Mundo > REGIÓN
Maduro acepta mediación de Brasil y Argentina ante Colombia
Bogotá exige condiciones antes de una reunión de alto nivel
Tiempo de lectura: -'
08 de septiembre de 2015 a las 08:56
A última hora de ayer el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció que acepta la mediación de Brasil y Argentina en el conflicto fronterizo bilateral por el cual Caracas cerró su frontera con Colombia.
"Me propusieron, a nombre de la presidenta Dilma Rousseff y la presidenta Cristina Fernández, una reunión o en Manaos o en Buenos Aires entre usted y yo", dijo Maduro dirigiéndose al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, durante una alocución televisiva desde el palacio de gobierno en Caracas.
"No me rehuya más, vamos a vernos, restituyamos la relaciones de diálogo, de respeto, de convivencia, de coexistencia entre modelos", pidió a su homólogo colombiano.
La tarde de ese mismo lunes el propio Santos había señalado que reiteraba su "disposición a reunirse con el presidente Maduro" para "un diálogo serio", añadiendo que aceptó la oferta del presidente uruguayo, Tabaré Vásquez, de facilitar el diálogo entre Caracas y Bogotá, con un posible encuentro en Montevideo.
La crisis bilateral estalló el 19 de agosto, cuando Maduro decretó el cierre de una parte de la frontera tras un ataque a militares venezolanos durante una operación anticontrabando, que el mandatario atribuyó a "paramilitares colombianos".
Pero la tensión aumentó hace poco más de una semana, cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores en medio de denuncias de violaciones de derechos humanos de los afectados.
Desde Colombia, la canciller María Ángela Holguín respondió que el presidente no se reunirá con el venezolano hasta que no se cumplan las tres condiciones que fijó la semana pasada: que Colombia devuelva los enseres que secuestro de venezolanos, que los niños colombianos que quedaron en Venezuela puedan regresar y reunirse con sus padres, y que los infantes puedan asistir a la escuela.
Hasta ahora solo se cumplió el último requisito.
Según datos actualizados ayer por Santos, la crisis fronteriza ha dejado casi 14.000 colombianos afectados, entre ellos 1.443 deportados desde Venezuela y el resto que han huido por temor a ser expulsados sin sus familias o pertenencias.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.219 km, en la que denuncian la actividad de grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros productos altamente subsidiados por el gobierno venezolano.
"Me propusieron, a nombre de la presidenta Dilma Rousseff y la presidenta Cristina Fernández, una reunión o en Manaos o en Buenos Aires entre usted y yo", dijo Maduro dirigiéndose al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, durante una alocución televisiva desde el palacio de gobierno en Caracas.
"No me rehuya más, vamos a vernos, restituyamos la relaciones de diálogo, de respeto, de convivencia, de coexistencia entre modelos", pidió a su homólogo colombiano.
La tarde de ese mismo lunes el propio Santos había señalado que reiteraba su "disposición a reunirse con el presidente Maduro" para "un diálogo serio", añadiendo que aceptó la oferta del presidente uruguayo, Tabaré Vásquez, de facilitar el diálogo entre Caracas y Bogotá, con un posible encuentro en Montevideo.
La crisis bilateral estalló el 19 de agosto, cuando Maduro decretó el cierre de una parte de la frontera tras un ataque a militares venezolanos durante una operación anticontrabando, que el mandatario atribuyó a "paramilitares colombianos".
Pero la tensión aumentó hace poco más de una semana, cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores en medio de denuncias de violaciones de derechos humanos de los afectados.
Desde Colombia, la canciller María Ángela Holguín respondió que el presidente no se reunirá con el venezolano hasta que no se cumplan las tres condiciones que fijó la semana pasada: que Colombia devuelva los enseres que secuestro de venezolanos, que los niños colombianos que quedaron en Venezuela puedan regresar y reunirse con sus padres, y que los infantes puedan asistir a la escuela.
Hasta ahora solo se cumplió el último requisito.
Según datos actualizados ayer por Santos, la crisis fronteriza ha dejado casi 14.000 colombianos afectados, entre ellos 1.443 deportados desde Venezuela y el resto que han huido por temor a ser expulsados sin sus familias o pertenencias.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.219 km, en la que denuncian la actividad de grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros productos altamente subsidiados por el gobierno venezolano.
