Luego de prestar juramento como presidente de la República Jorge Batlle en compañía del vicepresidente Luis Hierro López
Batlle con el entonces director de la DGI, Eduardo Zaidensztat <br>

Nacional > OBITUARIO

Las mil vidas de un profeta inoportuno

Jorge Batlle, el último de cuatro Batlle presidentes, gobernó durante una de las peores crisis de la historia y representó mejor que nadie la odisea del Uruguay contemporáneo
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24 de octubre de 2016 a las 21:36

Nadie como Jorge Batlle Ibáñez, muerto hoy, representó la odisea de Uruguay en el siglo XX e inicios del XXI. Él fue testigo privilegiado y actor principal de esa aventura: el cuarto y último de los Batlle presidentes, una extraordinaria saga familiar que Lorenzo Batlle inició en 1868.

Jorge Batlle
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Jorge Batlle fue presidente de la República entre 2000 y 2005, durante una de las más graves crisis de la historia nacional. Pero estuvo unido al Estado uruguayo desde mucho antes y también después, como algo natural, y representó como nadie sus miserias y grandezas. "Pertenezco al Estado uruguayo por accesión", dijo cierta vez.

"Dígame, ¿es normal?"

Nació el 25 de octubre de 1927, hijo de Matilde Ibáñez y Luis Batlle Berres, quien fue presidente de la República entre 1947 y 1951, integró el Consejo Nacional de Gobierno (Poder Ejecutivo colegiado) entre 1956 y 1959 y lo presidió en 1955. Por tanto era sobrino nieto de José Batlle y Ordóñez, legendario presidente de Uruguay en dos ocasiones (1903-1907 y 1911-1915) y creador de una era, el "Uruguay batllista", quien a su vez fue hijo de Lorenzo Batlle, presidente de la República entre 1868 y 1872.

"Cuando nací, mi padre le preguntó muy asustado al médico: 'Dígame, ¿es normal?'", contó Jorge Batlle al periodista César di Candia, quien lo entrevistó para Búsqueda en 1987.

Tuvo dos hermanos: Luis, pianista, fallecido en mayo de 2016 en Estados Unidos, donde residía desde 1978, y Matilde ("Pona"). Fue aficionado al jazz e hincha de Nacional y de Boca Juniors.

Jorge Batlle Histórico
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Vivió en una enorme variedad de sitios, de niño y de adulto, inclusive en Argentina y Brasil, donde su familia se refugió tras el golpe de Gabriel Terra, entre 1933 y 1936, y concurrió a las más diversas escuelas. Aprendió a escribir en Rincón del Bonete, en casa de un ingeniero que contribuía a erigir la central hidroeléctrica. De vuelta en Montevideo en 1937, retomó sus estudios en el Colegio Alemán y los continuó en el Elbio Fernández. Se recibió de abogado en 1956 aunque no ejerció la profesión.

En 1957 se casó con Noemí Lamuraglia, una argentina exiliada en Uruguay con su familia durante los primeros gobiernos de Juan Domingo Perón. Tuvieron dos hijos: Beatriz (1962) y Raúl Lorenzo (1965). Su segunda esposa, la empresaria Mercedes Menafra, contó que Jorge Batlle llegó una hora tarde a la primera cita, en 1987. "Cuando me casé (en 1989), mi suegra me advirtió que debía tener mucha paciencia, porque Jorge es un niño grande".

Jorge Batlle Histórico
Jorge Batlle, junto a su esposa Mercedes Menafra, anuncia en 1994 el retiro de su candidatura presidencial luego del triunfo del No en el plebiscito sobre la Seguridad Social
Jorge Batlle, junto a su esposa Mercedes Menafra, anuncia en 1994 el retiro de su candidatura presidencial luego del triunfo del No en el plebiscito sobre la Seguridad Social

La era Batlle Berres

Jorge Batlle siguió la estela de su padre, Luis Batlle Berres, cuando asumió la Presidencia de la República el 2 de agosto de 1947, tras la muerte de Tomás Berreta, hasta entonces titular del Poder Ejecutivo. Batlle Berres gobernó hasta 1951 y lideró el Consejo Nacional de Gobierno (Poder Ejecutivo colegiado de nueve miembros) tras ganar las elecciones de 1954.

Fue una experiencia decisiva en su vida. Batlle Berres, líder de la Lista 15 y gestor del "neobatllismo", tomó un país en auge y profundizó un modelo económico cerrado y estatista que había comenzado a imponerse en 1931.

