Atres meses de que el Poder Ejecutivo entregara a los representantes de los empresarios y trabajadores su propuesta de reforma de la ley de Negociación Colectiva, las Cámaras de Comercio y Cámara de Industria terminan de definir su posición ante la propuesta del gobierno.
Según dijo a El Observador el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Perera, la institución prevé aceptar el proyecto de reforma que elaboró el gobierno y postergar la queja ante la Organización Internacional de Trabajo (OIT) por un año, a la espera de encontrar asistencia en cuanto a su preocupación por las ocupaciones de locales de empresas privadas.
Por su parte, la Cámara de Industrias evaluará esta semana qué postura tomar al respecto, dijo a El Observador el presidente Washington Corallo.
Si bien coincide con su par en algunos aspectos, Corallo dijo que se buscará consenso dentro del organismo antes de definir una posición.
En 2009, los empresarios presentaron la denuncia ante la OIT al considerar que la ley de Negociación Colectiva debía ser modificada para garantizar el respeto de los trabajadores no huelguistas y el derecho de la dirección de la empresa de ingresar en los locales ocupados, entre otros. El organismo internacional recomendó a Uruguay modificar siete puntos de la misma pero estos no fueron cambiados, según los empresarios.
En marzo de 2015, a poco de empezar su administración, el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, consiguió convencer a las cámaras de suspender la queja ante el organismo e instalar un ámbito de negociación junto con el PIT-CNT para evaluar las modificaciones. Los empresarios aceptaron y dieron un plazo al gobierno para elaborar y presentar una propuesta alternativa a la ley vigente.
En diciembre de ese año, el Poder Ejecutivo presentó la propuesta con cuatro modificaciones a la norma, la cual pasó a evaluación de los involucrados.
Consultado por El Observador, el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Perera, dijo que, tras evaluar el documento, la institución resolvió aceptar la propuesta. Sin embargo, sostuvo que "no dejarán de insistir" con el pedido de cambios para tratar las ocupaciones de las empresas privadas.
A grandes rasgos, las cámaras apuntan a concretar la posibilidad de renegociar convenios en situaciones de crisis y la introducción de cláusulas de paz en los acuerdos. Asimismo, cuestionan la ocupación de los lugares de trabajo. Este punto es el prioritario para los empresarios, tan así que en diciembre de 2015, durante la visita a Uruguay del director general de la OIT, Guy Ryder, las autoridades de las cámaras le transmitieron su preocupación por el tema, informó entonces El País.
Los empresarios consideran injusto que se condenen las ocupaciones a los edificios del Estado pero no a las empresas privadas. Por eso, prevén solicitar "asistencia" en la OIT para tratar este aspecto, dijo Perera.
Ambos documentos están en la etapa final de redacción por parte de las cámaras y se prevé que se entreguen al ministro la próxima semana, aseguró Perera.
Pero mientras las cámaras concretan su postura, la central sindical permanece a la espera de la resolución final.
Es que el PIT-CNT no tiene intención de aceptar cambios en la ley de Negociación Colectiva al considerar que la misma es buena y que, a través de recursos de amparo, los empresarios han logrado mitigar el impacto de las ocupaciones e ingresar a las empresas tomadas por los trabajadores.
Consultado por El Observador, el presidente del Instituto Cuesta Duarte, Milton Castellano, dijo que el PIT-CNT aún no se ha pronunciado sobre la propuesta presentada por el Poder Ejecutivo y sostuvo que el accionar de la central dependerá de si la aprobación de la propuesta del gobierno pone fin o continúa la queja de los empresarios ante la OIT.
"Si esta propuesta del Poder Ejecutivo es para cerrar la queja que el sector empresarial presentó y dar por cerrado el tema, para nosotros es un elemento a tener en consideración. Pero si el planteo es aceptar esta propuesta y seguir manteniendo la queja en la OIT el asunto es de nunca acabar, por lo tanto analizar la propuesta en ese marco es diferente", dijo Castellano.
"Si mañana alguien dice que quieren estudiar las ocupaciones nosotros estamos dispuestos. El problema no es ese, sino la queja; la impugnación que se le hace a Uruguay y si están dispuestos a levantarla o no" , concluyó el sindicalista.
Siete años en espera
En 2009, las cámaras presentaron una queja y tres años después volvieron al organismo para ampliaron la denuncia, al considerar que el gobierno no había cumplido con las recomendaciones realizadas por la OIT. En 2011, cuando se realizaba la conferencia anual en Ginebra, empleadores y trabajadores alcanzaron un preacuerdo que implicaba el retiro de la queja. Sin embargo, el tema no fue aprobado cuando se sometió a consideración de los dirigentes del PIT-CNT.
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