Crecen las expresiones de antisemitismo en los lugares de trabajo en Estados Unidos

En un almuerzo de trabajo reciente, Renee Fellman, una consultora de recuperación corporativa con sede en Portland, Oregón, quedó atónita cuando le dijeron que nadie se contactaría con ella por ser judía.

“Dudo que haya más antisemitismo ahora que hace 10 o 20 años”, dijo Fellman, quien anteriormente tuvo experiencias de discriminación más sutiles o difíciles de interpretar, como los desaires. “La gente simplemente lo está expresando. Queda bien decirlo”.

Un estudio de 2022 publicado en la revista académica Socius que encuestó a 11.356 trabajadores de todas las religiones encontró que más de la mitad de los encuestados judíos experimentaron discriminación en el trabajo, un porcentaje más alto que cualquier otro grupo religioso, además de los musulmanes. Una encuesta con menos encuestados hecha en noviembre de 2021 a 1.131 gerentes de contratación y reclutadores encargada por ResumeBuilder.com tuvo hallazgos aún más contundentes: casi una cuarta parte dijo que querían menos personas judías en su industria y una proporción similar admitió que es menos probable que promueva a los solicitantes judíos. Entre las principales razones citadas para esos comportamientos discriminatorios se destacaba la percepción de que los judíos tienen demasiado poder y riqueza.

“Parecería confirmar nuestras preocupaciones de que el creciente antisemitismo en nuestra sociedad también se está extendiendo al lugar de trabajo”, dijo Vlad Khaykin, director nacional de programas sobre antisemitismo en la Liga Antidifamación (ADL). “Sugiere que los lugares de trabajo contemporáneos a menudo pueden ser hostiles para los empleados judíos”.

Bloomberg News habló con una docena de trabajadores judíos en industrias tan variadas como las relaciones públicas y la logística de la cadena de suministro, que viven en ciudades de todo el país. Muchos expresaron una sensación de creciente discriminación en su vida laboral diaria, que incluye escuchar comentarios antisemitas de compañeros de trabajo o revelar la pertenencia judía al resto de los trabajadores. Muchos no querían no querían usar sus nombres por temor a que pudiera dañar sus carreras o generar más acoso.

Una ejecutiva de comunicaciones del Medio Oeste dijo que ha experimentado un antisemitismo "asombroso" en el lugar de trabajo y que sus amigos y familiares judíos le aconsejan que no le diga a nadie su religión ni que trabaje con organizaciones de propiedad judía.

Un especialista en diversidad e inclusión dijo que, según los informes, un empleado no judío se puso una máscara facial en la cabeza como una kipá y cantó "La canción de Janucá" de Adam Sandler. En un incidente separado, ese mismo empleado usó la frase "momento del Holocausto" para describir el bajo desempeño de su grupo. Más tarde les dijo a los investigadores que pensaba que su comportamiento estaba permitido porque no creía que hubiera ningún judío presente.

“Es algo en mi mente. Me da miedo”, dijo Andy Heller, inversionista y empresario de bienes raíces de San Francisco. Sus temores se hicieron realidad, en parte, por los hallazgos de la encuesta de ResumeBuilder.com sobre la percepción que algunos tienen de los judíos como avaros, tacaños o hambrientos de poder.

Heller dijo que siente la responsabilidad de contrarrestar las caricaturas sobre el pueblo judío proporcionando bonificaciones sustanciales, pagando las facturas de los proveedores puntualmente y en su totalidad, y dando generosas propinas. “Algunas personas solo pueden interactuar con uno o dos judíos en toda su vida”, dijo. “Necesitamos hacer nuestra parte para asegurarnos de que esos puntos de contacto no promuevan los estereotipos”.

“Demasiado control, poder y riqueza: estos son tropos antisemitas de larga data que se han utilizado para justificar la violencia contra los judíos”, dijo Rachel Schneider, investigadora de estudios religiosos en la Universidad de Rice y una de las autoras del estudio de Socius. “El antisemitismo está vivo y bien. Necesitamos atender más a su presencia en el lugar de trabajo”.

Si bien los judíos estadounidenses en general tienen ingresos relativamente altos en comparación con otros grupos (la mitad vive en hogares que ganan al menos US$ 100.000 anuales), abarcan todo el espectro económico. Una encuesta del Pew Research Center publicada en 2021 encontró que una cuarta parte de los encuestados judíos tenían dificultades para pagar la atención médica, el alquiler o la hipoteca, la comida u otras facturas. Aproximadamente la mitad de los judíos estadounidenses dijeron que viven "cómodamente", encontró la encuesta, pero el 15% dijo que solo tienen lo suficiente para cubrir los gastos básicos.

Las quejas de discriminación religiosa de los trabajadores ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unido (EEOC) han ido en aumento desde hace dos décadas. Sin embargo, las cifras solo llegan hasta 2021 y la agencia no desglosa específicamente los incidentes relacionados con los judíos.

Según Jocelyn Samuels, vicepresidenta de la EEOC, la comisión ha presentado una serie constante de denuncias relacionadas con la discriminación contra los judíos a lo largo de los años y espera que haya un repunte en los últimos dos años. “Cuando tienes personas de alto perfil como Ye, Nick Fuentes o Kyrie Irving haciendo comentarios explícitamente antisemitas, eso anima a los demás a decir en voz alta cosas que reflejan siglos de prejuicios y estereotipos”, afirmó.

La ADL realiza una iniciativa llamada Shine A Light que ayuda a organizaciones como J. Crew, Airbnb Inc. y la Asociación Nacional de Basquetbol para integrar la educación sobre antisemitismo en sus cursos de capacitación y para iniciar grupos de recursos para empleados judíos.

Aun así, la mayoría de las capacitaciones sobre diversidad e inclusión en el lugar de trabajo no mencionan explícitamente el antisemitismo y, en cambio, aconsejan ampliamente a los empleados que eviten el acoso por motivos religiosos.

“No conozco ninguna organización que lo aborde directa y específicamente”, dijo Tracey Levy, cofundadora de la empresa de prevención del acoso Impact Workplace Training.

La propia Levy acaba de agregar un ejemplo de antisemitismo en la oficina a su propio plan de estudios y aconseja a las organizaciones que hagan lo mismo. En él, un trabajador expresa su apoyo a los comentarios antisemitas de una celebridad. Cuando un compañero de trabajo dice que lo va a informar a su gerente o a recursos humanos, un colega lo alienta a no contar nada: "es mejor si todos se llevan bien".

Levy aconseja a los empleados que identifiquen comportamientos antisemitas, se lo digan a sus gerentes y se aseguren de que lo informen a recursos humanos. “La respuesta nunca debe ser ignorarlo”, afirmó.