Calificadora japonesa mantuvo nota a deuda uruguaya

La agencia señaló en su reporte que aunque el crecimiento económico se está debilitando, la perspectiva a mediano plazo “no es mala”.

Por otro lado, indicó que desde 2012 se adoptó una postura fiscal “relativamente expansiva”. En ese sentido, dijo que el  gobierno se está enfocando en la consolidación fiscal, pero “luchando con los recortes de gastos que están limitados por las disposiciones de la Constitución" y por “la presión de la izquierda”.

Si bien se espera que el déficit fiscal del sector público se haya reducido en 2018, “todavía se requieren esfuerzos”, dice el reporte. El rojo de las cuentas públicas se ubicó en 3,7% del PIB en los 12 meses cerrados a noviembre, todavía lejos de la meta fijada por las autoridades de 3,3% para 2018.

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Las elecciones generales de Uruguay están programadas para octubre de 2019. “Un punto focal importante en la evaluación de solvencia futura será si un nuevo gobierno que asuma el poder en 2020 es capaz de implementar la reforma de pensiones y otras iniciativas y, por lo tanto, controlar los gastos estructurales”, señalo la agencia japonesa.

Por otro lado, se indicó que la contención de la inflación sigue siendo un desafío importante en el ámbito de la política macroeconómica.

Desde una fuerte caída en el peso en mayo de 2018, el índice de precios al consumidor de Uruguay ha estado subiendo por encima del techo de la meta de inflación de 7%. La inflación cerró el año pasado en 8%, es decir un punto por encima del techo del rango meta.