La posibilidad de que las
gotas GS Agua, que provocan supuestos efectos curativos sobre el cáncer y otras enfermedades, vuelvan a estar disponibles para el uso de quienes las requieran depende exclusivamente de su creador.
En la tarde del martes los diputados Adrián Peña (Partido Colorado) y Guillermo Besozzi (Partido Nacional) se reunieron con el ministro de Salud, Jorge Basso, quien les aseguró que no impedirá que se entreguen las gotas, aunque para comercializarse el producto debe contar con garantías. Así lo aseguró Peña a El Observador.El mes pasado un grupo de pacientes presentó 50 mil firmas a la comisión de Salud del Senado solicitando la distribución de las gotas, según informó El País. Por eso los diputados plantearon la reunión con el ministro, para conocer la postura oficial sobre el tema.
Peña planteó ayer al creador de las gotas, el veterinario Edelmar Siqueira, tres posibilidades que ahora él analiza. En primer lugar, volver a comercializarlas a través de una homeopatía. En este caso no sería exactamente el mismo producto, explicó Peña, ya que para venderse en ese tipo de comercio debería ser diluído y no concentrado como hasta ahora. Por esa razón se duda de si el efecto será el mismo.
Otra de las posibilidades es convertirlo en un fármaco, pero esta posibilidad es la menos viable por el largo tiempo que insumiría, y teniendo en cuenta el reclamo de los usuarios el objetivo es lograr una solución rápida.
La última propuesta es entregarlas a través de una "red solidaria" en todo el país a quienes las deseen, pero en este caso no podrían comercializarse porque la fórmula nunca fue presentada para su autorización por el MSP.De todas partes
Hasta 2013, Siqueira distribuía el producto a través de la homeopatía francesa Ambar. Luego de recibir una denuncia de intoxicación y proceder con los análisis correspondientes, el MSP decidió prohibir su venta. En aquel momento, Siqueira calculaba que eran cerca de 50 mil personas las que consumían el producto y que los clientes provenían de distintas partes del mundo, según dijo a El Observador. Casi un año después,
el MSP habilitó la venta de las gotas bajo el concepto de homeopatía al no encontrar rastros de toxicidad en las mismas, pero eso no pudo concretarse ya que
Siqueira no habilitó a la empresa Ambar la continuidad de su producción.