"Música bailable e intrigante y misteriosa”. Esa fue la frase que pronunció el guitarrista Mariano Roger para definir La lanza, el primer corte de su próximo disco Romantisísmico. Esa frase también puede utilizarse para definir una carrera que ya supera los 20 años. Babasónicos fue muchas cosas a la vez: un rock contestatario –Soy rock lo dice todo–, un pop irreverente y totalmente incorrecto –¿Y qué? como pregunta retórica y provocación–, o todo eso combinado con tintes de electrónica –Deléctrico y su ritmo entre country y discotequero.
Aunque a fuerza de hits, despreocupados y a la vez sumamente planeados, marcaron una identidad, la idea detrás del grupo es nunca quedar en el mismo lugar y por sobre todo, no repetir fórmulas. En conversación con El Observador, Roger definió a Romantisísmico, su más reciente disco, como una “nueva etapa” y una “ruptura musical”.
Entre su último disco, A propósito (2011), y este, Roger observa varios cambios. Primero, la participación de dos de sus colaboradores más importantes, el productor estadounidense Andrew Weiss y el ingeniero inglés Phill Brown. Sin embargo, el cambio más fuerte lo sufrieron antes, con el fallecimiento en 2008 de Gabo Manelli, bajista y uno de los pilares compositivos de la banda. Durante sus giras en 2011, el grupo se terminó de consolidar con Carlos “Carca” Carcacha como multinstrumentalista y Gustavo “Tuta” Torres en bajo. Este es el primer álbum con la nueva formación. “Somos una banda con una dinámica nueva y se nota en el disco”, afirmó Roger.
“Romantisísmico tiene los mismos compromisos que nosotros siempre asumimos. Es nuestro disco número 11. Teniendo 10 discos atrás uno tiene un desafío mayor. Tenemos que encontrar algo que nos emocione a nosotros y así poder tratar de emocionar a la gente”, dijo Roger. “Siempre es algo lindo hacer un disco en el que sintamos que estamos realizando algo nuevo y diferente”, concluyó.
La novedad está en la evolución del material, que se diferencia de la suerte de trilogía que conformaron los discos Anoche, Mucho y A propósito, “que tenían muchas cosas en común”. “Éste disco es una ruptura. Viene a cortar algunas cosas que veníamos desarrollando en esos discos. Tenemos nuevos caminos abiertos”, concluyó el guitarrista.
Esos nuevos rumbos se definen más que nada por la inspiración y el riesgo, y eso es lo que según Roger los diferencia de la música que se produce hoy en día. “Vivimos en una época en la que cada vez se arriesga menos. Se hace lo que hay que hacer o lo que pueda llegar a ser un éxito. Nosotros somos una banda que se rige pura y duramente por la inspiración. No nos planteamos lo que la gente o el mercado quiere. Siempre hicimos lo que nos gusta”.
Ese no repetirse comienza en la composición. Todo camino ya transitado se descarta. Las canciones “que ya se hicieron antes” se vuelven a escribir para decir algo que no se dijo. “En una banda que tiene tanto tiempo y tantos discos hechos es difícil. Pero salimos airosos por lo que yo veo”, afirmó.
Esa primera instancia luego lleva a la elección de las canciones, que es, de acuerdo a Roger, lo que termina por forjar la identidad del disco, y por transitiva, la de la banda. “Somos lo que es nuestro último disco”.
El ejemplo de esto es La lanza, el único tema que por ahora da la pauta de cómo sonará Romantisísmico. Se trata de una melodía que Adrián Dárgelos, cantante de la banda, que describe en un video promocional como “cíclica”: termina y vuelve a comenzar. No se resuelve sino que concluye abruptamente con el estribillo. “Aunque parece un tema bailable, la letra está hablando de cosas que no se bailan. Tiene ciertos enrosques”, dijo entre risas Roger. Y está en lo cierto. “Si me vas a empujar, no me des por muerto hasta que me caiga de verdad”, canta uno de los versos. “Pero el disco tiene más paletas que solamente música bailable e intrigante”, agregó.
Romantisísmico tendrá que ver entonces con esas cosas que no se deberían bailar. Esas cosas del amor que, por ser vistas desde la perspectiva babasónica –“desde un lugar más crudo, más rudo, más sísmico, si se quiere”–, irremediablemente no dejarán de provocar por lo menos un movimiento rítmico en los pies.
Para el guitarrista, Babasónicos se renueva sin necesidad de “revalidarse o explicarse”. “Es un riesgo que uno toma. Es un compromiso con ser vigentes y no quedarse dormido en los laureles”. Es por eso que su incorrección en 2013 tiene más que ver con no quedar inmóviles, que con utilizar conceptos o palabras que puedan dañar sensibilidades muy pacatas. “Somos una banda que no es complaciente con ninguna corrección. No transamos demasiado con lo que hay que hacer o decir, tocar o cantar”, explicó Roger.
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