Desde la madrugada del jueves pasado, cientos de miles de fanáticos de todo el mundo resignan horas de sueño con tal de ver los nuevos episodios de la tercera temporada de la producción original de Netflix Orange is the new black. La serie relata en plan de comedia las desventuras de un grupo de mujeres presidiarias.
El pago para la vasta mayoría de audiencia es la satisfacción de saber qué pasa con la protagonista de la historia, Piper, y con el resto de las habitantes de la prisión. Pero ese no es el caso para los taggers de Netflix. La descripción oficial de su puesto de trabajo, que significa algo así como "etiquetadores", es personas a quienes les pagan por mirar películas y contenidos televisivos para el servicio de streaming por internet. Son espectadores remunerados.
Etiquetar implica ingresar palabras o frases que describen la película o la serie de televisión dentro de la base de datos de la compañía, con la intención de lograr que las funciones de búsqueda de Netflix sean más precisas.
Eso ayuda a la compañía a categorizar su catálogo, que se encuentra en un permanente estado de cambio, para dar recomendaciones más acertadas a sus espectadores. Es decir que se inserta el factor humano a un complejo algoritmo computarizado.
Uno de ellos
Josh Garrell es uno de los 40 taggers empleados por Netflix. A sus 35 años, ha visto una buena cantidad de películas y programas de televisión en sus dos años y medio de trabajo en la compañía. "Incluso aunque no quiera hacer este trabajo, probablemente miraría la misma cantidad de programas que miro ahora", dijo Garrell. "Solo tengo la suerte suficiente como para que me paguen por hacerlo", agregó.
Netflix contrata a sus taggers solamente en un régimen de medio tiempo, aunque a Garrell le gustaría que fuera una ocupación a tiempo completo. También trabaja como productor freelance para televisión y cine. Pero cuando está en su sillón frente a su pantalla de 110 pulgadas con proyector, está etiquetando para Netflix.
El número de tareas asignadas varía cada día. Mientras que Netflix dice que intentan darle a sus taggers trabajos basados en los géneros que más les gustan, no es una garantía de que esto suceda.
Un ejemplo de esto es Bonnie and Clyde: Justified, una versión actualizada de clase B de la historia de la pareja de criminales estadounidenses, que Garrell considera como su trabajo más ridículo como tagger hasta el momento.
"Algunas de las aptitudes que Netflix busca en un tagger son que sea alguien con un apetito voraz al momento de ver todo tipo de programas de televisión y películas", explica Garrell.
Netflix también busca que sus etiquetadores estén familiarizados con la industria cinematográfica y tengan una mente analítica.
Pero no es tan fácil conseguir uno de estos trabajos, al menos por el momento. Netflix mantiene un reducido número de taggers y las vacantes en este tipo de puestos suelen ser ocupadas casi enseguida del instante en el que se libera el puesto.
Garrell se entrevistó en Netflix para otro trabajo y, cuando no lo consiguió, le ofrecieron el puesto de tagger, que aceptó enseguida. "Diría que, a excepción de conducir un camión de helados, este es absolutamente el mejor trabajo que hay disponible", dice Garrell. Es probable que nadie pueda contradecirlo.