Activistas climáticos alemanes se enfrentan con la policía protestando contra la ampliación de una mina de carbón

Luisa Neubauer, de la organización Fridays for Future (Viernes por el futuro), le dijo a la agencia DPA que la policía había usado gas pimienta contra activistas en incidentes aislados.

La policía les pedía a los manifestantes que abandonaran el área o deberían enfrentarse a la posibilidad de que los agentes desplegaran cañones de agua y usaran la fuerza física para desalojarlos.

Más temprano el sábado, la policía regional dijo que se habían roto las barreras policiales e instó a la gente a abandonar el área.

"Las barreras policiales se han roto. A las personas frente a Lützerath: salgan de esta área de inmediato", exigió la policía y advirtió a las personas que habían ingresado en la mina que debían alejarse inmediatamente por ser una zona de peligro.

En medio de los enfrentamientos, activistas y manifestantes comenzaron a reunirse para una gran manifestación al mediodía, a la que se unió la conocida activista sueca Greta Thunberg, quien expresó en un podio instalado en el lugar que "esta es una traición a las generaciones presentes y futuras... Alemania es uno de los mayores contaminadores del mundo y debe rendir cuentas por ello”.

Según las evaluaciones de la policía, alrededor de 10.000 personas participaron en la manifestación, pero los organizadores de la protesta calculan el número de participantes en más de 35.000.

En la cercana localidad de Keyenberg, también miles de manifestantes protestaban contra los planes de la empresa de energía RWE de extraer carbón del sitio.

La mayor parte de la aldea de Lützerath, ha sido limpiada de activistas "en la superficie", dijo un portavoz de la fuerza policial el sábado por la mañana. Pero varios siguen ocupando 15 estructuras, tanto subterráneas como en precarios refugios construidos en los árboles.

Según la policía, unas 470 personas han sido retiradas del sitio, 320 de las cuales lo han hecho voluntariamente.

La demolición del pueblo de Lützerath es parte de un acuerdo de compromiso que el gobierno alemán alcanzó para impulsar la eliminación gradual de la energía del carbón planificada en el país por ocho años hasta 2030.

Como parte del acuerdo, a la empresa de energía RWE se le permitió expandir su gran mina a cielo abierto Garzweiler II en Lützerath, que desenterraría unos 280 millones de toneladas de carbón.

El miembro de los Verdes y ministro de Economía alemán, Robert Habeck, defendió la demolición de la aldea, argumentando que el carbón que se encuentra debajo es necesario para mantener la seguridad energética en la crisis actual provocada por la guerra rusa en Ucrania

El Partido Verde es parte de la coalición de gobierno federal alemana, junto con los socialdemócratas y los demócratas libres, pero también forma parte de una coalición a nivel estatal en Renania del Norte-Westfalia, el estado donde se encuentra Lützerath.

La activista Greta Thunberg criticó la posición de los Verdes y afirmó en una entrevista con la agencia DPA que hacer tratos con corporaciones de combustibles fósiles como RWW "muestra dónde están sus prioridades".

“El carbón que está en el suelo aquí no bajará los precios de inmediato. Cualquiera que piense así simplemente está fuera de contacto con la realidad", agregó.