Ese ciclo, caracterizado por una concepción autárquica, los subsidios a la industria, el afán de sustituir importaciones y el auge histórico de las nacionalizaciones, los controles de precios y el empleo público, entró en crisis hacia 1955. El Partido Nacional ganó las elecciones de 1958 después de casi un siglo en el llano o en coalición.

Jorge Batlle fue electo diputado en esa ocasión, con 31 años. Desde mediados de la década de 1950, fuertemente influenciado por Ludwig Von Mises y Friedrich Hayek, patrocinó las ideas económicas liberales, un giro sorprendente al estatismo y burocratismo que, en diferente grado, impusieron su padre y su tío abuelo, y que caracterizaron al "batllismo" tradicional.

Jorge Batlle
Jorge Batlle habla en Canelones en un acto por la campaña electoral de 1994
Jorge Batlle habla en Canelones en un acto por la campaña electoral de 1994

Fue reelecto para la Cámara de Representantes en 1962, cuando otra vez triunfaron los blancos, para el período 1963-1965. También trabajó para el diario Acción y la radio Ariel, dos medios de comunicación que pertenecían a su padre y que dirigiría tras su muerte en 1964, con el joven Julio María Sanguinetti como subdirector y redactores de la talla de Juan Carlos Onetti o Carlos Maggi.

Líder de la Lista 15

Miembro de la casta dirigente del Partido Colorado, alternó con los "jóvenes turcos" que rodearon a Batlle Berres y tendrían larga actuación posterior: Saguinetti, Zelmar Michelini, Hugo Batalla, Manuel Flores Mora, Eduardo Paz Aguirre, Glauco Segovia.

El liderazgo de la Lista 15, sector mayoritario del Partido Colorado entre 1950 y 1962, no le llegó sin combate. Uruguay tenía un Poder Ejecutivo colegiado de nueve miembros, como había propuesto José Batlle y Ordóñez desde 1913, pero Jorge Batlle pretendía un regreso al presidencialismo unipersonal. Forzó unas elecciones internas de la Lista 15 que ganó en noviembre de 1965, a poco más de un año de la muerte de su padre. Pero quienes no aceptaron al nuevo líder, entre los que se contaban Amílcar Vasconcellos, Manuel Flores Mora y Alba Roballo, se tiraron por cuenta propia o respaldaron la fórmula Óscar Gestido-Jorge Pacheco Areco en las elecciones nacionales de 1966.

Jorge Batlle
Elecciones presidenciales 2009
Elecciones presidenciales 2009

El 27 de noviembre de 1966 se aprobó una nueva Constitución (que, con algunas enmiendas, rige hasta hoy), propuesta por múltiples sectores, con Batlle y Sanguinetti en primera línea. Triunfó el Partido Colorado pero Batlle fue derrotado por Gestido, quien asumió la Presidencia de la República el 1º de marzo de 1967.

Pacheco y los tupamaros

La Lista 15 participó del gabinete de Gestido, quien falleció en diciembre de 1967, y en el de su sucesor, Pacheco Areco. Fueron tiempos de grave crisis económica, al borde de la hiperinflación, y de gran agitación política. En 1968 el gobierno de Pacheco Areco aplicó un plan anti-inflacionario de shock, la "congelación" de precios y salarios, que dio resultados inmediatos aunque luego fue desatendido. Ese año Jorge Batlle fue acusado de haberse beneficiado de información confidencial sobre una inminente devaluación abrupta del peso uruguayo, en una era de control de cambios, y la compraventa de moneda extranjera. La presunta "infidencia", invocada durante décadas por sus detractores aunque nunca probada, fue uno de los grandes lastres que padeció la Lista 15 bajo el liderazgo de Batlle.

Esos años fueron de radicalización política, con grandes conflictos laborales y el auge de la guerrilla del MLN-Tupamaros. El gobierno fue cada vez más autoritario y personalista. Su líder, Pacheco Areco, intentó la reelección en 1971 (no lo logró pero la reforma constitucional para permitirlo tuvo una votación muy significativa). Batlle, entonces senador, y Julio Sanguinetti, como ministro de Industria y Comercio entre 1969 y 1971, fueron las primeras espadas de la Lista 15. Los partidos de izquierda, hasta entonces insignificantes, tentaron acuerdos que desembocaron en la creación del Frente Amplio.

Jorge Batlle se batió a duelo con sable con Manuel Flores Mora el 11 de noviembre de 1970, según la ley de Duelos que rigió entre 1920 y 1992, por motivos políticos.

Se infligieron heridas menores. Por el mismo motivo, 20 días antes Julio Sanguinetti había herido rápidamente a Flores Mora en un brazo con su sable.

