Mujica durante el acto en Caracas

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Mujica pone gente de confianza para darle su impronta a la UTEC

En el Frente Amplio sostienen que la institución será “el Plan Ceibal” de este gobierno
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15 de enero de 2013 a las 19:32

Generar cambios en la educación fue la principal promesa del presidente José Mujica al asumir y según él mismo admitió, durante los primeros dos años y medio de gobierno los avances fueron escasos y casi nulos. Con los cambios ejecutados sobre finales del año pasado en la cúpula de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y ahora el surgimiento de una nueva universidad, el mandatario pretende dar su impronta a la educación para al menos intentar cambios.

Para la creación de la Universidad Tecnológica (UTEC) en el interior del país, el presidente apuesta a personas que conoce muy bien. El mandatario descartó los nombres que le había mandado la Universidad de la República y eligió a tres académicos vinculados a él o su entorno: Rodolfo Silveira, Pablo Chilibroste y María Antonia Grompone.

“Es gente que el presidente conoce mucho, personalmente. Son personas con enorme solvencia y capacidad de gestión. Esto es el Ceibal de Mujica y por eso seleccionó gente muy potente, con muy fuerte background académico”, dijo a El Observador el senador Enrique Rubio (Vertiente Artiguista).

Algunos de los integrantes de la bancada del FA, en especial los integrantes de la comisión de Educación, fueron consultados a fin de año sobre los nombres que el presidente propuso. Otros se enteraron en la reunión de bancada de ayer, previa a la reunión de la Comisión Permanente.

Con la oposición el gobierno casi no habló del tema. Solo la senadora Lucía Topolansky se comunicó con algunos colegas blancos y colorados para informar los nombres y decirles que quería reunirse con los integrantes de la comisión de Educación el mismo 21 de enero –el día que se intentarán votar las venias– un rato antes de la sesión, explicó a El Observador el legislador colorado, José Amorín.

Mujica lo tenía claro. La designación de las tres personas que integrarán el consejo directivo de la  UTEC le traería problemas. Es que el mandatario, otra vez, se la jugó por gente de su entorno. Como hizo en la ANEP con la designación de Wilson Netto, Mujica pretende que los padres de la nueva universidad sean de su extrema confianza.

El Poder Ejecutivo envió al Parlamento los nombres para que los legisladores voten sus venias pero, para su designación, no tomó en cuenta la opinión de la oposición política, pese a que los votos de blancos y colorados fueron imprescindibles para aprobar la nueva institución.

Los líderes de la oposición ponen en duda que vayan a habilitar las venias. Los legisladores señalaron que pretenden recibir a los académicos en el Parlamento para conocer cuál es el proyecto de los candidatos enviados por el Ejecutivo y a partir de eso tomar una decisión. El FA busca acelerar los plazos y votar las venias en la sesión del 21 de enero pero la oposición planteará prorrogar la decisión (ver nota aparte).

“Liberado”
Mujica puede darle su impronta a los cambios que pretende desarrollar en la educación porque se siente “liberado” de los acuerdos políticos firmados con la oposición a comienzos de 2012, según declaró meses atrás. Ahora, con gente de su confianza, busca descentralizar y fortalecer la enseñanza técnica y de  oficios en el interior del país.

En cierta medida también se siente liberado de la interna del Frente Amplio, luego que los legisladores de su partido le vetaron su proyecto descentralizador de la UTU. Por eso elige a personas que responden directamente a él, sin la necesidad de que respeten cuotas sectoriales.

Eso pasó con la ANEP, cuando en octubre tomaron el mando Netto y Javier Landoni, dos hombres de confianza de Mujica y alineados al MPP. Incluso, la esposa del presidente, Topolansky, comparte charlas en la feria de La Teja con Netto.

El Codicen, a instancias de Topolansky, analiza construir liceos prefabricados. A su vez Netto asumió en octubre con la idea de crear distintas regiones dentro de la ANEP para hacer planes académicos locales, algo sugerido por el presidente.

Mujica también pretende concretar sus ideas desde el comienzo en la UTEC a través de gente de su confianza.  

Los perfiles
Silveira es doctor en Medicina y Ciencias, preside en la actualidad el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) y la Asociación Nacional de Investigación e Innovación (ANII). En lo político, el jerarca del LATU tiene un estrecho vínculo con  Topolansky, según relataron a El Observador fuentes de la educación.

Chilibroste es ingeniero agrónomo, trabaja en la sede de Paysandú de la Facultad de Agronomía y durante tres años fue presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria. Si bien se define como independiente dentro del FA, es cercano al MPP. Grompone, ingeniera química y directora del departamento de Aceites y Grasas de la Facultad de Química de la Udelar, es hermana del ingeniero Juan Grompone, que colaboró con la aplicación del Plan Ceibal durante el gobierno de Tabaré Vázquez. La ingeniera militó durante su juventud en filas comunistas.

