El intendente de Maldonado, Enrique Antía, se trasladó hasta Piriápolis para ver de primera mano las consecuencias que dejó la turbonada que alcanzó los 180 kilómetros por hora, y afectó varios puntos de la ciudad.
"El viento se hizo irresistible. En la terminal de ómnibus arrancó 300 metros de techo, algunas de las chapas aparecieron a cuatro cuadras, y menos mal que no lastimó a nadie porque son chapas galvanizadas que volaron metros y metros. No hubo desgracias personales, los funcionarios se metieron para adentro de los baños. También huno 10 o 12 comercios que terminaron con los vidrios rotos", dijo el jerarca municipal en diálogo con El Observador.
Antía calificó lo ocurrido en la tarde del lunes en Piriápolis de "mala liga", ya que se trata del tercer evento vinculado con el clima que afecta al departamento.
"Parece que también tenemos líos en balneario Buenos Aires. Ahora estamos con los directores de Obras y Tránsito escuchando a los vecinos que nos estaban contando. Hay un poco de confusión, pero hay mucho voluntario", dijo Antía mientras recorre Piriápolis.
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