Hillary Clinton cruzó el lunes el umbral de delegados necesario para obtener la investidura demócrata a la Casa Blanca, y en un hecho sin precedentes en dos siglos de la historia de
Estados Unidos, una mujer competirá por la presidencia con el respaldo de uno de los dos grandes partidos.
La exsecretaria de Estado, de 68 años, alcanzó el número de 2.383 delegados necesarios para la investidura, incluyendo los delegados obtenidos en las primarias y los superdelegados, funcionarios elegidos y otras figuras del partido que son libres de decidir su voto durante la convención, según medios locales.
Las cadenas NBC, ABC y CBS declararon a Clinton vencedora de las primarias, aunque la investidura no será oficial hasta la votación durante la convención demócrata, del 25 al 28 de julio, en Filadelfia.
La exprimera dama obtuvo importantes respaldos el domingo, cuando ganó en los territorios de Islas Vírgenes y Puerto Rico, y su cuenta de delegados subió a 2.373, según CNN. Unos superdelegados que declararon por primera vez su apoyo a la exprimera dama le habrían dado el empujón definitivo a la nominación, indicaron los medios.
Pero la candidata no cantó victoria, temiendo una desmovilización de sus seguidores en las seis primarias del martes: Nueva Jersey, Nuevo México, Montana, Dakota del Norte y del Sur, y California, el estado más poblado del país y donde Sanders espera lograr una victoria simbólica.
Por eso, mientras crece la necesidad de unir filas partidarias para luchar contra el republicano
Donald Trump, Clinton buscará en los comicios de este martes dar el golpe de gracia a su competidor, el senador
Bernie Sanders.
Clinton dijo a seguidores en Long Beach, cerca de Los Angeles, que "según las noticias, estamos al borde de un momento histórico, sin precedentes".
"Pero tenemos trabajo por hacer, ¿verdad? Tenemos seis elecciones mañana (por el martes) y vamos a luchar duro por cada voto, especialmente aquí en California", añadió.
Clinton armó un ajetreado esfuerzo de 48 horas en California, con la idea de cerrar con broche de oro la primaria y sepultar cualquier argumento de Sanders de seguir en la carrera, como el senador por Vermont ha prometido hasta la convención demócrata