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Macri: "Terminó la época en que la obra pública estaba ligada a la corrupción"
El presidente argentino defiende su gestión mientras recibe duras críticas del kirchnerismo
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08 de mayo de 2016 a las 05:00
El presidente argentino, Mauricio Macri, aseguró que "se terminó la época en que la obra pública sólo estaba ligada a la corrupción" y ratificó el compromiso del gobierno con la mejora de las infraestructuras, según informaron fuentes oficiales.
"La obra pública debe traer beneficios y ventajas en la calidad de vida de la gente", recalcó Macri, durante una visita el día sábado a las obras de electrificación de una de las líneas de ferrocarril que conectan la capital argentina con la provincia de Buenos Aires (utilizadas diariamente por decenas de miles de pasajeros), según transmitió la Presidencia argentina en un comunicado.
El mandatario se pronunció así tras varias semanas marcadas por los avances de la Justicia argentina contra ex altos cargos kirchneristas y empresarios afines, en distintas causas que investigan delitos como enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, relacionados con sobrecostos en las licitaciones de construcción de infraestructuras estatales.
Las de mayor impacto en la opinión pública, son las que investigan al empresario Lázaro Báez –cercano al fallecido ex presidente Néstor Kirchner y principal adjudicatario de obras públicas en la sureña provincia de Santa Cruz (bastión kirchnerista)-, quien permanece detenido mientras sus extensas propiedades son registradas por la Fiscalía en busca de pruebas de una trama de lavado de dinero.
Macri, acompañado por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, hizo hincapié en que el gobierno está ejecutando proyectos para "garantizar un mejor funcionamiento del sistema" de ferrocarril, nacionalizado durante el kirchnerismo tras varios accidentes graves que dejaron decenas de muertos desde el 2012.
El juicio por el más grave de esos siniestros condenó, a finales de 2015, a dos ex secretarios de Transporte kirchneristas –Ricardo Jaime (2003-2009) y Juan Pablo Schiavi (2009-2012)- a seis y ocho años de cárcel por "administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública", aunque las sentencias aún pueden ser apeladas.
Macri también se refirió a los elogios a nivel internacional y entre los argentinos, que ha recibido por sus reformas económicas en los primeros cuatro meses de gobierno, y agregó que este año ingresarán a Argentina más de US$ 20.000 millones en inversiones, principalmente en los sectores agropecuario y de energía. Además, indicó que los proyectos que se adjudicarán en energías renovables implicarán inversiones entre US$ 3.000 y US$ 4.000 millones.
"La palabra despido no estaba en los diarios hasta que llegó Macri. No se hablaba de eso", admitió Kicillof y calificó de "fantástico" el proyecto de ley que impulsa la oposición para prohibir las cesantías por 180 días.
Para el dirigente camporista, "los despidos son culpa de la política económica de Macri, no de las leyes nacionales". En esa línea, evaluó que la ley antidespidos, que ya cuenta con media sanción del Senado, "es un pedido de las centrales obreras y un disparador", en referencia a que "los dirigentes sindicales no son tontos" y que "no alcanza con una ley" porque "hay que generarles condiciones a las empresas", indicó.
"Probablemente salga una ley para cuidar a las Pymes", dijo y agregó: "Quizás tengamos que hacer pronto una ley de emergencia de las Universidades Nacionales. Tenemos que dictar todas las emergencias que debamos".
En una entrevista publicada ayer por el diario tucumano La Gaceta, planteó que Macri "ganó diciendo generalidades, con una campaña ambigua", pero que más allá de esto, el Frente para la Victoria "está aprendiendo a ser oposición". Y, aclaró que "estamos tratando de ser una oposición que reconozca lo que hace bien esta gestión, y que además pueda gobernar en los distritos donde está".
"La obra pública debe traer beneficios y ventajas en la calidad de vida de la gente", recalcó Macri, durante una visita el día sábado a las obras de electrificación de una de las líneas de ferrocarril que conectan la capital argentina con la provincia de Buenos Aires (utilizadas diariamente por decenas de miles de pasajeros), según transmitió la Presidencia argentina en un comunicado.
El mandatario se pronunció así tras varias semanas marcadas por los avances de la Justicia argentina contra ex altos cargos kirchneristas y empresarios afines, en distintas causas que investigan delitos como enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, relacionados con sobrecostos en las licitaciones de construcción de infraestructuras estatales.
Las de mayor impacto en la opinión pública, son las que investigan al empresario Lázaro Báez –cercano al fallecido ex presidente Néstor Kirchner y principal adjudicatario de obras públicas en la sureña provincia de Santa Cruz (bastión kirchnerista)-, quien permanece detenido mientras sus extensas propiedades son registradas por la Fiscalía en busca de pruebas de una trama de lavado de dinero.
Macri, acompañado por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, hizo hincapié en que el gobierno está ejecutando proyectos para "garantizar un mejor funcionamiento del sistema" de ferrocarril, nacionalizado durante el kirchnerismo tras varios accidentes graves que dejaron decenas de muertos desde el 2012.
El juicio por el más grave de esos siniestros condenó, a finales de 2015, a dos ex secretarios de Transporte kirchneristas –Ricardo Jaime (2003-2009) y Juan Pablo Schiavi (2009-2012)- a seis y ocho años de cárcel por "administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública", aunque las sentencias aún pueden ser apeladas.
Macri también se refirió a los elogios a nivel internacional y entre los argentinos, que ha recibido por sus reformas económicas en los primeros cuatro meses de gobierno, y agregó que este año ingresarán a Argentina más de US$ 20.000 millones en inversiones, principalmente en los sectores agropecuario y de energía. Además, indicó que los proyectos que se adjudicarán en energías renovables implicarán inversiones entre US$ 3.000 y US$ 4.000 millones.
Una voz disonante
El diputado del Frente para la Victoria y ex ministro de Economía Axel Kicillof sostuvo que no se hablaba de despidos en el país (ver página 16) hasta que llegó el gobierno del presidente Mauricio Macri, al tiempo que evaluó que el kirchnerismo está aprendiendo a ser oposición."La palabra despido no estaba en los diarios hasta que llegó Macri. No se hablaba de eso", admitió Kicillof y calificó de "fantástico" el proyecto de ley que impulsa la oposición para prohibir las cesantías por 180 días.
Para el dirigente camporista, "los despidos son culpa de la política económica de Macri, no de las leyes nacionales". En esa línea, evaluó que la ley antidespidos, que ya cuenta con media sanción del Senado, "es un pedido de las centrales obreras y un disparador", en referencia a que "los dirigentes sindicales no son tontos" y que "no alcanza con una ley" porque "hay que generarles condiciones a las empresas", indicó.
"Probablemente salga una ley para cuidar a las Pymes", dijo y agregó: "Quizás tengamos que hacer pronto una ley de emergencia de las Universidades Nacionales. Tenemos que dictar todas las emergencias que debamos".
En una entrevista publicada ayer por el diario tucumano La Gaceta, planteó que Macri "ganó diciendo generalidades, con una campaña ambigua", pero que más allá de esto, el Frente para la Victoria "está aprendiendo a ser oposición". Y, aclaró que "estamos tratando de ser una oposición que reconozca lo que hace bien esta gestión, y que además pueda gobernar en los distritos donde está".