Los ataques por izquierda y derecha contra la Lista 15 no menguaron

En las elecciones nacionales de noviembre de 1971 el Partido Colorado se impuso a los blancos por escaso margen. Juan María Bordaberry, delfín del presidente Pacheco Areco, derrotó fácilmente en la interna colorada a la fórmula Batlle-Renán Rodríguez.

La Lista 15 participó del gabinete de Bordaberry a partir de 1972, aunque sus tres ministros (Sanguinetti en Educación y Cultura, Walter Pintos Risso en Obras Públicas y Francisco Forteza en Economía y Finanzas) renunciaron en noviembre de ese año luego que la justicia militar encarceló a Jorge Batlle por "ataque a la fuerza moral del Ejército". Las Fuerzas Armadas y la Policía habían derrotado a la guerrilla de los tupamaros y ya mostraban ambiciones golpistas y moralizadoras que Batlle denunció.

Dictadura: larga travesía

El líder de la 15 se opuso al golpe de Estado que se concretó entre febrero y junio de 1973. Los militares impidieron la salida del diario Acción y, años más tarde, Batlle vendió radio Ariel para pagar las deudas del periódico.

Jorge Batlle
Líber Seregni y Jorge Batlle conversan durante un acto. 1994
Líber Seregni y Jorge Batlle conversan durante un acto. 1994

Prohibido, proscripto y sin documentos, pues los militares se los quitaron, jamás dejó de hacer política e integró la dirección clandestina de su partido.

Sobrevivió con la compra-venta de ganado en Brasil. Intentó múltiples negocios rurales –desde la huerta a la crianza de ganado: el campo fue una de sus pasiones– y en más de una ocasión perdió sus bienes materiales. Vivió de hipoteca en hipoteca. La quiebra o la insolvencia fueron para él estados casi perpetuos: sea por financiar actividades políticas, por realizar malos negocios o por las carreras de caballos.

Fue un "burrero" irredento, tanto que hasta recibió un tiro en un pie en un oscuro incidente en el Hipódromo de Maroñas en marzo de 1979.

En 1980 recorrió el país en campaña contra el proyecto constitucional de los militares, que fue rechazado por el 58% de los participantes en el plebiscito del 30 de noviembre.

No pudo competir en las elecciones internas partidarias de noviembre de 1982, cuando Sanguinetti y Enrique Tarigo, la estrella en ascenso, arrebataron el liderazgo del Partido Colorado a Pacheco Areco. El régimen le devolvió sus derechos políticos ("desproscripción") en noviembre de 1983, y respaldó el acuerdo del Club Naval de agosto de 1984 entre los militares, el Partido Colorado y el Frente Amplio, que fijó la ruta de apertura. En las elecciones nacionales de noviembre de ese año, en las que triunfó su partido y la fórmula Sanguinetti-Tarigo, fue electo senador.

El brazo arrancado

Entonces parecía un político decadente, destinado al eclipse tras las poderosas figuras de Sanguinetti y Tarigo, tras múltiples naufragios políticos y personales.

En 1988, un año antes de las elecciones nacionales, el presidente Sanguinetti optó por Enrique Tarigo como candidato a sucederlo, con lo que rompió la hermandad política que lo había unido a Jorge Batlle por más de tres décadas.

Batlle se mostró muy afectado. "Siento como si me hubieran arrancado un brazo", declaró.

Pero contra toda esperanza, corto de apoyos internos, resolvió dar pelea. Forzó la realización de elecciones internas y el 28 de mayo de 1989, tras una campaña homérica, derrotó a Tarigo con el 53,7% de los sufragios contra 40,5%.

Luego, durante seis meses, hizo una campaña hacia las elecciones nacionales entre excéntrica y desaforada: frontal, molesto, la antítesis de un demagogo. Se hizo muy popular su propuesta de vender las reservas de oro para pagar la deuda pública uruguaya y así acabar con el exceso de emisión de dinero y la inflación, que entonces iba rumbo a los tres dígitos.

Al fin perdió la Presidencia ante el blanco Luis Alberto Lacalle, quien lo superó por ocho puntos porcentuales, un margen muy holgado. De nuevo, como en 1965-1966, Jorge Batlle pareció destinado a grandes triunfos internos y a graves derrotas nacionales, como un futbolista brillante que siempre pierde la pelota por hacer un moña de más.

Jorge Batlle
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Cada día más solo, en las elecciones de 1994 fue un candidato a la Presidencia casi testimonial. Julio Sanguinetti arrebató el gobierno por estrecho margen a los blancos y en 1995 inició su segunda Presidencia con Batlle como senador. En 1996 ambos impulsaron la reforma constitucional que introdujo la candidatura única por partido y la segunda vuelta o balotaje.

