Kseniya Ryzhova y Yulia Gushchina, rusas medallistas de oro en el Mundial de Moscú 2013, se dieron un beso en la boca como forma de festejo y levantaron un revuelo, ya que muchos lo tomaron como una protesta contra la ley promulgada por el gobierno que persigue las demostraciones homosexuales, política que fue respaldada por la estrella Yelena Isinbayeva.
Indignadas por la polémica generada, dijeron que lo que la prensa interpretó como una señal de protesta contra una ley rusa hostil a la homosexualidad no fue más que una manifestación de efusividad por la victoria.
En realidad, el gesto es una costumbre en Rusia en momentos de gran alegría. A lo largo de la historia lo han ensayado distintas figuras públicas, desde políticos a otros atletas.
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