Decenas de opositores se concentran este lunes en Caracas en la quinta protesta contra el gobierno de Nicolás Maduro en lo que va de abril, una estrategia de presión que generó hechos de violencia.
Los manifestantes se reunían en la plaza Brion (este), desde donde planean iniciar una marcha cuyo destino aún no fue anunciado, según adelantó Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento de mayoría opositora.
"El pueblo de Venezuela decidió salir a las calles y no se irá de ellas hasta que sea libre", advirtió este lunes la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en un comunicado.
Maduro está este lunes en La Habana, donde participa de una reunión de cancilleres de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), bloque de izquierda que lideran Cuba y Venezuela.
Las manifestaciones se iniciaron el 1 de abril en rechazo a dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con las cuales se adjudicó temporalmente los poderes del Legislativo y retiró la inmunidad a los diputados, alegando que la cámara desacata sus fallos.
Los dictámenes fueron anulados parcialmente en medio de una fuerte presión internacional, que denunció un quiebre democrático en el país con las mayores reservas petroleras, y dio aliento a las protestas.
Hasta ahora las movilizaciones dejan un muerto y decenas de heridos y detenidos, así como destrozos en una sede del TSJ -atacado el pasado sábado- y el mobiliario urbano del este capitalino.
El gobierno asegura que la persona fallecida -un joven de 19 años- fue baleada por un policía de tránsito en las afueras de Caracas, en el contexto de una manifestación en la que presuntamente no tomaba parte.
El sábado, el excandidato presidencial opositor Henrique Capriles, quien acaba de ser inhabilitado para ejercer cargos públicos durante 15 años, también denunció un incendio provocado en el cuartel general de su partido, en medio de los disturbios.
La Contraloría notificó el viernes 7 a Capriles su inhabilitación para ejercer cargos públicos durante 15 años, lo que efectivamente bloquea sus aspiraciones presidenciales en las elecciones de 2018.
El sábado 8 miles de venezolanos salieron a las calles de Caracas para protestar contra el gobierno de Nicolás Maduro. Los enfrentamientos se iniciaron cuando los manifestantes, convocados por la dirigencia, decidieron a última hora marchar hacia la Defensoría del Pueblo, en el centro, bastión del chavismo y donde están las sedes de los poderes públicos.
El jueves 6 habían intentado algo similar y también fueron contenidos por policías y efectivos de Guardia Nacional con bombas lacrimógenas, chorros de agua y balas de goma. Un grupo de hombres y mujeres con el rostro cubierto respondieron con piedras, mientras el grueso de la marcha aguardaba detrás de ellos.
Los participantes, que en la protesta acusaban a Maduro "dictador", rechazaron además la decisión de la Contraloría que inhabilitó a Capriles para ejercer cargos públicos durante 15 años, lo que bloquea su aspiración presidencial en 2018. La medida fue notificada el viernes 7 y el político la apelará.
También los venezolanos que apoyan al chavismo salieron a la calle el sábado en un acto multitudinario denominado "gran toma cultural, deportiva y recreativa".
La oposición planea nuevas protestas durante la Semana Santa, cuando los empleados públicos estarán de asueto por orden de Maduro, y una "gran" manifestación el 19 de abril, fecha patria en Venezuela.
Maduro denuncia las manifestaciones como un plan para "llenar las calles de sangre" e intentar derrocarlo.
El jefe de los servicios de inteligencia, Gustavo González, informó que fueron capturados los "primeros cabecillas" de una "célula fascista terrorista" que habría impulsado y financiado la violencia el sábado y que sería liderada por el excandidato presidencial y principal figura de la oposición, Henrique Capriles.
Un fuerte contingente de funcionarios policiales, con armas largas, se presentaron casi de madrugada en la oficina política de Capriles. Oficialmente se aclaró que no fue un allanamiento, sino parte de una investigación sobre un incendio que se produjo en ese lugar más temprano que, según denunció Capriles, fue causado por bombas lanzadas por las autoridades.
Diputados de su partido Primero Justicia impidieron el acceso, mientras que a esa hora el gobernador estaba "resguardado".
Maduro, en tanto, asegura que detrás de esa estrategia "golpista" se encuentran Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA), que la semana pasada declaró una "grave alteración del orden democrático" en Venezuela.
El presidente venezolano dijo este domingo que espera "ansioso" que se convoquen las postergadas elecciones municipales y a gobernadores, que es una de las principales exigencias de la oposición en la calle.
"Yo estoy ansioso que se convoquen las elecciones de gobernadores y alcaldes para darles una pela (gran derrota) a esta gente muy pronto, que dejen el guarimbeo (protesta violenta) y la violencia, para responderles con votos", dijo en su programa dominical.
Las elecciones de gobernadores debieron realizarse en diciembre de 2016, pero el poder electoral las suspendió y aún no tienen fecha. Las de alcaldes están pautadas para este año y las presidenciales, las únicas a las que se había referido Maduro en los últimos días, para diciembre de 2018.
En las manifestaciones la oposición exigió que se celebraran las elecciones atrasadas y se adelanten los comicios presidenciales.
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