Antoine Griezmann lidera al Atlético a cuartos de Copa

Los goles los marcaron Samuel Lino, Alvaro Morata, Antoine Griezmann y Rodrigo Riquelme para los del Cholo, mientras que Obak en contra y Joselu hicieron lo propio para los de blanco.

Justamente, en la previa del inicio del partido, el club rojiblanco le rindió homenaje a Antoine Griezmann por alcanzar los 174 goles , superar a Luis Aragonés y convertirse en el máximo anotador de la historia del club.

Fue un encuentro que tuvo absolutamente de todo: goles, jugadas de riesgo, clima extraordinario y condimentos dignos de un derbi de Madrid. Para este compromiso, Carlo Ancelotti mantuvo su esquema clásico de 4-4-2, con Valverde y Camavinga ubicados en el eje, Luka Modric por derecha y Jude Bellingham que, en principio se colocó por izquierda, pero se movió por todo el frente de ataque. Por otro lado, Vinicius y Rodrygo conformaron la dupla de adelante.

El Atlético por su parte, fiel a su estilo, mantuvo su característico 5-3-2 para intenatar profundizar por las bandas con Samuel Lino y Marcos Llorente y con Rodrigo De Paul y Saúl relevando sus huecos y siendo apoyos de los mismos. En los primeros minutos, pudimos notar a los del Cholo Simeone queriendo ser protagonista y ser dueños del balón.

Al Real Madrid le costó entrar en ritmo al principio. En muchas oportunidades dejó espacios en el centro del campo que, al retroceder Griezmann, le generó mucho daño a los de Ancelotti. Por como estuvo planteado el encuentro, dió la sensación de que el conjunto blanco necesita una referencia en la delantera para intentar construir ataques.

Sin embargo, el encargado de cumplir esa función es Jude Bellingham, que una vez que se metió de lleno en el encuentro, es indecifrable y determinante. El inglés tuvo la primera ocasión clara al sacarse tres jugadores de encima dentro del área y estrellar su tiro en el travesaño. Poco a poco, el cuadro blanco tuvo las más claras, pero el cuadro rojiblanco fue quién se adelantó primero en el marcador.

Tras un balón cruzado de Rodrigo De Paul -de gran actuación- Samuel Lino apareció por la espalda de Dani Carvajal, que nunca contó con su presencia, y solo la tuvo que empujar ante la salida de Lunin.

No obstante, en la última jugada de la primera parte, tras el envió de Modric de un tiro libre, Jan Oblak quiso despejar el centro ante la presencia de Rudiger y la pelota se metió en el arco pidiendo permiso y las cosas se pusieron 1-1. El clásico comenzó a levantar temperatura y el Madrid igualó las cosas en un momento clave.

Hasta ese momento, el encuentro estuvo muy igualado aunque el Madrid fue más determinante y punzante en los últimos 3/4 de cancha, generando así las ocasiones más claras. El Atlético también intentó proponer sus ideas e ir en busca del gol con sus armas, lo que transformó un ida y vuelta muy entretenido y agradable.

Cuando no pasaba absolutamente nada en el encuentro, un error garrafal del arquero Lunin le permitió a Alvaro Morata devolverle la ventaja al Atlético de Madrid en la segunda mitad: luego de un rebote en Camavinga tras un intento de pase de Griezmann, el guardameta quiso atrapar la pelota pero se chocó con Rudiger, el balón quedó muerto y el español solo tuvo que empujarla.

Con el resultado a su favor y el reloj corriendo, el cuadro rojiblanco comenzó a divertirse en el partido, a jugar con el resultado a su favor y con la moral del Real Madrid. Juntó pases cortos y efectivos, intentó más, generó más para tratar de estirar la ventaja y se sintió más cómodo por cómo se presentó el encuentro. El Madrid entró en el juego psicológico del Atleti de intentar sacar de las casillas a los futbolistas para que se vayan del encuentro mentalmente. 

Sin embargo, de lo que pudo ser el 3-1 de Morata, se transformó en la igualdad de Joselu: en un contragolpe letal, Vinicius combinó con Bellingham que colocó el centro y apareció el delantero español en soledad para empatar el cotejo 2-2 y mandar la eliminatoria a tiempo extra. Nunca hay que dar por muerto al Real Madrid hasta que no termine el partido.

En la segunda mitad en general y en todo el tiempo extra no hubo un claro dominador del juego.  Ambos equipos buscando lastimar en un encuentro que fue de ida y vuelta, aunque poco a poco se empezó a notar el desgaste físico en algunos jugadores, menos en Antoine Griezmann.

No por nada es el máximo goleador histórico del Atlético de Madrid. Griezmann hizo absolutamente todo bien en el partido, primero y principal, por ser el autor de un auténtico golazo que sirvió para encarrilar la clasificación. El francés recuperó, encaró y definió casi sin ángulo para dictaminar el 3-2 y desatar la locura en el Cívitas Metropolitano.

En un contexto en donde la pelota pesa 10 kilográmos más y está prendida fuego, Griezmann dió un paso al frente y se hizo cargo de todo. Colaboró en defensa, manejó los contraataques y los tiempos del partido, tomó todas decisiones acertadas e inteligentes y generó infracciones cuando había que tomarse un descanso. Extraordinario el partido que jugó el francés que fue el MVP de la noche.

Para liquidar la historia, Memphis Depay comandó un contraataque con todo el Real Madrid volcado al ataque y asistió a Rodrigo Riquelme para que ponga el 4-2 definitivo. Vibrante y apasionante derbi nos brindaron estos dos equipos. De esta manera, el Atlético de Madrid se vengó del equipo de Ancelotti por lo sucedido en la Supercopa de España y avanza a la siguiente ronda de la Copa del Rey.