La molestia por la música alta hasta la madrugada y por el llamado "ruido social" de quienes entran y salen de los
boliches son algunos de los temas que generan enojo en la ciudadanía, y que la
Intendencia de Montevideo y los municipios intentan mejorar a través de nueva legislación. Una de las propuestas, según explicó en entrevista con Mariano López en El Observador TV el alcalde del municipio B, Carlos Varela es la de limitar los horarios de funcionamiento de los boliches. Una medida con la que "los bolicheros están en sintonía".
¿Qué ideas se manejan para regular los ruidos en los boliches?
Estamos trabajando en un mapa de saturación, en el cual haya limitaciones a la instalación. Hoy un emprendimiento que cumpla con la normativa no tenemos forma de no autorizarlo. Entonces necesitamos crear una norma. El otro elemento, y creo que los bolicheros están en sintonía y comparten esta idea, es cambiar el horario de funcionamiento de la noche. Tenemos una noche que arranca entre las 12 y la 1 de la madrugada.
Después de las clausuras algunos empezaron a cambiar ese hábito...
Pensando en la lógica comercial es hasta muy bueno para ellos. No lo hacen solo porque con esto mejoran la relación con el barrio, lo hacen también porque empezando antes posiblemente los que trabajamos al otro día, que no vamos a ir a ver un espectáculo a las 12, a las 9 o 10 sí vamos a ir. Y posiblemente vayamos con una barra de amigos, con nuestra señora, y consumimos y cenamos ahí.
Esa es la clave...
Por eso los bolicheros estan muy contestes porque generan rotación de público y un aumento en el consumo.
¿Eso se puede imponer o hay que negociarlo?
Como en algunos boliches hemos llegado por acuerdo creo que tenemos que generar también una normativa en ese sentido para que no sea un acto voluntario. Porque si no el problema se soluciona con uno o con dos, pero también funciona el libre mercado y la competencia: si uno vende hasta las 2 de la madrugada y el otro sigue hasta las 4 o las 5, se ve desfavorecido. Por eso creo que tenemos que construir una norma general que obligue a todos por igual. En el mundo va en este sentido la noche.
Al ruido se suma la higiene. ¿Eso es un problema?
Una de las denuncias de los vecinos en general es el deterioro urbano que queda por esa acumulación de gente. La higiene pública es un problema que tiene la ciudad, que se usa como un gran baño público.