La Sala Teatro Santander Arocena levanta su telón

Así, con el auspicio de Banco Santander y bajo la dirección conjunta de la primera bailarina del Ballet Nacional del Sodre (BNS), María Noel Riccetto, y los músicos Juan Andrés Jutgla y Juan Manuel Martínez, el antes Cine Arocena se revitaliza y cede su lugar a la nueva Sala Teatro Santander Arocena (Arocena, 1660).

Sin abandonar su vocación cultural, las instalaciones con capacidad para 140 personas presentarán tanto al público montevideano como de Ciudad de la Costa un espacio para propuestas sociales, musicales, teatrales y de danza.

"Buscamos darle a la gente del barrio la oportunidad de ver espectáculos culturales que también van a atraer a personas de otros puntos. En Carrasco se necesitaba un teatro grande, equipado y con más capacidad", señala Riccetto, relevando de su saturación al Teatro Antonio Larreta, ubicado en el Carrasco Lawn Tennis.

Polo de aprendizaje

No obstante, el establecimiento trascenderá los conciertos, las conferencias y las obras, y contendrá, en sus 700 metros cuadrados, la Escuela de Música, Actuación & Danza (MAD), compuesta por un instituto de comedia musical, la Escuela 440 y el María Riccetto Ballet Studio.

"Es interesante poder ofrecer en un mismo lugar todas estas opciones. Permitir que se conjuguen, que vayan hacia un mismo lado. Esta es una infraestructura que no está vista en Montevideo: la gente podrá venir a disfrutar y los alumnos tendrán la oportunidad de ganar experiencia en un escenario propio", comenta Riccetto, quien articulará el estudio de danza junto a un equipo de colegas del BNS que incluirá a Martin Inthamoussú, María Noel Bonino y Julio Minetti.

Su inmersión en la docencia, empero, no mitigará su compromiso como primera bailarina del BNS, sino que abrirá nueva alternativas. "La carrera de bailarina no va a durar para siempre. Esto me permite ir armando mi futuro y tener una idea de a qué me dedicaré después. Mi prioridad va a seguir siendo el BNS durante algunos años más, pero este será el próximo paso", agrega la bailarina.

Pese a su formación en ballet, el estudio no se circunscribirá a esa disciplina clásica, sino que también incluirá clases de yoga, pilates y danza contemporánea, seccionando los grupos según las distintas franjas etarias.

La integración de distintas ramas también será una de las características fundamentales del instituto de comedia musical, que acoplará clases de técnica escénica, vocal y coreográfica bajo la coordinación inicial del docente Luis Trochón.

Además de talleres infantiles, se impartirá, para mayores de 16 años, la carrera de comedia musical, que desplegará una mayor carga horaria y profundización temática.

Aunque tanto el María Riccetto Ballet Studio como el instituto de comedia musical serán nuevos para la zona, el proyecto conjunto permitirá a la Escuela 440 afianzar un lazo preexistente.

"Nosotros nos criamos en Carrasco y después nos establecimos en Pocitos, pero nuestra vida siempre se mantuvo en los dos barrios" señala Martínez. "Siempre fueron los lugares en los que dimos clases y vamos a intentar continuar creciendo como educadores a través de estos lugares que conocemos", agrega el músico.

Privilegiando un acercamiento moderno al aprendizaje musical, Martínez y Jutgla dejan de lado los tradicionales valses y canciones folclóricas para optar por otro tipo de clásicos.

De esta forma, los Beatles, los Rolling Stones, Creedence Clearwater Revival y Pink Floyd conviven con figuras uruguayas para convertirse tanto en referentes como en ejemplos. "Sentimos la responsabilidad de que conozcan clásicos de la historia de la música para que tengan una buena base, vean qué tipo de recursos usaban", señala Jutgla, aunque además se incorpora música más actual, "la que los chicos absorben todos los días".

Aunque el solfeo y los conocimientos teóricos estén presentes, no lideran el enfoque. "Es un poco contradictorio que una cosa tan complicada, muy específica y muy profesional, se dé en edades donde los niños todavía no tienen desarrollada del todo la parte lógica. Cuando van creciendo, se van dando cuenta de sus límites y quieren ir más allá. Ahí empezamos a darles las herramientas lo más profesionalmente posible", agrega Jutgla.

También ofreciendo clases diferenciadas para adultos, Escuela 440 centra su método en la motivación. Según Martínez, "mucha gente de otra generación, que estudió piano y solfeo por obligación, nunca más tocó piano. A nosotros nos importa que la gente disfrute de lo que está haciendo".