Cada mes del año pasado se interrumpieron en Uruguay más de 700 embarazos por la vía legal. Esa cifra es 20% mayor a la de 2013, que fue el primer año de aplicación de la ley que permite a madres abortar antes de las 12 semanas de gestación. Según datos del Sistema Nacional de Información (Sinadi) que publicó en la noche del sábado el Ministerio de Salud Pública (MSP), durante todo 2014 se completaron 8.500 abortos, cuando el año anterior fueron casi 6.700.
El incremento saca a Uruguay de los últimos lugares entre los países donde el aborto es legal.
La tasa de interrupción del embarazo, aseguró el comunicado del MSP, se ubica ahora en 12 cada 1.000 mujeres de entre 15 y 45 años, cuando en 2013 era de 9 por 1.000.
Otro dato relevante es que cada vez más mujeres inician el trámite para abortar, pero luego del tratamiento previo deciden continuar con su embarazo. Mientras en 2013 el 6,3% continuó con la gestación, el año pasado esa cantidad subió casi 30%. Por lo tanto en 2014, de las que fueron a abortar 9% desistieron luego de recibir el asesoramiento de rigor que plantea la ley.
Por otra parte, 18% de los abortos realizados en 2014 fueron por parte de mujeres menores de 20 años. Esa proporción se mantiene con respecto a 2013.
Durante el primer año de aplicación de la ley, y a medida que cada vez más mujeres abortaban, las autoridades sanitarias estimaban que se debía a la “confianza” del sistema. “(Se) generó una condición habilitante para que las mujeres tuvieran confianza suficiente”, para acudir a los centros de salud, dijo el exsubsecretario de Salud Pública, Leonel Broizzo.
“Los registros demuestran que no hay diferencias sustantivas entre las afiliadas al subsector público y privada. En tanto, 60% corresponden a Montevideo y 40% a mujeres del interior del país”, agrega el informe del MSP.
En tanto, el ministerio destaca que durante los dos primeros años de aplicación de la ley no se produjeron muertes maternas por realizar abortos.
“El MSP continuará potenciando la accesibilidad a la anticoncepción informada, de modo de no llegar tarde y promover y facilitar la decisión voluntaria de la maternidad”, indica el informe.
En julio de 2013, Briozzo –que promovió la despenalización durante años– aseguró que los primeros datos de abortos legales eran la “prueba fehaciente” de que la política adoptada “da resultados”. “Esa tasa no puede menos que enorgullecernos y echar por tierra muchas de las injurias planteadas de que si se despenalizaba el aborto aumentaría el número. Eso no ha pasado”, señaló el exsubsecretario al promediar el primer año de aplicación de la ley.
Procedimiento
La ley despenalizó el aborto dentro de las primeras doce semanas de gestación por la sola voluntad de las mujeres, pero las obliga a comparecer ante una comisión integrada por médicos y asistentes sociales que expliquen las características de la interrupción, los riesgos inherentes y las alternativas de apoyo social y económico, en caso de desistir. Transcurridos cinco días de “reflexión”, la mujer tendrá la última palabra. La decisión que tome y lo actuado será incorporado en su historia clínica.
Si la mujer ratifica la decisión, se le coordinará de inmediato el procedimiento.
Las menores de edad no están habilitadas a abortar, salvo que el ginecólogo tratante cuente con el consentimiento de los padres o encargados legales. En el caso de una mujer declarada incapaz, se requerirá el consentimiento informado de su curador y venia judicial del juez competente.
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