Automotrices siguen estancadas; algunas trabajan sin rentabilidad

Un ejemplo es la compañía china Lifan que volverá a ensamblar vehículos desde mayo. El mayor destino de exportación de esos automóviles es Brasil. Retoma la actividad a pesar de que la demanda de vehículos en el mercado norteño sigue estancada y aunque el tipo de cambio mejoró todavía no es el más conveniente para sus negocios. Sin embargo, la casa matriz de Lifan definió volver a producir.

En octubre del año pasado el presidente Tabaré Vázquez encabezó una misión oficial a China. Allí, se reunión con el presidente chino Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang y en esas reuniones comenzó a sobrevolar la posibilidad de alcanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países.

Entonces, la matriz de Lifan entendió que retomar la producción en Uruguay —que había sido detenida en diciembre de 2015— era una buena señal para ese intento de mayor acercamiento comercial. Pero más allá del gesto político, los números a Lifan no le dan. "El último año que se produjo el negocio dio pérdidas; los ingresos no alcanzaron para cubrir los costos", dijo a El Observador el vicepresidente de la compañía en Uruguay, Pablo Revetria.

Ahora, Lifan armará 1.000 vehículos. Para eso empleará entre 100 y 120 trabajadores, entre personal de fábrica y administrativos. "Este reinicio tampoco va a arrojar utilidades", afirmó Revetria. Lo que busca la empresa es tratar de llegar a un punto de equilibrio conjugando la producción destinada hacia Brasil, las ventas en el mercado local y abrir el argentino a partir del año próximo.

Actividad

La realidad de Lifan no es diferente al que vive el sector autopartista. Fuentes del sector informaron a El Observador que Yazaki ubicada en Las Piedras, que llegó a operar con más de 1.000 trabajadores, comenzó el año con 320. De esos, unos 100 fueron enviados al seguro de paro y a cerca de 30 se los despidió hace algunos días.

Las fuentes añadieron que entre julio y agosto se le caerán algunos contratos que justifican el 60% de la actividad actual. Por lo tanto, el futuro de Yazaki es incierto. Otras empresas del sector, como Faurecia, también enfrentan la posibilidad de perder contratos este año.

Añadieron que filiales brasileñas del sector autorpartista presionan para llevarse algunos proyectos regionales. A eso se suman las paraguayas que también intentan quedarse con contratos.

Las fuentes informaron que los costos de algunas filiales brasileñas y paraguayas representan la tercera parte de lo que cuesta producir en Uruguay.

Protección y nuevo competidor

Al freno de la demanda en Brasil también se suma otra complejidad en Argentina. En julio del año pasado, el Senado de ese país aprobó la nueva Ley Autopartista Nacional que tiene, según el Ministerio de Producción, el objetivo de "lograr más inversiones que aumenten los componentes nacionales en la producción automotriz y generen 30 mil nuevos puestos de trabajo".

La normativa expresa que los automóviles deberán tener un mínimo de piezas nacionales de 30% y de 25% en el caso de los utilitarios. Cumpliendo con ese requisito, las automotrices recibirán una ayuda fiscal que va desde el 4% al 15% del valor de las partes y piezas adquiridas en el país. Esos beneficios vuelven a las fábricas argentinas de ensamblado y de producción de autopartes más competitivas.

Además, las empresas uruguayas observan que no se respeta un principio básico del sector que es la complementariedad de la producción. Por eso, ya hubo gestiones de las cámaras empresariales con el Ministerio de Industria para que negocie con el gobierno argentino algún tipo de medida paliativa.

"Uruguay no tiene que plantear ninguna medida perjudicial; un cierre de fronteras. Lo que queremos es un acuerdo. Si las empresas comienzan a irse después demoran al menos diez años en volver", dijo Revetria.

Por su parte, ayer el Consejo Sectorial Automotriz realizó una de las primeras reuniones del año y en esa instancia se analizó la situación de esa rama de la industria. En diálogo con El Observador, el dirigente de la Unión de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (Untmra), Walter Santos, indicó que el escenario sigue marcado por la "incertidumbre". Si bien dijo que el sector "no está tan mal" como el año pasado, en el horizonte todavía no hay señales claras para que la industria pueda pensar en una recuperación de magnitud.

Industriales se reunieron con Astori

Una delegación de la Cámara de Industria (CIU), se reunió el miércoles pasado con el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori. La gremial trasmitió planteos que considera claves para que el sector recupere competitividad. Entre ellos, hizo saber la preocupación por la situación que enfrentan industrias de distintos puntos del país y planteó la posibilidad que el gobierno contemple medidas de ayuda, como por ejemplo, una rebaja de los aportes patronales. Además, se pidió extender la rebaja en el precio de la energía eléctrica a una mayor cantidad de industrias.La gremial también trasmitió disconformidad con el tipo de cambio actual e hizo hincapié en que se baje el costo del Estado.