La vida moderna

Desde hace unos años estamos en lo que se llama la "época dorada de la televisión". La oferta se ha ampliado y una larga lista de dramas y comedias han marcado un listón alto en la excelencia televisiva. Sin embargo, pocas logran lo que consiguió el humorista Aziz Ansari con su serie Master of none: generar múltiples conversaciones sobre raza, género y la edad, al tiempo que evita cada uno de los clichés sobre dichos temas típicos de la pantalla estadounidense.

Ansari, estadounidense de origen indio, comenzó en el año 2000 realizando standup, para luego evolucionar a la televisión. En Uruguay se lo pudo ver entre 2007 y 2008 en la comedia de sketches Human giant, transmitida por el canal de cable MTV, y pasó también por la serie de culto de HBO Flight of the conchords y Scrubs. Sin embargo el rol que lo catapultó fue el de Tom Haverford en la querida Parks and recreation.

Ansari se catapultó como uno de los comediantes que maneja la actualidad con sutileza y critica con agudeza. De los clubes de comedia pasó a llenar el coloso Madison Square Garden.

La siguiente etapa de su carrera fue tener su propia serie. Junto a Alan Yang, colega escritor de Parks and recreation, Ansari creó, dirigió y protagonizó Master of none, una serie que se estrenó en Netflix el viernes 6 y ya es una de las mejores comedias del año.

Muchos de los temas tratados por la serie son clásicos de Ansari, ya sea en su especiales de standup como en su libro Modern Romance, realizado junto al sociólogo Eric Klinenberg. En dicho bestseller aborda las dificultades de las relaciones humanas, afectadas por las últimas tecnologías a la mano.

Master of None es una serie que atrapa por su realidad –valga la redundancia– real. Las parejas no se separan en la primera pelea que tienen, como suele suceder en las sitcoms. Los personajes no son perdedores adorables a los que todo, a pesar de sus mejores intentos, les sale mal. El Nueva York representado es absolutamente diverso y de manera no forzada.

Porque una de las misiones de Ansari es crear una televisión inclusiva, que le de oportunidades a las minorías usualmente no representadas y que lo haga desde la naturalidad y no la rareza. Dev, su personaje, tiene amigos de origen asiático, afroamericano y gays, aunque lo más atractivo fue haber reclutado a sus propios padres para interpretar a los progenitores de Dev. Y en cada una de sus participaciones se ganan de manera absoluta a la audiencia.

En Master of none las personas no pueden tomar una decisión simple como a dónde ir a comer sin fijarse en una aplicación. También consultan mil veces a sus amigos y ensayan el discurso antes de mandar un mensaje para invitar a una salida, hay amigas mujeres que explican los miedos reales que sienten al realizar algo tan simple como volver a casa a la noche, y el futuro genera ansiedad, dudas y una necesidad de búsqueda personal. Se discute sobre temas actuales como el feminismo, la representatividad racial en los medios y la diferencia de culturas, ejemplificada a partir de los padres inmigrantes.

Master of None conquista por su calidez y franqueza, por ser una serie inserta en un 2015 donde muchos de estos temas se tratan en internet pero pocos se representan de manera tan clara en la televisión y más importante: hace reír, emociona y genera empatía. A todos les pasó la situación de no saber cómo contestar un mensaje, pasar horas debatiendo las reglas del levante o encontrar que no se sabe absolutamente nada sobre sus antepasados.

Todo estos temas cotidianos sin duda aparecen en otras series, pero es mérito de Ansari y Yang presentarlos de manera innovadora y rupturista, y aún así real.