Cien años no es nada: En 2100 Uruguay tendrá casi 13.000 personas centenarias

La curiosidad por ver con sus propios ojos la obra de la que hablaba todo Montevideo iba en aumento, hasta que un día decidió escaparse del liceo para ver de una vez por todas de qué se trataba. La imagen lo impactó tanto que, casi nueve décadas después, aún forma parte de sus recuerdos más preciados.

Ese coloso de hormigón en nacimiento era mucho más grande de lo que había imaginado. Ante la mirada de asombro de aquel inquieto joven de 17 años, los obreros trabajaban contra reloj para lograr que el Estadio Centenario estuviese pronto para el Mundial de 1930.

Hoy, 88 años después, Julio Augusto Varela López, como le gusta presentarse, está convencido de que haber faltado a clase aquella mañana fue una de las mejores decisiones que tomó en su vida. Ahora le puede contar a sus nietos cómo fue la antesala del primer Mundial de fútbol.

Los partidos de Uruguay de Rusia 2018 los siguió por televisión desde su casa de Pocitos, pero a decir verdad sin mucho entusiasmo. El estilo de juego de la selección de Óscar Tabárez jamás logró seducirlo.

Nació en Montevideo, el 4 de marzo de 1913. En aquellos tiempos, el presidente colorado José Batlle y Ordóñez ponía en marcha sus reformas estatistas y anticlericales, mientras que del otro lado del océano Europa iba rumbo a la guerra.

Este hijo de gallegos tiene 105 años y es uno de los 1.384 uruguayos con más de un siglo de vida (1.249 mujeres y 135 varones), según las estimaciones.

En 2011, el censo relevó que había 519 uruguayos con más de 100 años. Pero a partir de proyecciones de población realizadas por Naciones Unidas se puede prever cómo será el Uruguay de un futuro no tan lejano. Esa información demuestra que el país debería realizar un profundo debate sobre cómo afrontar la creciente longevidad de su población.

En 2100 habrá 12.797 uruguayos con más de 100 años (9.234 mujeres y 3.563 varones, debido a la mayor expectativa de vida del sexo femenino). Los expertos opinan que Uruguay debe pensar medidas a fondo para garantizar derechos y proteger la calidad de vida de los viejos del futuro. No hay tiempo que perder porque en materia de políticas públicas para realizar transformaciones de fondo, 2100 es mañana.

¿Quiénes son estos casi 13 mil uruguayos que, al igual que don Julio, vivirán más de un siglo? Son jóvenes que hoy en día tienen poco más de 18 años. Muchos de ellos votarán por primera vez en las próximas elecciones nacionales de 2019. El sistema de jubilaciones y la atención a la vejez son temas que no están en absoluto entre sus preocupaciones, aunque deberían.

Mariana Paredes, socióloga, demógrafa y coordinadora del Centro Interdisciplinario de Envejecimiento de la Universidad de la República, dijo a El Observador que estos datos sobre el Uruguay del futuro dicen mucho y nos interpelan. "El nivel de vulnerabilidad de una persona mayor a los 100 años es enorme. Ahí tiene que estar el Estado", sostuvo. "Esa debería ser una cuestión muy prioritaria", agregó.

Ante este escenario, Juan José Calvo, economista especializado en demografía, representante del Fondo de Población de Naciones Unidas en Uruguay, observa tres desafíos desde el punto de vista económico: mantener el sistema de jubilaciones y pensiones, mantener el sistema nacional de salud y mantener el sistema de cuidados. "Este último va a empezar a tener mucha relevancia", afirmó el experto.

El Uruguay del siglo XXII mostrará una sociedad mucho más multigeneracional a la que el país está habituado. "Vamos a tener padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos en forma habitual. La convivencia incluirá ancestros que solían morir antes", dijo Calvo. Hay fenómenos que ya suceden y son llamativos. Por ejemplo, en los hogares humildes donde la fecundidad es muy temprana ya hay abuelas de 40 años. Esto sucede en casos de madres adolescentes que, a su vez, son hijas de madres adolescentes.

El Uruguay envejecido ya es una realidad y para comprobarlo no es necesario realizar profundos análisis demográficos. Basta con encender la televisión en horario central y contabilizar la cantidad de publicidad destinada a adultos mayores, como por ejemplo a través de los servicios de acompañantes. Ese marketing crecerá con el tiempo, de la mano de la mayor longevidad que mostrarán los uruguayos. Calvo alertó que los cambios a realizar en el país incluyen cuestiones urbanísticas, como los espacios de recreación o el sistema de transporte. Al mismo tiempo, hasta el mobiliario de los hogares va a tener que estar acorde a los centenarios.

Carmen Varela es demógrafa, egresada de la Universidad de la República. Además de analizar el fenómeno desde el punto de vista académico, Varela sabe de lo que habla desde su experiencia propia. Ella es la hija de Julio Varela, el uruguayo de 105 años. La especialista dijo que "falta mucho" respecto al tratamiento de la vejez y puso un ejemplo concreto. "No hay forma de descontar ningún tipo de impuestos de los cuidados que lleva un adulto mayor. No puede ser que no haya exoneraciones fiscales en función de lo que invierten las familias en sus cuidados", sostuvo.

Más allá de los enormes desafíos que implican para la sociedad la manera de financiar un buen pasar para los futuros viejos, todos los expertos consultados coincidieron en afirmar que el hecho de que crezca la expectativa de vida es una buena noticia a todas luces.

Julio Bango, secretario nacional del Sistema de Cuidados, fue muy enfático en ese sentido. "Que la gente viva más tiempo no puede ser un problema para una sociedad. Es un éxito porque hay mejor calidad de vida. Eso genera sí desafíos muy grandes, como por ejemplo quién va a pagar la seguridad social y los cuidados de esa población. Por eso hay que pensar hoy la sociedad del futuro", dijo.

Las sociedades tienden al envejecimiento y en Uruguay, con una realidad marcada por el aumento de la esperanza de vida y la baja fecundidad, ese fenómeno es muy claro.

Aunque el rojo de las cuentas públicas otorga muy poco margen de maniobra, algunas voces del gobierno alertan sobre la realidad que se viene. Adriana Rovira, responsable del Instituto Nacional de las Personas Mayores, dijo que hay que invertir más en vejez. "Uruguay debe empezar a fortalecer el sistema de cuidados para las personas mayores. Debemos dar respuesta a esos grupos que van a crecer demográficamente y van a necesitar atención", sostuvo.

"Hay que romper la mirada de que las personas viejas están bien en Uruguay y que el Estado invierte demasiado", agregó la titular de esa dependencia del Ministerio de Desarrollo Social.

Hay una cuestión de género a tener en cuenta en esta problemática. Las mujeres cobran menos salario que los hombres a igual tarea y, a su vez, realizan muchos trabajos no remunerados en sus hogares. Todo eso se traduce en menores ingresos para sus años pasivos e implica un problema grave, dado que desde el punto de vista estadístico está demostrado que serán ellas quienes tendrán más posibilidades de una vida más larga. Rovira reclamó más política pública para revertir esta realidad.

La sociedad mostrará la convivencia de varias generaciones y los cambios culturales que esa realidad traerá son inimaginables. Hoy, al igual que Julio Varela, hay más de 1.000 uruguayos con más de un siglo de vida. Pero esa cifra se multiplicará por 10 para fin de siglo, lo que obliga al Estado a planificar un país más confortable para los viejos del futuro.