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¿Por qué están cambiando de manos varias empresas a nivel regional y local en plena pandemia?
En el escenario empresarial se están dando movimientos fuertes, en los que Uruguay no está excluido. Varias empresas hicieron sus maletas para irse de Argentina en los últimos meses. Latam Airles cerró su operación local de ese país en junio y, poco después, lo hicieron los fabricantes de pinturas para autos Axalta Coating Systme y Basf. Coca-Cola realizó una reorganización estructural con el traslado de su liderazgo regional desde Argentina a Brasil.
La empresa Glovo de Brasil decidió vender su negocio en América Latina a la alemana Delivery Hero, dueña de PedidosYa. En Chile, Unilever cerró dos líneas de producción que abarcaban 200 trabajadores en septiembre, por falta de competitividad y transformaciones de mercado, según anunció la empresa.
Telefónica emprende su repliegue en Hispanoamérica y quedará solo en cuatro mercados: España, Alemania, Reino Unido y Brasil. Hispanoamérica era el motor de crecimiento de esta compañía, pero las condiciones de los mercados impactaron la evolución de los negocios por la alta presión competitiva, escala insuficiente o volatilidad de las divisas.
Otro caso: BBVA salió de Estados Unidos a mediados de noviembre, tras alcanzar un acuerdo con la entidad PNC para la venta de su filial en el país, transacción valorada en US$ 11.775 millones en efectivo. La razón fue que en el último año el banco había tenido que provisionar US$ 3.225 millones para limpiar el balance de esta filial. Esta es parte de otras retiradas estratégicas de la entidad (sobre todo del mercado asiático), tras definir una expansión internacional.
En cuanto a Uruguay, también hay una lista. El grupo español Prosegur acaba de cerrar acuerdo para la compra del capital social de Nummi, sociedad que opera localmente bajo la marca Repagos y de su negocio como Emisor de Dinero Electrónico de su tarjeta prepaga Midinero.
En el último año –tiempo de pandemia incluido– otras empresas se vendieron: Infocorp fue adquirida por la firma canadiense Constellation Software; Cubico Sustainable Investments (un fondo de capital de UK) compró Astedey SA, propietarios de un parque eólico uruguayo; y la compañía de series interactivas The Other Guys fue adquirida por el conglomerado francés Vivendi.
Por supuesto, el caso quizás más emblemático fue la venta del hotel Sheraton a White Elephant Properties Limited de Reino Unido, que en Uruguay gestiona Sinergia.
¿Qué está pasando? Según expertos consultados, se está viviendo un fenómeno global de cambios inmediatos en los negocios. Las empresas están revisando sus objetivos, se reconvierten, se reestructuran y buscan nuevos mercados o nichos paralelos.
“Esto no viene de la pandemia, las empresas vienen revisando sus modelos desde antes. La pandemia lo que está haciendo es acelerar a algunos jugadores en la diversificación o cambio de su presencia en los mercados; también las empresas en crisis en el mundo recurren al mecanismo de la venta y la fusión. En el caso de Uruguay, lo que habrá son más inversiones extranjeras y procesos de reconversión”, dijo a El Observador Nicolás Herrera, socio del estudio Dentons Jiménez de Aréchaga.
Sobre las compraventa de compañías y cambios de estrategias en el mundo, Juan Bonet, socio de Deloitte, afirmó que el movimiento es efecto de la liquidez que tienen los inversores extranjeros y fondos de capital riesgo, que –al estar las tasas de interés muy bajas– se sienten estimulados a desinvertir en algunos lados y colocar el dinero en nuevos mercados, por ejemplo, en Uruguay.
“Esto se parece a la época entre los años 2004 y 2013, cuando se definieron muchas fusiones y adquisiciones en el país”, señaló.
Es decir, gran parte de las transacciones que se están dando en este momento son básicamente estratégicas y cada empresa analiza sus oportunidades específicas en los mercados, altamente cambiantes.
El interés sobre Uruguay
Herrera comentó que ya hay operaciones de empresas europeas y de América, medianas y grandes de distintos rubros (sobre todo en las áreas tecnológicas y financieras), interesadas en Uruguay. “Tengo en carpeta varias operaciones. Uruguay es un target para jugadores internacionales en este momento, será receptor de inversión”, reafirmó.
El ejecutivo también recordó que Uruguay ya tuvo un movimiento empresarial grande hace unos 10 años cuando pasó de empresas familiares a multinacionales. “Desde entonces no paró, porque de este país se valora su seguridad jurídica, su tradición democrática, su transparencia para los negocios y capacidad de absorber emprendimientos”, comentó.
Hasta el momento, Uruguay se ha ganado una buena reputación por el manejo de la pandemia. El presidente, Luis Lacalle Pou, está dentro de las 50 personas más destacadas de este 2020, según una lista publicada por Bloomberg que incluyó varias celebridades. La justificación de la elección fue por su buen manejo de la crisis sanitaria mundial causada por el coronavirus.
Los analistas coincidieron que en los próximos meses los procesos de inversión extranjera se verán más claramente reflejados en el país. El Ministerio de Economía ha aprobado diferentes estímulos buscando alentar la inversión privada para apuntalar los niveles de empleo y recuperación de la economía.
