El Poder Ejecutivo, los representantes de trabajadoras domésticas y el sector empleador, acordaron este viernes que el ajuste salarial correspondiente al año 2020 pactado en el convenio colectivo de abril de 2019 se hará efectivo en forma fraccionada entre julio de este año y enero de 2021.
El convenio firmado el año pasado indicaba que a partir del 1°de julio de 2020 todos los salarios iban a ajustarse un 3,5%, y que en esa fecha también se proyectaba activar el correctivo por inflación correspondiente a los últimos 18 meses, que era de aproximadamente 4,27%. Luego de semanas de negociación, en el acta firmada en el Ministerio de Trabajo se estableció ahora que se pagará el correctivo por inflación retroactivo (4,27%) a julio y que el aumento de 3,5% negociado el año pasado se hará efectivo a partir noviembre. Y además se ratificó el tercer aumento del 3% de enero de 2021, que estaba acordado en el convenio de abril del año pasado.
En síntesis, el correctivo corre desde julio y el ajuste entra a regir recién en noviembre. De esta forma, el valor mínimo de la hora de trabajo quedó definido de la siguiente manera: desde el 1º de julio (la aplicación es retroactiva), las trabajadoras del sector doméstico no pueden cobrar menos de $ 109,03, desde el 1º de noviembre $ 112,84, y a partir del 1º de enero $116,23.
La dirigente del Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas Lucía Gandara dijo a El Observador que también es parte del acuerdo que las empleadas despedidas en este período cobren la liquidación incluyendo el aumento global del 7,92%.
"Nosotras cedimos para mantener los puestos de trabajo, porque todo el mundo se agarra del tema del covid-19 mientras que nosotras volvimos hace meses a la normalidad", aseguró.
El contexto en el que se dio el acuerdo, de recesión económica global debido a la crisis desatada por la pandemia del coronavirus y la emergencia sanitaria que rige desde el 13 de marzo, tuvo como consecuencia que muchos empleadores hayan reducido el ingreso de sus hogares.
De acuerdo a los datos del sindicato, entre marzo y julio se perdieron 1.440 puestos de trabajo, una realidad que la presidenta de la Liga de Amas de Casa, Mabel Lorenzo, reconoce. "Fue de acuerdo a la realidad económica que afecta al país que nuestra delegación planteó la imposibilidad de pagar la totalidad de los ajustes en bloque, pero sí podía afrontarse en forma fraccionada", afirmó Lorenzo.
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