Los técnicos de OSE identificaron hace ya varios años que al menos 136 mil uruguayos que viven en 163 localidades del interior del país toman agua que contiene un nivel de arsénico superior al establecido como máximo en el mundo, un problema que el gobierno está intimado a solucionar en este período.
En 2011, Uruguay adhirió a la normativa internacional y bajó de 50 a 10 los microgramos por litro el máximo posible para la concentración de arsénico en el agua potable. La norma aprobada dio un plazo de 10 años para ajustar la situación, pero OSE solicitó dos años más, que se vencen en noviembre de 2023, para lograrlo. En esa fecha indefectiblemente el Poder Ejecutivo deberá tener en marcha una solución a este problema que data de varios años.
A grandes rasgos, los técnicos definieron que hay tres soluciones posibles: plantas móviles –conocidas como UPA–, una técnica de ósmosis inversa u otra denominada filtros de absorción.
Si bien hay varias alternativas sobre la mesa, recientemente el Directorio de OSE tomó una decisión que pretende encaminar la situación, ya que aceptó una iniciativa privada denominada “Uruguay con menos arsénico, agua realmente potable”.
La propuesta fue realizada por la empresa Taficor y consiste en un proyecto de inversión para fabricar, instalar y mantener las UPA, que se usarán para potabilizar el agua.
Dada la “significancia estratégica para OSE de que trata la iniciativa privada”, la empresa creó un grupo de seguimiento compuesto por funcionarios de “alto nivel de decisión” de las áreas Jurídica, Financiero-Contable, Gestión Ambiental y Agua Potable, además de la Gerencia General.
Para comenzar la obra, OSE deberá aprobar el estudio de factibilidad de la empresa, en el que se definirán además las localidades a intervenir.
Toda el agua que contiene altas cantidades de arsénico en Uruguay es extraída de pozos subterráneos que fueron autorizados por OSE.
De acuerdo con información relevada por la Gerencia de Agua Potable de la empresa, el 28% del agua que se consume sale de estos pozos, donde hay 780 perforaciones, 287 de las cuales (36% de ellas) tienen niveles de arsénico superior al permitido, tal como informaron el año pasado El País y Búsqueda.
La resolución de OSE, a la que accedió El Observador, declara que Taficor invertirá unos US$ 10 millones y que también tendrá costos de mantenimiento del orden de US$ 900 mil anuales. La propuesta plantea que los trabajos se realizarán por unos 15 años y que se necesitarán unas 190 UPA.
Algunas de las localidades que requieren soluciones de mayor urgencia son San Javier, Tres Bocas, Bellaco, Young, Libertad, Kiyú, Villa Rodríguez, Daymán, Quebracho, Santa Catalina, José Enrique Rodó, Cardona y Florencio Sánchez. Otros requieren soluciones de mediano tamaño, como Nuevo Berlín, Tarariras, Nueva Helvecia, Ombúes de Lavalle, Rosario, Sarandí Grande o 25 de Mayo.
La concentración del arsénico fue analizada por varios jerarcas a fines de setiembre en una reunión en la Torre Ejecutiva encabezada por el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, y de la que participó el ministro de Ambiente, Adrián Peña, representantes de OSE y de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).
Tras el encuentro, Peña dijo en rueda de prensa que “es un problema natural que surge a nivel geológico” donde se genera este arsénico, pero que el riesgo para la salud “es menor, no es importante”.
El senador Jorge Gandini había advertido el año pasado en el Parlamento por los riesgos “a largo plazo” de la exposición al arsénico. En su presentación, el legislador nacionalista reclamó con urgencia las soluciones y aseguró que varios estudios han mostrado que la exposición al arsénico a través del agua potable y la comida está causalmente relacionada con “riesgos aumentados de cánceres de piel, pulmones, hígado y riñones”, así como con otras enfermedades de la piel. “También la exposición al arsénico in utero y en la temprana infancia se ha relacionado con impactos negativos en el desarrollo cognitivo y un aumento de muertes en jóvenes y adultos”, dijo.
El Directorio de OSE rechazó a fines de agosto otra iniciativa privada, esta vez presentada por la empresa Mantiba para 43 localidades del departamento de San José.
En la resolución de rechazo, el Directorio señaló que, “desde el punto de vista técnico, OSE considera otras soluciones ya probadas de mayor simplicidad operativa y en algunos casos con menores costos de inversión, operación y mantenimiento”.
La solución propuesta de Mantiba consistía en una preoxidación avanzada del arsénico, seguido de filtración en mantos de doble capa y reactores de remoción de lodos precipitados.
Esta técnica, según OSE, suponía usar un oxidante fuerte como el peróxido de hidrógeno, algo que “constituye un riesgo químico adicional al uso de otros oxidantes como el hipoclorito de sodio, de control automatizado ya usados por OSE, además de las dificultades y exigencias adicionales en el control del tratamiento”.
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