El presidente de Venezuela,
Nicolás Maduro, restringió por decreto las facultades del Parlamento, controlado por la coalición opositora de la
Mesa de la Unidad Democrática (MUD), para aprobar mociones de censura y remover a sus ministros, alegando que ello agravaría la crisis económica. De esta manera, Maduro blinda a su gobierno de los ataques de la oposición, en el marco de un proceso revocatorio que ya completó su primera fase.
La medida se toma luego de que la semana pasada la mayoría opositora destituyera al ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres, al votar una moción de censura que lo responsabiliza de la grave escasez de alimentos que sufre el país. Maduro descartó remover al ministro, al afirmar que la "decisión es írrita y nula" y por tanto "no existe".
El decreto considera que la Asamblea General está en desacato frente al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y actúa con una "mayoría burguesa circunstancial opuesta al orden constitucional" que ha "propiciado un clima de confrontación".
El TSJ, que la oposición acusa de estar alineado con el gobierno, modificó recientemente el reglamento interno y de debates de la cámara, lo que según Maduro invalida la moción de censura contra Marco Torres.
El pasado 17 de marzo, la corte prorrogó por 60 días una
emergencia económica declarada por Maduro en enero, dándole al mandatario poderes especiales en un escenario en que asegura hay "una crisis estructural del modelo rentista por la caída abrupta de los precios del petróleo", a lo que añade un supuesto "boicot económico y financiero nacional e internacional".
Esos poderes autorizan al gobierno a disponer de bienes del sector privado para garantizar el abastecimiento de productos básicos, limitar el ingreso y salida de moneda local en efectivo y facilitar la entrega de divisas para agilizar las importaciones.
Aunque el poder legislativo se negó a validar la emergencia por considerar que el mandatario ya disponía de medidas para enfrentar la crisis, el TSJ se plantó con firmeza.
El país petrolero, que obtiene 96% de sus divisas del crudo, ha recortado drásticamente las importaciones de alimentos, medicinas y bienes esenciales, de las cuales depende su economía.
El cuadro económico de Venezuela muestra un retroceso de 5,7% en el PIB el año pasado, una inflación de 180,9% en 2015 (la más alta del mundo) y pronosticada en 700% por el Fondo Monetario Internacional para 2016, la escasez de dos tercios de los productos básicos, y cortes eléctricos diarios e intermitentes.
Recuento de firmas
El Consejo Nacional Electoral (CNE) comenzó ayer a revisar cerca de dos millones de firmas que presentó la oposición para activar el referéndum revocatorio contra Maduro, quien se dijo listo para enfrentarlo pese al disgusto popular por la crisis económica. El CNE, acusado por la oposición de servir al gobierno, debe revisar en cinco días las listas y en otros cinco llamar a los firmantes a ratificar su apoyo con la huella digital.
Si el organismo electoral las valida, autorizará la recolección, en tres días, de otras cuatro millones de rúbricas (20% del registro electoral) requeridas para convocar al referéndum, que luego deben ser revisadas en 15 días.
"Lo que diga el CNE palabra sagrada. Si en el segundo paso (...) llegara a decir que se recogieron las firmas, vamos a referéndum y punto", dijo Maduro, en su primera declaración directa sobre la moción de la oposición.