Líos en la educación son ficción de la prensa, según Netto

Los enfrentamientos entre los jerarcas de la educación, conocidos e informados por los distintos medios de comunicación desde hace meses, tuvieron su mayor expresión pública en la última semana, cuando unas declaraciones del entonces director de Educación, Juan Pedro Mir, provocaron su destitución y posterior renuncia del subsecretario del Ministerio de Educación y Cultura, Fernando Filgueira.

Luego de todos esos episodios, el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Wilson Netto –quien según todas esas versiones estaba enfrentado a Filgueira y Mir- había guardado silencio.

Este miércoles Netto volvió a escena, al organizar una recorrida por distintos centros educativos de San José y Maldonado.

En la primera de esas apariciones públicas, en la escuela técnica "Alfredo Zitarrosa" del kilómetro 29,500 de la ruta 1, Netto contestó las preguntas de los periodistas sobre los líos internos del gobierno. Y su reacción fue desmentir que existan problemas. Dijo que por el contrario, son todas construcciones de la prensa.

"Uno no tiene que creer todo lo que dice la prensa. A veces se generan imágenes y tramas, que uno que está más cercano a la realidad, observa con asombro la capacidad de construcción", dijo Netto a los medios.

"Hay personas que tienen una gran capacidad de generar distintas obras, que luego son puestas en acción", agregó el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

Los periodistas también le preguntaron a Netto si él cree que las renuncias de Mir y Filgueira pueden afectar los cambio que el Frente Amplio propuso en la campaña electoral para la educación. "No creo", respondió. "Independientemente del lugar que ocupen, si su objetivo es la mejora de la educación, van a estar a disposición para aportar", agregó.

"Hay un conjunto de compañeros que venimos trabajando para aportar al sistema", señaló Netto.

La ministra de Educación, María Julia Muñoz, también había realizado declaraciones similares el lunes, desestimando la importancia de las renuncias y el valor de Filgueira y Mir.