Fariña, de La Plata a los millones de dólares

La pregunta surgía luego de ver cómo un universitario de 26 años comenzó a figurar en el jet set argentino, organizando fiestas, moviéndose en su coche exclusivo y casándose con la modelo Karina Jelinek, lo que le dio aún más repercusión en los medios y en los programas de chimentos.

En declaraciones al programa de Lanata, presentado como una cámara oculta de la que luego Fariña dijo conocer que lo estaban filmando, el joven expresó que le gustaba mostrar su auto, como también sus relojes. Además, señaló ser un fanático de la tecnología y tener un equipo de audio de US$ 250.000 en su casa.

“Vos no tenés dimensión de la estructura que había armado Néstor (Kirchner). Yo puedo asegurar que el tipo tenía todo armado”, dijo en el informe Fariña, el supuesto empresario millonario que hasta aquí nunca había aclarado de dónde había sacado su dinero.

En la “cámara oculta” el joven habló de una red de lavado de dinero relacionada directamente con el empresario kirchnerista Lázaro Báez.

Cuando el periodista le preguntó por la relación entre Kirchner y Báez, no dudó en relacionarlos como socios. “Lázaro tiene cincuenta millones más que yo y anda en una Hilux. Para hacer una investigación política tenés para hacerte un festín”, dijo.

De La Plata a los K

Tras la divulgación del informe de Lanata, el caso fue el tema del día en medios argentinos. Varios informes fueron sobre Fariña y su forma de vida. Destacaron que se crió en un barrio de clase media de La Plata, que iba en colectivo a la universidad donde se recibió de contador y que luego se compró un Peugeot 206, tal como lo afirma él en el informe.

Al poco tiempo, su vida cambió. Fariña solía coordinar el transporte de millones de euros en efectivo, en billetes de 500, que se transportaban desde Santa Cruz a la Capital Federal en vuelos nocturnos de aviones privados.

“Yo manejé la fortuna de un tipo de 5.000 millones de dólares”, reveló Fariña sobre el trabajo que realizó para Báez.

Pero contrario al perfil bajo que mantuvo Báez, el joven demostró un estilo de vida totalmente contrario, con una intensa vida nocturna, yendo y organizando fiestas, viajes, autos de lujo y participando en varios programas de espectáculos TV.

Luego conoció a la modelo Karina Jelinek, con quien se casó a los pocos meses y con quien llegó a ser invitado al programa de Susana Giménez, entre otros.

Una imagen “pésima”

Según informa La Nación, hace un par de años Fariña dejó una imagen “pésima” luego de reunirse con varios empresarios de compañías telefónicas, a puertas cerradas, para anticiparles potenciales negocios con el gobierno para los que se ofrecía como intermediario.

Varios de los que participaron de los encuentros señalaron que su imagen fue pésima porque, por ejemplo, en una de las reuniones apareció con una remera blanca, a la moda, pero con manchas de tuco.

Como si esto fuera poco, en la carpeta de su consultora errores ortográficos, pocas precisiones y tropiezos. En ese sentido, señalaba en sus "proyectos en curso" de "estructuración financiera" lo compartía con el "Stanley Morgan", en alusión al banco de renombre mundial Morgan Stanley.

Entre sus amigos había dos que se destacaban, informa La Nación: su ahora enemigo y entonces dueño de la financiera SGI, Federico Elaskar, quien denunció su accionar en el informe de Lanata; y Matías Molinari, uno de los hijos del empresario Carlos Molinari, quien estuvo en Uruguay el año pasado y se había interesado en negociar por los aviones de Pluna.

Lo que no está claro es por qué se distanciaron, pero si se coincide en que la amistad se rompió por problemas de dinero, mucho dinero. En la carpeta de presentación de Fariña decía que había movido al menos 2.102 millones de dólares, mediante proyectos de "estructuración financiera" y "de venta", "obtención de garantía bancaria", "prefinanciación de exportación" y "due diligence", informó el matutino argentino.