Una nueva crisis migratoria se desató en
Europa, esta vez en la frontera del norte, entre
Francia y Gran Bretaña. Ayer falleció un migrante que intentaba cruzar por el Canal de la Mancha, algo que otros 1.500 intentaron en la noche y que 37.000 han pretendido hacer en lo que va del año. El tránsito está detenido, aumentaron los controles policiales y las inversiones en seguridad. Los gobiernos de los países implicados trabajan juntos en busca de una solución.
Un joven de entre 25 y 30 años proveniente de Sudán se convirtió en la madrugada de ayer en la novena persona muerta en los últimos dos meses en el túnel que une a la isla británica con el continente. El joven fue golpeado por un camión cuando transitaba rumbo a Reino Unido y ayer fue encontrado muerto en el camino.
Esa madrugada unos 1.500 migrantes intentaron hacer lo mismo y fueron detenidos por los funcionarios del Eurotunnel, la concesionaria que administra el paso fronterizo. En la madrugada del martes se había registrado un pico de 2.000 tentativas, señaló Eurotunnel, diciendo que era "el intento más importante desde hace un mes y medio".
La crisis tiene su origen en
África, desde donde parten decenas de miles de migrantes en busca de un futuro mejor. Por el Mediterráneo ya cruzaron unas 185.000 personas en 2015 y, en general, la gente se queda en Alemania, Italia o Grecia. Pero otros siguen su camino hacia el norte, con libertad de movimientos entre los países que suscribieron el acuerdo de Schengen porque no hay controles fronterizos.
Pero al llegar a Calais, el punto del norte de Francia mejor comunicado con Gran Bretaña, quedan bloqueados porque los anglosajones no se adhirieron a este acuerdo de sus socios europeos y todavía tienen controles en los límites territoriales.
La isla atrae de modo especial por tres razones. Por un lado debido a su economía, que se espera que este año crezca 2,6 % (1,2 % es la proyección anual para Francia) y donde la tasa de desempleo es de 5,6 %, la mitad que la gala. Por otro lado, los migrantes ven que la isla es más proclive a aprobar las demandas de asilo: en 2014 dio el visto bueno al 39%, frente al 22% en Francia. Finalmente, el idioma tiene un gran peso, pues los viajeros buscan adaptarse rápidamente a sus nuevos destinos para encontrar trabajo. Los principales países de origen de los demandantes –Eritrea, Pakistán y Siria– son buenos conocedores del inglés.
Es así que en la ciudad portuaria de Calais hay campamentos que ahora mismo albergan a unos 3.000 migrantes que esperan poder cruzar el mar hacia el norte. Los más pudientes pagan entre US$ 1.500 y US$ 6.000 para sobornar a traficantes que los esconden en camiones que hacen el viaje. Los que no tienen estos ahorros esperan para poder hacer un asalto.
En la medida en que las condiciones en los campamentos se hacen más acuciantes por falta de alimento, más se animan los migrantes a arriesgarse e intentar abandonar el país.
Hasta hace poco la ruta preferida era a través de los camiones que en el puerto se embarcan en buques. Pero a comienzos de junio se realizaron obras de seguridad allí –instalaron barricadas y alambres de púa— y ahora es casi imposible acceder a la zona portuaria. Por eso los clandestinos se trasladan a los alrededores de la terminal del Eurotunnel, un espacio de 650 hectáreas y 28 km de vallas mucho más difícil de vigilar.
Allí intentan abordar camiones que harán el cruce por vía subterránea y así lo contó un conductor al periódico británico The Guardian.
"Todos estaban ahí esperando para entrar. Era una locura, es la primera vez que veo algo así. Asusta porque no sabemos qué sucederá. Un amigo mío esperaba con el camión detenido en la fila y ellos cortaron la lona y se metieron en su vehículo. No puedes confrontarlos porque tienen cuchillos. Lo único que puedes hacer es trancarte adentro de la cabina y dejar que hagan lo que quieran. No te puedes exponer", relató el británico Les Muffet.
"Una docena de policías no puede hacer mucho frente a cientos de migrantes. Apenas intentamos que no se lastimen cuando intentan subirse a trenes o camiones", contó al también británico The Telegraph un vocero policial, Claude Verri.
"Tratan de cruzar todas las noches pero ha empeorado muchísimo estas últimas dos, con cientos intentando cruzar", agregó el oficial.
El sector del transporte está especialmente afectado por las demoras ocasionadas por el aumento de los controles fronterizos. Tanto en Francia como en Gran Bretaña hay kilómetros de rutas ocupados por camiones de carga que esperan poder avanzar y creen que recién el fin de semana se regularizará el flujo.
Medidas
Ante este nuevo drama, Francia desplegará 120 agentes suplementarios en la zona, anunció el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
De esta forma Cazeneuve respondió al desafío lanzado por Eurotunnel, que pidió a ambos Estados una "reacción apropiada" que permita ejercer "su actividad de transporte con total seguridad".
De su lado Londres se comprometió a invertir unos US$ 11 millones para mejorar la seguridad del área cercana al comienzo del túnel, donde se instalará una valla de 1,9 kilómetros de largo. Ayer hubo una sesión del comité Cobra de emergencia del gobierno británico para analizar los hechos y la ministra del Interior, Theresa May, indicó que es "necesario" reforzar la seguridad en Calais.