La ganadería se aleja de los tres millones de terneros

Pero en la primavera de 2013 se encendió la luz amarilla con una baja de precios muy fuerte sin correlación con los precios de exportación. Y los datos de Dicose respecto al stock ganadero de 2014 confirman que el rodeo uruguayo está cerca de un tope, que por el momento no se alcanzarán los tres millones de terneros y que puede pasar bastante tiempo antes de que ese volumen de producción llegue a concretarse.

Esto tiene tres causas. En primer lugar, el dato definitivo de población vacuna de Dicose corrigió a la baja el conteo inicial para todas las categorías, y por ejemplo indicó que hay 50 mil vacas menos de las que se estimaban. Las vacas entoradas no fueron 4,31 millones sino 4,26 millones. Y eso significa que habrá entre 30 mil y 40 mil terneros menos de los que se proyectaban inicialmente.

Además se registraron 27 mil terneros menos y se corrigieron levemente a la baja la mayoría de las demás categorías. En suma, había a mediados del año pasado 118 mil vacunos menos de los inicialmente proyectados, 11,84 millones. Es un número alto de vacunos, pero indica que la producción de terneros se estabilizaría en torno a 2,9 millones de vacunos. Y aunque el dato de 2015 seguramente marcará un nuevo crecimiento en el rodeo vacuno, este bien puede descender el año próximo.

Desde la caída de precios de 2013 el crecimiento del rodeo de vacas de cría se va desacelerando. Aumentó en 139 mil cabezas en 2012, 118 mil en 2013, 45 mil en 2014, y el crecimiento será mínimo en 2015.

La producción de terneros de 2014, 2,84 millones, es la más alta de la historia, pero será difícil que crezca mucho más allá de esa cantidad. No hay un cambio en la tasa de destete, que es una constante prácticamente de dos tercios de las vacas que se entoran. Con un rodeo estabilizado, la producción de terneros inevitablemente se estabilizará. Y la estabilización del rodeo de cría llegará de la mano de una mayor faena de hembras. Por un lado hay una alta edad promedio en las vacas uruguayas luego de varios años de retención, por otro lado, las señales apuntan más a hacer caja que a hacer apuestas de largo plazo.

Los datos de Dicose dieron más dramatismo a la situación de los ovinos, cuya población se desploma. Están por debajo de los 7,5 millones, el segundo dato más bajo desde que hay registros.

A esa corrección leve a la baja del rodeo “base”, se agrega una situación de precios poco estimulante y una situación forrajera que se va complicando cuando el invierno no está lejos.

Con menos de 7,5 millones de ovinos, la dotación ganadera total no es particularmente riesgosa. Pero la lentitud en la salida de los animales de faena en este otoño, la imposibilidad para sembrar pasturas por la sequía y el uso anticipado de reservas que se hicieron para el invierno, llevan a suponer que se aproxima un invierno desafiante, con alta faena y que puede marcar el final del crecimiento poblacional que empezó en 2010.

La faena de vacas en los últimos doce meses supera el millón de animales, mientras que en julio de 2015 era de menos de 900 mil animales.

En consecuencia, el rodeo de vientres se estabilizará. La extracción irá en aumento. Tanto por la escasez de lluvias del otoño, como por un precio que ha perdido atractivo, el negocio de comprar o retener terneras pierde atractivo.

El rodeo no solo ajustará por una mayor faena. También resulta esperable que los ganados salgan del invierno con pérdidas de peso, por una mayor escasez forrajera respecto a años anteriores.

Por lo cual será difícil que el próximo entore tenga un resultado excepcional. Dicho de otro modo, no habrá una catástrofe seguramente pero el rodeo vacuno que venía creciendo, va hacia una estabilización, hacia un empate.

El porcentaje de vacas faenadas puede tomarse como un indicador del ánimo de los productores. Cuánto menor la faena de vacas mejor el ánimo. Y viceversa.

El aumento actual en la participación de hembras en el total faenado –superior a 47%– muestra el ánimo más decaído desde la sequía de 2009, que también coincidió con el ajuste de precios posterior a la caída de Lehman Brothers.

En aquel caso una sequía mucho más aguda y ocurrida en pleno verano. Ahora seguramente el proceso es más gradual. Las lluvias de este viernes y sábado deben amortiguar el faltante de agua y así no habrá, seguramente, una corrida dramática de la oferta.

Pero la ausencia de verdeos y praderas que puede generarse llevará a una salida importante de ganado hasta octubre.

Tomando los años agrícolas –los que refieren al conteo de Dicose– la faena de vacunos en 2014/15 será 200 mil animales superior a la de 2013/14. Y de ese total, las vacas serán 150 mil más que el año anterior.

De modo que habrá una estabilización seguramente con una leve reducción en el rodeo de vientres que reporte el conteo de Dicose a mitad de este año.

Y será difícil que el rodeo se recupere en 2016 tras una faena abultada durante casi todo este año como consecuencia de la sequía.

Transitoriamente al menos, la cantidad de vacunos de Uruguay no irá más allá de los 12 millones. Y más allá de las condiciones climáticas, deberá llevar a un tiempo de reflexión en torno a las condiciones necesarias para que la ganadería exprese todo su potencial. Que va mucho más allá de 12 millones de vacunos o tres millones de terneros.

La faena seguirá creciendo, pero no llegará a los récords que tuvo en 2006. Si el clima se normaliza, iremos posiblemente a una ganadería estable con unas 4,2 millones de vacas de cría que generarán unos 2,8 millones de terneros por año.

Cuando se logre un nuevo shock de expectativas, la vaca podrá intentar salir del empate en el que ha quedado empantanada. Por ahora, la ganadería no expresa todo su potencial y se aleja del objetivo tri millonario.

¿Otro empate?
Daniel Castiglioni, director de Casti trading, dijo a Blasina y Asociados que ve un año difícil en China ante el crecimiento previsible de las exportaciones de Brasil si el país norteño logra la habilitación para ese mercado. “La competencia será muy dura, ellos tienen precios más bajos y actualmente logran ingresar vía Taiwan”.

Este año China va comprando bastante más que el año pasado. Eso podría volverse más dificultoso con la competencia de Brasil (puede darse en el segundo semestre). Y el freno de la economía china debe terminar afectando las ventas desde todos los destinos. En 2015 el país asiático se consolida como el principal mercado. Ha llevado más de un tercio de la carne vacuna, 54% más que en 2014 y pagando US$ 3.066/ton, levemente superior al año pasado.

Acotado por una cuota en EEUU en la que Uruguay compite en desventaja respecto a Australia, en el segundo semestre la buena noticia puede venir de la mano de la apertura de Japón.

Esa apertura, que Castiglioni evalúa como posible en el segundo semestre de este año, daría un galardón clave al sector cárnico uruguayo. No solo Japón es un importador relevante y abre una posibilidad de expandir la raza Wagyu en el país. Es el más exigente del mundo y aporta un valor inestimable en prestigio de marca. Pero lo que podría ser un factor más de crecimiento, posiblemente solo sea una compensación ante un mercado más difícil en China.