Presidencia y crisis

Batlle renunció al Senado en 1998 y, otra vez contra toda esperanza, en abril de 1999 derrotó en las internas a Luis Hierro López, favorito de Sanguinetti. Pero esta vez el Partido Colorado se alineó disciplinadamente tras la fórmula Batlle-Hierro, que en las nacionales de octubre logró el segundo lugar tras el frenteamplista Tabaré Vázquez. Un mes después, tras conseguir el respaldo explícito del Partido Nacional, el enemigo histórico de los Batlle desde 1870, Jorge Batlle ganó el balotaje y la Presidencia de la República en su quinto intento.

Jorge Batlle
Luego de prestar juramento el nuevo presidente de la República Jorge Batlle en compañía del vicepresidente Luis Hierro López
Luego de prestar juramento el nuevo presidente de la República Jorge Batlle en compañía del vicepresidente Luis Hierro López

Fue un tiempo trágico, en buena medida heredado y ajeno a su responsabilidad, aunque fiel al destino familiar: Lorenzo Batlle gobernó en medio del caos económico-financiero y la guerra civil; José Batlle y Ordóñez contribuyó a la gran recesión y al "default" de 1913-1914; y Luis Batlle Berres dejó el gobierno en el inicio de un largo período de estancamiento y alta inflación.

Apenas asumió, convocó a una amplia Comisión para la Paz que por años investigó lo sucedido con unas 30 personas desaparecidas en Uruguay durante la dictadura de 1973-1985.

Propuso una mayor apertura económica y una reforma del Estado, fiel a sus principios liberales, pero enfrentó la resistencia de la izquierda, que en 2003 incluso le obligó a revocar una ley que permitía que la petrolera Ancap se asociara con operadores privados. Sin embargo logró conceder a empresas privadas las operaciones del puerto de Montevideo y del aeropuerto de Carrasco, que mejoraron radicalmente sus instalaciones y prestaciones.

Consiguió que la finlandesa Botnia dejara sus proyectos en Argentina y construyera una gigantesca fábrica de celulosa en Fray Bentos, un hecho decisivo para la emergente industria forestal uruguaya; aunque ello acarreó un grave conflicto con Argentina que en los hechos se arrastró hasta la asunción de Mauricio Macri a fines de 2015. (En una famosa entrevista con Bloomberg que se divulgó en junio de 2002, Jorge Batlle había profetizado: "Pero Macri no juega ni en la reserva de Boca, querido. ¿Sabe quién va a ser el próximo presidente de Argentina? Carlos Saúl Menem...". El ex presidente Menem ganó la primera vuelta de la elección de 2003 pero luego renunció a presentarse al balotaje ante Néstor Kirchner para evitar la derrota).

La aparición de focos de aftosa en 2001 cerró a Uruguay los mercados que pagaban mejor. Brasil devaluó su moneda 60% en enero de 1999. Sus socios del Mercosur quedaron fuera de precio y las exportaciones, que habían sido muy altas en los '90, se derrumbaron. Argentina colapsó en 2001 y Uruguay –que estaba en recesión desde 1999– terminó de caer en 2002.

El gobierno uruguayo, que era en esencia una frágil coalición, intentó sucesivos ajustes para tapar el agujero en sus cuentas, que creció al compás de la recesión. El producto bruto cayó más de 16% en cuatro años consecutivos, entre 1999 y 2002.

A las corridas

Los clientes argentinos de la banca uruguaya, que poseían más de la tercera parte del total de depósitos, iniciaron una "corrida" por retiros que provocó un feriado bancario el 30 de julio de 2002, la quiebra de varias instituciones y la reprogramación o "corralito" de depósitos en algunas instituciones, entre ellas el Banco de la República.

Por exigencia de sus socios del Partido Nacional, cayeron los titulares de Economía y del Banco Central, Alberto Bensión y César Rodríguez Batlle, quienes fueron sustituidos por Alejandro Atchugarry y Julio de Brun. A la postre este nuevo equipo, de perfil bajo y talante conciliador, se llevaría buena parte del crédito por la salida de la crisis, que –a diferencia del "default" argentino– incluyó un canje voluntario de deuda pública con los acreedores, que en 2003 aceptaron estirar los plazos.

Batlle logró del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, un préstamo directo por US$ 1.500 millones, lo que forzó la asistencia de un hasta entonces renuente Fondo Monetario Internacional. El dinero puesto sobre la mesa acabó con la "corrida" bancaria.

