La derecha se impuso en elecciones municipales en Chile

La derecha opositora ganó los comicios municipales desarrollados este domingo en Chile, con 38,63% de los votos y triunfos en varias de las comunas más emblemáticas del país, incluida la capital, Santiago, asestando un duro golpe a la coalición de la presidenta Michelle Bachelet.

La Alianza opositora "Chile Vamos" se impuso a la coalición oficialista "Nueva Mayoría", que agrupa a socialistas, socialdemócratas, radicales y comunistas, y que obtuvo 37,26% de los sufragios, escrutados el 83,24% de las mesas, de acuerdo a información oficial del Servicio Electoral (Servel).

De confirmarse esta ventaja, le daría un importante impulso a la derecha opositora de recuperar el poder de la mano –lo más probable- del expresidente Sebastián Piñera (2010-2014) en las elecciones presidenciales de 2017.

El multimillonario empresario, que antecedió a Michelle Bachelet en el cargo, ha postergado una definición de su posible candidatura para marzo del próximo año. Las encuestas los sitúan a él con las mejores opciones de recuperar el poder.

En la emblemática comuna de Santiago, el abogado derechista Felipe Alessandri, se impuso a la experimentada dirigente socialdemócrata Carolina Tohá, quien ya reconoció su derrota.

"Las proyecciones muestran que ya hay una distancia que no se va a remontar. Hay mucho

que agradecer a pesar de que hemos sufrido esta derrota", dijo Tohá, desde su comando de campaña.

La excandidata presidencial derechista Evelyn Matthei, que perdió la última elección presidencial frente a Bachelet, aventajaba por su parte a la candidata de oficialismo Josefa Errázuriz, en la céntrica comuna de Providencia.

La derecha exhibía ventaja en las comunas de Ñuñoa, Maipú y Puente Alto, la más poblada del país.

Alta abstención

Unos 14,1 millones de ciudadanos estaban habilitados a votar por alcaldes y concejales de las 346 comunas del país el domingo, en las sextas elecciones locales desde el retorno a la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). La jornada estuvo marcada por los temores a una alta abstención, que se habían confirmado tras los primeros cómputos.

Las elecciones tuvieron lugar en medio de un fuerte descontento ciudadano tras el estallido en los últimos meses de varios escándalos de corrupción política, agudizando los temores de una baja afluencia de votantes, en línea con lo que viene ocurriendo en las últimas elecciones en Chile desde la instauración del voto voluntario en 2012.

"Hay un enojo hacia todo el sistema político ligado al sistema económico de una manera poco correcta", dijo a Claudia Araneda, uno de los miles de electores que concurría a sufragar en un colegio del centro de Santiago y quien estuvo "a punto de hacer un gesto de castigo y no venir a votar".

"Hay mucha desconexión y desconfianza en quienes ocupan cargos públicos o están presentándose de candidatos y la respuesta no ha sido fomentar otras alternativas sino que abstenerse de votar", coincide Ignacio Torres, otro de los votantes.

En la mitad de su mandato, estos comicios representaban un test para el gobierno de Bachelet, que ostenta niveles de aprobación históricamente bajos tras el escándalo por la compra y venta de terrenos que protagonizó su hijo Sebastián Dávalos. Única mujer de la izquierda latinoamericana todavía en el poder, Bachelet aseguró el sábado que escuchará "con mucha atención la voz de los ciudadanos".

Las encuestas previas anticipaban un ajustado triunfo para el oficialismo. Sin esperar a los resultados, el expresidente Ricardo Lagos (2000-2006) habia ya comenzado a mover las piezas con miras a una eventual candidatura. El miércoles, forzó a Bachelet a hacer un cambio de gabinete tras nombrar al entonces ministro de Energía, Máximo Pacheco, como su jefe de campaña.

En el hasta ahora derrotado oficialismo -que definiría su candidato único en primarias- también suenan como eventuales candidatos la senadora Isabel Allende -hija del exmandatario Salvador Allende- y el periodista Alejandro Guillier, favorito hasta ahora de los electores.