Sylvia Chebi

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"Muchas veces la limitación está en la propia mujer, que no se anima, que cree no saber"

Además de dirigir Greentizen, Sylvia Chebi es firme impulsora del involucramiento de las mujeres con carreras y emprendimientos tecnológicos
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13 de junio de 2014 a las 18:59

En 2011, la directora ejecutiva de Greentizen, Sylvia Chebi, asistió a Punta Tech, un destacado evento que reúne a emprendedores tecnológicos de la región. Le llamó la atención que prácticamente no hubiera mujeres. Esto la impactó tanto que se puso a investigar. Encontró que en el mundo, a pesar de que los ingenieros son muy solicitados, cada vez menos estudiantes aspiran a serlo. Además se topó con un dato que le preocupó aun más: cada vez menos mujeres se interesan.
Cuando Chebi comenzó la carrera de Ingeniería electrónica en 1981, había 50% y 50% de estudiantes hombres y mujeres, pero hoy ellas representan el 13% de los inscritos (es el mismo porcentaje de egresos). Con eso en mente, Chebi realizó una encuesta en las empresas tecnológicas uruguayas. Su investigación le aportó que solo 10% de los cargos técnicos están ocupados por mujeres (sin contar al grupo Artech, donde esa cifra representa un 50%).

Además de llevar adelante su emprendimiento, una plataforma que fomenta acciones a favor del medio ambiente, desde hace tres años Chebi trabaja con el grupo WClub, generando iniciativas para lograr que más niñas se decidan por estudiar carreras tecnológicas. También es embajadora en Uruguay de la organización Ellas², que busca impulsar a las emprendedoras tecnológicas en Iberoamérica.

“Es un problema mundial, y hay muchas mujeres trabajando en este tema. Hay quien dice que es por la educación de las niñas y su rol. (...) Normalmente el mundo de los emprendedores es masculino. Y, por lo general, los emprendimientos femeninos no son técnicos. Las mujeres somos minoría, y las emprendedoras técnicas mucho más”, comentó.

Un pasado móvil
Chebi tuvo una trayectoria variada en electrónica, desde que Omar de León le ofreció, en 1988, trabajar en Teleconsult. Diez años después pasó a representar a Datum.
Se trataba de una empresa estadounidense especializada en localización vehicular y trabajó para empresas como UCM.

A partir de 2004 se desempeñó en LOC-AID, especializada en localización basada en las redes celulares.

Una nueva aventura
Chebi siempre se sintió una intra-emprendedora, impulsando siempre la innovación como empleada. Pero, luego de dejar LOC-AID, pensó que ya era hora de abandonar ese rol.
Comenzó a investigar la tecnología Smart Grid, basada en redes eléctricas inteligentes. Se trata de contadores avanzados conectados a los electrodomésticos, que permiten controlar el consumo y ahorrar energía.
Un día, Chebi estaba conversando con el actual gerente general de Globant en Uruguay, Pablo Brenner, reconocido ingeniero y emprendedor. Brenner le comentó sobre una idea similar a Smart Grid, pero usando las redes sociales. Le propuso ser parte del proyecto, en el que estaban involucrados también el CEO de Artech, Nicolás Jodal; el dueño de Uniotel, Sergio Fogel, y el presidente de Infocorp, Gabriel Colla.

“Le respondí que no era para mí, que no sabía nada de desarrollo de software. Y que con todos esos grandes no me animaba, porque eran referentes, eran los cracks”, recordó. Brenner insistió: “¿Qué tenés para perder? Probá seis meses”. Chebi aceptó. Fue así que a fines de 2010 comenzó Greentizen, un emprendimiento que “no es fácil” pero se enfoca en un tema que le fascina.
Greentizen funciona como una red social ecológica basada en la obtención de puntos que se generan cuando el usuario notifica que realizó una de las acciones propuestas. “La idea era empezar con el ahorro de energía, pero luego se fue volcando a todo lo que es sustentabilidad porque la gente fue proponiendo nuevas tareas”, comentó Chebi. El modelo de negocios incluye varias fuentes de ingreso: a través de empresas interesadas en vincularse al cuidado medioambiental que subvencionan premios para los usuarios, patrocinan acciones o que compran publicidad en el sitio www.greentizen.com. “El CEO de Punto Ogilvy, Pablo Marqués, que está en el proyecto, ayuda mucho con la llegada a las empresas”, explicó Chebi.

Greentizen participó de la aceleradora de negocios Agora Partnerships –que promueve emprendimientos sociales y sustentables– y del fondo latinoamericano de inversiones Impacto. “Es como la nueva filantropía, en lugar de donar plata, buscan ayudar a empresas que se puedan sostener”, explicó. Además, Chebi ganó una beca en Social Capital Markets y pudo tener un fin de semana de aceleración muy útil en San Francisco. A raíz de ello, la invitaron a brindar una charla en un foro de inversiones, y consiguió un inversor.

Greentizen no es el único emprendimiento en el que trabaja Chebi. Con la incubadora ThalesLab está apoyando varios emprendimientos, como OkaraTEch, que busca mejorar la agricultura por medio de aplicaciones.

Pequeñas ingenieras
Chebi se reunió con Irene Pazos y Patricia Corbo hace tres años para formar WClub, un grupo enfocado al fomento de las carreras tecnológicas entre las niñas que están eligiendo su carrera, y por desconocimiento o miedo no consideran la ingeniería como posibilidad.

Cada cuarto jueves de abril, en el marco del Día Internacional de las Niñas en las TIC organizan un gran evento. La actividad principal gira entorno a que niñas que cursan segundo y tercer año de liceo puedan escuchar a ingenieras hablar sobre su trabajo, buscando desterrar los prejuicios establecidos. “Una mujer puede divertirse y realizarse a través de una carrera, y no perder femineidad”, apuntó.

Una cuestión de confianza
Chebi es parte de la organización internacional Ellas², fundada en 2009 por Patricia Araque y que realiza eventos enfocados a apoyar a las emprendedoras, como cafés virtuales y levantamiento de fondos.

“La vida del emprendedor es muy solitaria y la vida de una emprendedora lo es más aun. Muchas veces la limitación está en la propia mujer, que no se anima, que cree no saber. He tenido que vencer eso: tengo miedo de decir una pavada en una reunión, pero veo que los demás también dicen pavadas y a nadie le importa. Se trata de animarse. Las mujeres tendemos a tener menos confianza en nosotras mismas”, apuntó. A su entender, no existen hoy día muchos modelos de rol femenino en puestos de liderazgo en el área tecnológica, más allá de Marissa Meyer en Yahoo! y Sheryl Sandberg de Facebook.

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