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La playa de los Lego
Ir a la playa y encontrarte con un juguete de plástico, no parece algo curioso. Lo que seguro llamaría la atención sería ver una playa repleta de juguetes. Tanto así, que los niños fueran a buscar piezas para jugar.
Según publica BBC, el 13 de febrero de 1997, un navío de carga llamado Tokio Express fue brutalmente golpeado por una ola. Es "un fenómeno que ocurre una vez entre cien", dijo el capitán del barco a BBC. El barco se balanceó 60 grados hacia un lado y 40 hacia el otro. Los impactos terminaron con 62 contenedores caídos en el mar, cerca de las costas de Cornualles en Gran Bretaña. El medio británico informó que uno de los contenedores guardaba 4,8 millones de “Legos” que iban a entregarse en New York, Estados Unidos.
Luego del accidente, nadie supo más de esos Legos… hasta que poco después algunas piezas se comenzaron a depositar en la costa norte y al sur de la península británica. Como dato curioso, casi todos los juguetes son temáticos del mar: patas de rana, arpones, gafas de buceo. También aparecen flores y dragones.
"Hay historias de niños con baldes llenos de dragones que vendían en la playa a finales de los años 90", dijo a BBC la niña de 17 años Williams Tracey, quien vive en la costa norte de Cornualles.
¿Cuántos juguetes había en los contenedores?
Sets de juguetes temáticos de buceo, policías, caballeros medievales, viajeros del tiempo, cowboys, robots, piratas.
Arpones (rojos y amarillos) - 13.000 ítems
Pulpos negros - 4.200
Salvavidas amarillos - 26.600
Patas de rana (en pares: negros, rojos y azules) - 418.000
Dragones (negros y verdes) - 33.941
Flores (en grupos de cuatro, blancas, rojas y amarillas) - 353.264
Equipos de buceo (grises) - 97.500
Un total de 4.756.940 de piezas de Lego
Se estima que 3.178.807 son lo suficientemente livianas para flotar
Fuente: ONG Beachcombers' Alert, vol 2. No 2 1997 (Citado por BBC)
"El misterio es dónde han ido a parar. Después de 17 años sólo han sido reportados en la costa de Cornualles", afirmó a BBC Curtis Ebbesmeyer, oceanógrafo estadounidense, que ha estudiado el rastro de los Legos desde que cayeron al mar.
A pesar de esto, por las corrientes marinas es probable que muchas piezas estén vagando en diferentes puntos de la tierra. Aunque, hasta ahora, sólo es una especulación.
Según el oceanógrafo, desde 1997 los juguetes pueden haberse transportado 100.000 kilómetros. Esto significa que puede haber más en cualquier parte de la tierra y, seguramente, los Lego podrían seguir viajando por el mar por siglos.
"La lección más profunda que he aprendido de la historia de los Lego es que las cosas que van al fondo del mar no siempre se quedan allí", concluye Ebbesmeyer. Todos los desechos que están en el mar pueden moverse gracias a las corrientes del planeta.
Lo que más preocupa
Ebbesmeyer advierte que los juguetes y residuos plásticos en el mar son un veneno para las aves. El oceanógrafo calificó el vuelco de estos contenedores como una “catástrofe para la vida silvestre”. El dueño de Lego afirmó que “fue por supuesto muy desafortunado, sin embargo esto no tiene nada que ver con las actividades del Grupo Lego”.
Pero no sólo Lego sufre este tipo de accidentes. Cientos de contenedores quedan varados en el mar producto de accidentes. En 2014, el Consejo Mundial de Transporte Marítimo reveló una pérdida anual de 2.683 contenedores en el océano. Son de esos que “no se sabe qué pasó”, pero siguen destruyendo la fauna marina.
"La causa de pérdidas predominante es un clima muy, muy malo, cuando la fuerza de la naturaleza supera las fuerzas que atan a los contenedores al barco. La industria hace lo que puede, pero no puede controlar a la Madre Naturaleza", dijo a BBC Chris Koch, el presidente del Consejo Mundial de Transporte Marítimo.