Mujica ha insistido en dar a la nueva institución una impronta distinta a la que tiene la Udelar. El presidente quiere descentralizar la propuesta académica y fortalecer las carreras técnicas vinculadas a distintas regiones del interior.
Los tres integrantes del consejo directivo también serán los “padres” de la nueva institución ya que estarán encargados de montar la arquitectura institucional, diseñarán las carreras y designarán los perfiles de los  primeros equipos docentes.
Los informantes señalaron que, debido a los antecedentes de cada uno y a la cercanía que tiene con la senadora Lucía Topolansky, el Ejecutivo pensó en Rodolfo Silveira como quien lidere la gestión de la nueva universidad por su experiencia en el LATU y diversos proyectos de investigación.
En tanto, Grompone es señalada como la más sólida de los tres en aspectos académicos. Por su parte, Chilibroste tiene una mayor vinculación con el interior del país.
A su vez y a pesar de las constantes críticas de Mujica a la Udelar, el Ejecutivo había pedido a la estatal que sugiera candidatos. La histórica universidad presentó a los académicos Roberto Markarian (que ya había sido postulado a rector de la Udelar), Pablo Monzón y José Vieitez como candidatos, según informó Caras y Caretas.

 


Generar cambios en la educación fue la principal promesa del presidente José Mujica al asumir y según él mismo admitió, durante los primeros dos años y medio de gobierno los avances fueron escasos y casi nulos. Con los cambios ejecutados sobre finales del año pasado en la cúpula de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y ahora el surgimiento de una nueva universidad, el mandatario pretende dar su impronta a la educación para al menos intentar cambios.
Para la creación de la Universidad Tecnológica (UTEC) en el interior del país, el presidente apuesta a personas que conoce muy bien. El mandatario descartó los nombres que le había mandado la Universidad de la República y eligió a tres académicos vinculados a él o su entorno: Rodolfo Silveira, Pablo Chilibroste y María Antonia Grompone.
“Es gente que el presidente conoce mucho, personalmente. Son personas con enorme solvencia y capacidad de gestión. Esto es el Ceibal de Mujica y por eso seleccionó gente muy potente, con muy fuerte background académico”, dijo a El Observador el senador Enrique Rubio (Vertiente Artiguista).
Algunos de los integrantes de la bancada del FA, en especial los integrantes de la comisión de Educación, fueron consultados a fin de año sobre los nombres que el presidente propuso. Otros se enteraron en la reunión de bancada de ayer, previa a la reunión de la Comisión Permanente.
Con la oposición el gobierno casi no habló del tema. Solo la senadora Lucía Topolansky se comunicó con algunos colegas blancos y colorados para informar los nombres y decirles que quería reunirse con los integrantes de la comisión de Educación el mismo 21 de enero –el día que se intentarán votar las venias– un rato antes de la sesión, explicó a El Observador el legislador colorado, José Amorín.
Mujica lo tenía claro. La designación de las tres personas que integrarán el consejo directivo de la  UTEC le traería problemas. Es que el mandatario, otra vez, se la jugó por gente de su entorno. Como hizo en la ANEP con la designación de Wilson Netto, Mujica pretende que los padres de la nueva universidad sean de su extrema confianza.
El Poder Ejecutivo envió al Parlamento los nombres para que los legisladores voten sus venias pero, para su designación, no tomó en cuenta la opinión de la oposición política, pese a que los votos de blancos y colorados fueron imprescindibles para aprobar la nueva institución.
Los líderes de la oposición ponen en duda que vayan a habilitar las venias. Los legisladores señalaron que pretenden recibir a los académicos en el Parlamento para conocer cuál es el proyecto de los candidatos enviados por el Ejecutivo y a partir de eso tomar una decisión. El FA busca acelerar los plazos y votar las venias en la sesión del 21 de enero pero la oposición planteará prorrogar la decisión (ver nota aparte).
“Liberado”
Mujica puede darle su impronta a los cambios que pretende desarrollar en la educación porque se siente “liberado” de los acuerdos políticos firmados con la oposición a comienzos de 2012, según declaró meses atrás. Ahora, con gente de su confianza, busca descentralizar y fortalecer la enseñanza técnica y de  oficios en el interior del país.
En cierta medida también se siente liberado de la interna del Frente Amplio, luego que los legisladores de su partido le vetaron su proyecto descentralizador de la UTU. Por eso elige a personas que responden directamente a él, sin la necesidad de que respeten cuotas sectoriales.
Eso pasó con la ANEP, cuando en octubre tomaron el mando Netto y Javier Landoni, dos hombres de confianza de Mujica y alineados al MPP. Incluso, la esposa del presidente, Topolansky, comparte charlas en la feria de La Teja con Netto.
El Codicen, a instancias de Topolansky, analiza construir liceos prefabricados. A su vez Netto asumió en octubre con la idea de crear distintas regiones dentro de la ANEP para hacer planes académicos locales, algo sugerido por el presidente.
Mujica también pretende concretar sus ideas desde el comienzo en la UTEC a través de gente de su confianza.  
Los perfiles
Silveira es doctor en Medicina y Ciencias, preside en la actualidad el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) y la Asociación Nacional de Investigación e Innovación (ANII). En lo político, el jerarca del LATU tiene un estrecho vínculo con  Topolansky, según relataron a El Observador fuentes de la educación.
Chilibroste es ingeniero agrónomo, trabaja en la sede de Paysandú de la Facultad de Agronomía y durante tres años fue presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria. Si bien se define como independiente dentro del FA, es cercano al MPP. Grompone, ingeniera química y directora del departamento de Aceites y Grasas de la Facultad de Química de la Udelar, es hermana del ingeniero Juan Grompone, que colaboró con la aplicación del Plan Ceibal durante el gobierno de Tabaré Vázquez. La ingeniera militó durante su juventud en filas comunistas.

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