Jorge Batlle y ministros en EEUU 2003
Batlle y sus ministros en Estados Unidos, en 2003, saliendo del Departamento del Tesoro. En la foto está el embajador de EEUU de la época, Martin Silverstein
Batlle y sus ministros en Estados Unidos, en 2003, saliendo del Departamento del Tesoro. En la foto está el embajador de EEUU de la época, Martin Silverstein

La economía uruguaya comenzó a recuperarse en 2003, ayudada por el auge internacional de las materias primas, en un sólido proceso expansivo que se extendió hasta 2015 inclusive.

La "crisis de 2002", que en realidad fue más prolongada, fue la mayor de Uruguay desde la Gran Depresión de los años '30. Muchas empresas quebraron, el desempleo anual llegó a un promedio de 17% y las clases medias y bajas se desplomaron. Unos 150.000 uruguayos emigraron entre 2000 y 2008.

"We are fantastic"

Con perspectiva de largo plazo, algunos analistas rescatan aspectos del gobierno de Batlle en un tiempo imposible, y acotan su grado de responsabilidad. Pero el presidente también agravó crisis por sus acciones impulsivas, y por su tendencia a opinar sobre todos los temas, en una suerte de incontinencia verbal.

En abril de 2002, luego que el caudillo Fidel Castro lo insultara, rompió relaciones diplomáticas con Cuba. Mantuvo una relación amistosa con el caudillo venezolano Hugo Chávez, aunque criticó sus planes y propuestas. "(El proyecto de Comunidad Sudamericana de Naciones) es una comunidad de pobres que no se pueden comunicar entre sí", sostuvo.

Jorge Batlle
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El 6 de agosto de 2002, en medio de una gran depresión anímica nacional, dijo públicamente a Paul O'Neill, secretario del Tesoro (ministro de Economía) de Estados Unidos, quien visitaba Uruguay: "We are fantastic".

En una entrevista de la agencia Bloomberg, que fue divulgada a inicios de junio de 2002, cuando creyó que hablaba en privado sostuvo que los argentinos, o su clase política, eran "una manga de ladrones del primero al último". El 4 de julio concurrió a la Casa Rosada, en Buenos Aires, y ante el presidente Eduardo Duhalde y cámaras de televisión, pidió disculpas mientras enjugaba sus lágrimas.

Quince años antes le había contado a César di Candia: "Yo (en televisión) salgo como soy, no muy agraciado. Lo que me pasa a mi es que no sé disimular, ni me preocupa disimular. Si estoy enojado, salgo enojado, y si estoy triste, salgo triste. Se me nota todo. La familia Batlle es una familia emotiva y llorona y eso también se me nota... Soy terriblemente imprudente, pero ya no tengo arreglo. Soy demasiado franco. Creo en lo que digo y me tiro al agua".

El fin

Las elecciones de octubre de 2004 pusieron de manifiesto el desmoronamiento del Partido Colorado (que recogió un ínfimo 10,3% de los sufragios) y cerraron el ciclo de los Batlle. También abrieron un largo período de gobiernos del Frente Amplio, una nueva propuesta de centro-izquierda que se agregó al juego político uruguayo después de casi dos siglos de colorados, blancos, "fusionistas" o dictaduras militares.

Jorge Batlle
Batlle hace entrega de la banda presidencial a Tabaré Vázquez
Batlle hace entrega de la banda presidencial a Tabaré Vázquez

Jorge Batlle logró una banca en el Senado, que fue ocupada por Isaac Alfie, su último ministro de Economía. También rechazó la embajada en Washington que le ofreció el presidente electo, Tabaré Vázquez.

"Yo aspiraba a mucho más, aspiraba a cambiar el Uruguay, y no lo conseguí", dijo a la agencia EFE poco antes de dejar la Presidencia. "Fui como un goalkeeper: desde que entré (en marzo de 2000) hasta el 2003 me la pasé atajando goles".

En los últimos años de su vida se lo vio en asuntos personales, en hipódromos de cualquier parte, incluso de los suburbios de París, o paseando por las calles de Montevideo, cumpliendo trámites en oficinas públicas o en bancos, con un paso juvenil y el saludo fácil. "Muchos jóvenes me piden libros –contó– y se los presto". Siguió tratando con cualquiera que mostrara interés y opinó sobre muchas cosas, con la inclemencia de siempre: "Tabaré Vázquez tiene un gran problema con José Mujica"; Si seguimos discutiendo la integración económica, "en diez años tenemos que mudarnos de planeta"; "Ojalá no haya petróleo en Uruguay".

"No soy discriminador. Yo me caliento, no me enojo, y ahora me caliento menos", dijo en octubre de 2015 a un portal de Internet (eltelescopio.com.uy). "Estoy bastante sano y tengo 88 años, voy para 100".

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