarle a Venezuela una cláusula democrática.
Los socios fundadores del bloque, reunidos este sábado en San Pablo, suspendieron al gobierno de Nicolás Maduro del goce de “todos sus derechos y obligaciones” como estado parte de la organización.
La decisión política de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay obedece al hecho incontrastable de que existe una “ruptura del orden democrático” en Venezuela y que el oficialismo de ese país no ha hecho ninguna acción tendiente a restablecer el estado de derecho.
Los estados parte ya hicieron la notificación correspondiente al canciller venezolano a la espera de que el país caribeño retome el sendero de la democracia. Fuentes oficiales dijeron a El Observador que la decisión procura transmitir un mensaje político y que, por el momento, no hay ninguna sanción específica prevista.
Si Venezuela quiere retornar al bloque ahora no sólo deberá incorporar la normativa del Mercosur que le resta por integrar a su ordenamiento interno, sino que además deberá volver a la vida democrática, explicó uno de los informantes consultados. Además, los socios fundadores se reservaron el derecho de seguir aprobando normativa sin depender de Venezuela, una disposición que decidieron incluir en el texto de la declaración y que no necesariamente correspondía hacer en esa instancia.
Tras un año de múltiples intentos por activar el diálogo para que Venezuela no quedara aislada, el gobierno uruguayo decidió el sábado posibilitar el consenso en el bloque regional. “Votamos a favor del pueblo de Venezuela”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa a El Observador desde San Pablo.
La suspensión política de Venezuela en el bloque era un desenlace inevitable para el gobierno.
“Esta suspensión política es una medida que ya resultaba imposible evitarla. Nos parece que la paciencia que ha habido hasta ahora, la convocatoria al diálogo, la exhortación a la resolución pacífica de los conflictos, manifestada en reiteradas oportunidades por todos los países del Mercosur, no tuvo éxito y por lo tanto no se podía seguir postergando una resolución de este tipo”, dijo el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, este sábado a la salida de un encuentro del Congreso Nacional del Colegio de Contadores, Economistas y Administradores.
La acción diplomática uruguaya provocó que el gobierno de Perú lo invitara al encuentro que el próximo martes habrá en Lima para tratar la crisis venezolana. El pasado domingo 30 de julio, la cancillería peruana cursó las invitaciones luego de la instalación de
El voto del gobierno dividió las aguas en el Frente Amplio, que se expresó ayer con muestras de apoyo y rechazo.
“No disimulo que estoy muy afectado y golpeado con esta resolución”, dijo el secretario general del Partido Comunista (PCU), Juan Castillo en diálogo con El Observador.En un comunicado emitido en la tarde del sábado, el PCU catalogó la resolución del bloque como "lamentable" y la rechazó argumentando que la medida "fortalece la lógica de la confrontación".
"No compartimos en lo absoluto la posición asumida por nuestro gobierno", afirmó el comunicado.
En esa misma línea, la senadora del sector frenteamplista Casa Grande, Constanza Moreira, acusó al gobierno de tener “dos varas” en materia de política exterior.
“Dos varas y dos medidas en política exterior: se perdona el golpe en Brasil y se condena a Venezuela”, escribió Moreira en Twitter.
También crítico fue el mensaje del socialista Roberto Chiazzaro, quien tildó la suspensión de Venezuela como una “grave equivocación”. El diputado se quejó en Twitter de que el gobierno no había discutido con el Frente Amplio lo que haría en San Pablo. “No recuerdo cuando la fuerza política debatió con cancillería la conveniencia y oportunidad de suspender a Venezuela. ¿Me habré olvidado?”, ironizó.
La lista 711, que lidera el vicepresidente Raúl Sendic, rechazó "enfáticamente" la resolución del Mercosur. "La resolución, que contó con el respaldo de nuestro gobierno, no contribuye en nada a los esfuerzos que se vienen desarrollando en procura de la prevención de la violencia y por ende la pérdida de vidas humanas", establece el comunicado de la agrupación.
El diputado del Movimiento de Participación Popular (MPP), Daniel Caggiani, también manifestó su disconformidad ,aunque fue menos confrontativo. “Diálogo, diálogo y más diálogo. Es parte de nuestra rica historia como país. La tesis del aislacionismo no ayuda a solucionar el conflicto”, escribió en Twitter.
El senador José Mujica le manifestó la semana pasada su apoyo incondicional al presidente Tabaré Vázquez en este tema, según dijo a Subrayado.
El astorismo también dio su respaldo. En conversación con El Observador, el diputado de Asamblea Uruguay, Alfredo Asti, dijo que la medida era “previsible” y que el gobierno “tenía que adoptarla”. Sin embargo, se mostró pesimista respecto a la posibilidad de que pueda tener efectos positivos.
En el frente sindical, también hubo reacciones opuestas. El secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, manifestó en Twitter que la decisión del Mercosur “solo fortalece a la derecha violenta y su escalada” y manifestó su "tristeza" ante lo sucedido. En tanto, el histórico dirigente sindical de la bebida, Richard Read, manifestó “alegría” por los “trabajadores, estudiantes y pueblo que buscan democracia y libertad apartados de la oposición derechista”.
Antes de que se efectivizara la suspensión política de Venezuela, Maduro dijo que no lo sacarán “jamás” del Mercosur en declaraciones a Radio Rebelde de Argentina.
“A Venezuela no la van a sacar nadie del Mercosur. Es como que nos cortaran del mapa y nos expulsaran de América Latina. Somos Mercosur de alma, corazón y vida. Y unas oligarquías golpistas como la de Brasil o unas miserables como la que gobierna Argentina podrán intentarlo mil veces, pero siempre estaremos ahí”, afirmó.
Horas después, en un comunicado, la cancillería de Venezuela rechazó la decisión de los socios fundadores a la que calificó de ilegal.
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