Los clásicos azulejos azules que se pueden identificar en varios puntos del Uruguay, tienen una historia desconocida que incluyen las inmigraciones francesas.
Es que este elemento de decoración nació en Francia, más precisamente en la región nórdica de Pas de Calais, de donde adquirió su nombre.
La licenciada en turismo, Clemencia Ruiz Moreno, es especialista en este tipo de azulejos y ha estudiado todo su ciclo, desde su inicio en 1820 hasta su ocaso a principios del siglo XX.
Los azulejos nacen en una zona norteña de Francia que limita con el Canal de la Mancha, "eran fábricas familiares al principio para abastecer la zona", agrega la especialista sobre los azulejos que usualmente tenían una medida de 11x11 cm.
Estos azulejos eran pintados a mano y tenían diseños pictóricos; pero todo cambió con el auge de 1840, cuando llegaron al río de la Plata.
El auge en esta zona del mundo fue debido a que se establecieron "muchas colonias francesas tanto en Montevideo como en Buenos Aires", contó Ruiz Moreno como una de las causas.
"Por otro lado, Argentina tenía un intenso comercio de lana, carne, cuero y cereales, y para equilibrar la balanza de pagos teníamos que comprar algún producto manufacturado, era un producto bastante accesible en ese tiempo", añadió la experta.
La licenciada explicó que Uruguay tiene ventajas sobre Argentina en Pas de Calais, debido a que en el país vecino "se demolió mucho".
Casa Pueblo esta ubicado en Punta Ballena, departamento de Maldonado y funciona en el centro de la gran construcción y exhibe las obras su creador, Carlos Páez Vilaró.
Esta clásica construcción de Maldonado está ornamentada con Pas de Calais. El Museo está abierto al público todos los días del año desde las 10 de la mañana hasta la puesta de sol.
A poco más de 3 kilómetros de Casa Pueblo, se ubica el Arboretum Antonio Lussich, que es un Arboreto de 190 hectáreas con una variedad de especies de árboles locales y exóticos.
Además tiene propuestas multimedia e interactivas para quienes visiten el lugar. En el café del Arboretum hay azulejos de Pas de Calais de más 200 años. En este lugar antes funcionaba un museo azulejero.
Estos azulejos no solo se encuentran en el este del país, también están en la capital, como es el caso la Iglesia de la Plaza Matriz.
Este monumento colonial data del 1730, la iglesia fue referencia para los antiguos navegantes que llegaban a la bahía de Montevideo. Las cúpulas de la iglesia están ornamentadas con Pas de Calais.
También en Montevideo está el Museo del Azulejo, que expone la colección particular del Arquitecto Alejandro Artucio Urioste, compuesta de más de 5.000 piezas colectadas durante un lapso de 40 años.
Además de los azulejos franceses, aquí se puede encontrar piezas de Argentina, Holanda, España, México, Portugal y Brasil, de la época de la colonia hasta mediados del siglo XX.
Otros puntos de Montevideo donde se pueden apreciar estos azulejos son el Museo Zorrilla y Casa de Lavalleja.
Según Ruiz Moreno, "el ocaso (de estos azulejos) se va a dar a principios del siglo XX, con la moda del Art Nouveau que comienza a reemplazarlos". De esta forma, los nuevos azulejos sustituyen a los Pas de Calais en los exteriores de las viviendas.
Los viejos azulejos quedan relegados a estar en el interior de las viviendas, como "baños y cocinas", según comentó la especialista.
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