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Con lluvias y kilos los agricultores emparejan el partido que perdían por precios en baja
Los episodios de lluvias que hubo en los últimos días mejoraron el ánimo en los productores agrícolas de Uruguay, considerando que por un lado corrigen de buen modo un escenario de déficit hídrico en chacras con soja y maíz que estaba generando preocupación, a la vez que por otro permiten ilusionarse con obtener un rendimiento mayor, que compense la pérdida proyectada por la baja de precios.
Diego Guigou, responsable de Producción Agrícola en ADP - Agronegocios del Plata, explicó a El Observador este lunes que las lluvias "en general fueron buenas", aunque precisó que "en algunas zonas mejores que en otras", dada la disparidad del volumen de precipitaciones, que anduvieron en el eje de los 100 mm acumulados en pocas jornadas.
"Paliaron la sequía, los cultivos están mostrando una reacción muy interesante, ahora sería bueno que vuelva a llover antes de fin de mes para continuar con esa recuperación en un momento muy importante para los cultivos", dijo.
En las chacras
Eso es porque en el caso de las sojas, tanto las de primera como las de segunda, están entrando en el proceso reproductivo, en períodos fenológicos desde R1 a R4 según las variedades, por lo cual la disponibilidad del recurso agua es clave para un correcto desarrollo de los cultivos.
Con el maíz de primera ya en etapa de madurez fisiológica, los de segunda están en su etapa vegetativa, por ingresar a la floración, por lo cual las lluvias también fueron muy bienvenidas.
Guigou admitió que esto es fundamental en un escenario de mercados con precios a la baja.
"Esto lo que permite es mejorar el punto de equilibrio, sacar más kilos por hectárea nos permitirá cerrar mejor las cuentas, desde que se realizó la siembra subió unos 300 kilos de soja por hectárea el punto de equilibrio para cubrir los costos productivos por la baja de precio", consideró.
Obtener 300 o 500 kilos más de promedio por hectárea puede ser la razón para que haya al menos un margen de rentabilidad mínimo.
En el caso de la soja, en estos días de febrero, con los valores del mercado por la oleaginosa y costos asumidos, hay que obtener al menos 2.500 kilos en soja de primera y 1.800 en la de segunda.
En el caso del maíz el cálculo, con base en el factor precio, es más complicado, no obstante está asumido que se precisará una productividad en niveles récord, en el eje al menos de 8.000 kilos de maíz por hectárea, para que exista un margen de rentabilidad, detalló.
