La vanguardia atemporal de Jessica Trosman

Al otro lado del río, en el barrio bonaerense de Villa Crespo, la diseñadora de moda argentina Jessica Trosman realiza desde hace más de 20 años una incansable exploración de nuevas texturas, formas y dimensiones, un recorrido que la ha llevado a ser considerada como una de las diseñadoras más vanguardistas de la moda mundial por las editoriales Phaidon y Taschen.

Allí, ent re talleres mecánicos, Trosman decidió erigir su propio lugar, un gran bloque de cemento con una cortina negra que reza "JT", el nombre de la marca que lidera desde hace dos años y medio. Tras esas paredes, ella despliega su concept store, un universo que contiene su creatividad e invita a una nueva experiencia de compra, al integrar atelier, local de ventas, un laboratorio textil e incluso un restaurante.

"No pretendo que la gente vaya a comprar solamente, quiero que, si se llevan algo, se lleven una parte de mi vida. Ahí vibrás y sentís olores diferentes, está lleno de talleres mecánicos que me conocen porque hace 20 años que estoy. Fue donde generé Trosmanchurba, Trosman y hoy JT" con esta nueva idea de tienda, explicó Trosman, quien visitó Montevideo para participar de la tercera edición de DUy, conferencia organizada por la Cámara y Conglomerado de Diseño del Uruguay.

"Quiero que noten que lo que está colgado en una percha no es solamente ropa, sino que es algo con una historia atrás. Así compran algo más, compran un concepto", agregó.

Aunque sus marcas anteriores pasaron por los shoppings, ahora prefiere mantenerse alejada: "La experiencia del shopping está agotada. Es ir a comprar un regalo y te quedás hueca. Para mí la idea es contar una historia, tener un concepto, tomarlo como arte".

JT concept store, no obstante, no es su único espacio en el mundo, sino que su nombre y sus prendas resuenan en casi 40 puntos de venta alrededor del mundo. Esto se debe, comentó a El Observador, al enfoque mismo que le da a la creación: "Me gusta que la ropa tenga una visión internacional, que no sea solamente entendida para los argentinos, sino que sea una prenda que la pongas en Oriente, en Occidente, y que también se entienda, pero que lleve el 'Made in Argentina' adentro". La premisa es que la ropa "trascienda el tiempo y el espacio", que evite la contaminación de las tendencias.

Trosman, además, recurre a la palabra "lujo", pero no para describir a sus prendas como un objeto suntuoso, sino como uno que incorpora telas nobles ("nada de poliéster") y que tiene un trabajo dedicado detrás, una cualidad artesanal y personal.

Las raíces del estilo

Su marca presenta la influencia de una necesidad que la acompaña desde la infancia. "Mi mamá siempre me llevaba de compras cuando era chica y yo terminaba eligiendo la ropa de mis hermanos, mi padre, mi madre. Yo me iba fascinada con esos paseos y, a la noche, antes de dormir, siempre pensaba qué era lo que no había visto que me hubiese gustado encontrar. Ahí empezó la fantasía del diseño", contó.

Desde sus inicios, en la confección de remeras para Ona Sáez, hasta el JT actual, la inspiración fue "la calle, el arte, la arquitectura: siempre encuentro motivos para inspirarme, con el mismo entusiasmo desde la primera colección hasta hoy. Es importante encontrar eso, un motivo que te lleve a hacer las cosas, y que te dure durante esos seis meses un placer eterno de desarrollo".

Aunque mantiene ese espíritu exploratorio que la acompañaba desde pequeña, sus diseños distan de ser infantiles. Su última colección, Mutuaretromorfa, se mueve en una paleta dominada por el negro, con toques de bordó, blanco, camel e incluso amarillo fuerte, así como telas complejas que integran un crisol indescriptible de colores. El interés por la arquitectura la lleva a explotar los pliegos, las superposiciones, el juego de dimensiones. "Me divierten mucho las siluetas 3D, generar formas que no se entiendan, pero que queden bien. Son más esculturas que te ponés, en algunos casos", dijo.

Y agregó: "El desarrollo textil también está presente en todas mis colecciones, porque así fue como se inició esta marca. En ese momento en Argentina era imposible conseguir las telas que quería, entonces creé mi propio laboratorio y producción textil. Todo lo que tenemos, hasta los básicos, tiene un twist o un chiste en el diseño, un vire, un vivo diferente".

El foco en lo textil se dio de la mano de algunas de sus mayores colaboraciones, como la que mantuvo con Rick Owens y Chanel. "Quise reivindicar las estampas que había visto de chica, estampas que después desaparecieron. Ese fue mi primer origen, en la búsqueda de algo que visualmente tenía en mi cabeza, que data de la época que mi mamá me llevaba de paseo", agregó. Esa motivación es la que la mantiene creando, renovando, a la delantera.

Statu quo que refrena

Ese movimiento, no obstante, no se ve liberado de dificultades. "Argentina está carísimo para exportar", dijo, al tiempo que afirmó que su mayor obstáculo es la falta de precios competitivos. "No voy a una fábrica de sastrería con las últimas máquinas para coser, como pasa afuera. Eso también me tira para atrás a la hora de competir".

Más allá de Argentina, en la que los distintos gobiernos han mantenido una política irregular sobre la industria, dando y quitando fomento, América Latina presenta una carencia histórica. "Nuestra industria textil no data de hace tantos años como Europa, y eso es tiempo de academia, de desarrollo de industrias, de gente y familias trabajando. Las economías de la región no son estables y eso también nos retrasó", opinó.

Sin embargo, alentó a seguir. "No conozco mucho Uruguay, pero creo que están haciendo un buen camino", dijo. "Uruguay tiene muy poco público, y para desarrollar un concepto me imagino que es más fácil traerlo hecho", identifica en su breve visita, al tiempo que espera que su charla, centrada en su historia, impulse a una creación diferenciada del resto. "Importa de dónde salís, y cuáles son las cosas que te metieron tus padres en la cabeza. Me encantaría que de este modo plante una semilla en algunos de los chicos y que pueda germinar felizmente, que digan: 'Escuché la charla de Trosman y me generó algo'".