Gonzalo Martínez - Especial para Cromo
Uruguay no está acostumbrado a los movimientos sísmicos, pero eso no quiere decir que no haya posibilidad de que ocurra un evento de este tipo. De hecho, estos fenómenos siempre han ocurrido en el país, la mayoría de las veces imperceptibles, con magnitudes bajas o moderadas.
En pocas palabras, un sismo es una serie de vibraciones de la superficie terrestre generadas por un movimiento brusco y repentino de las capas tectónicas, mientras que la magnitud nos muestra cuánta energía se liberó en ese lugar.
En la madrugada del 29 de agosto del año pasado, por ejemplo, varias personas se despertaron con un estruendo y un temblor del suelo en La Paz (Canelones). Cuatro años antes, en 2016, dos sismos de pequeña intensidad preocuparon a los vecinos de algunos barrios de Montevideo y Canelones. Se generaron fisuras, rajaduras y grietas de varios centímetros. En el Cerro cayó un paredón en una cancha de fútbol.
Además, hubo más fenómenos que se dieron en 2014, y también durante el siglo XX y el siglo XIX. El evento sísmico de mayor magnitud en Uruguay ocurrió el 5 de junio de 1888, con una magnitud de 5,5 en la escala de Richter y epicentro al suroeste de Colonia.
Leda Sánchez, geóloga e investigadora de la Facultad de Ciencias y del área Pedeciba Geociencias, aseguró a Cromo que de repetirse un fenómeno de estas características, el país estaría "muy comprometido”.
Para el SINAE, un evento así podría “producir daños materiales y humanos de gran envergadura, si se tiene en cuenta el aumento exponencial de la población" además de los cambios en "infraestructura y la falta de concientización pública”.
Según la experta, a medida que pasa el tiempo la probabilidad de tener un evento sísmico en el país es más alta. “Nos podemos estar acercando a lo que se conoce como el período de recurrencia, que es el momento donde se repite un sismo de igual o mayor magnitud al más grande registrado históricamente”, explicó.
En este marco, la geóloga dijo que “es necesario generar una mayor cultura sísmica en el país”. No hay ningún territorio que no tenga algún grado de sismicidad, por lo que "es un mito" que Uruguay esté una zona totalmente segura, indicó Sánchez. A su vez, dijo que es necesario ser “más conscientes” de que estos fenómenos pueden pasar, aunque las chances de que ocurran tienden a ser bajas en comparación con otras zonas con características geológicas más complejas.
Sánchez dijo que en estos años se han analizado estructuras y edificios construidos en el último tiempo en el país, y sismólogos locales y extranjeros han llegado a la misma conclusión: “Si hay un terremoto de magnitud 5, varias construcciones se caen”.
Cromo dialogó con un ingeniero experto en suelos y estructuras, gerente de un importante proyecto de construcción en Uruguay, quien indicó que es posible que haya estructuras que “no están preparadas” para soportar eventos de este tipo, pero que en las obras se sigue la normativa vigente “que no indica que deban considerarse los esfuerzos horizontales” provenientes de posibles terremotos.
En otras palabras, en las obras se asimila a Uruguay “como una zona de valor sísmico cero”, indicó el experto.
Además, aseguró que “las estructuras tienen un margen de seguridad brutal” y que la mayoría de los eventos registrados son “despreciables a los efectos de la ingeniería civil”, por el bajo grado de magnitud.
Sánchez, por su parte, opinó que la forma de construcción es parte de creer que “acá no pasa nada, hasta que pasa”. La geóloga dijo que se deberían hacer estructuras que puedan soportar desplazamientos horizontales, y aseguró que “es necesario educar y enseñar sobre este tema” a la población.
La "pobre cultura sísmica" del país también se evidencia, según Sánchez, en el escaso presupuesto que se destina al estudio de este tipo de fenómenos.
Uruguay no tiene "una cultura de prevención de riesgos", opinó la experta, e indicó que como país "somos vulnerables" ante posibles sismos. La geóloga explicó, por ejemplo, que de las 12 estaciones para monitoreo de eventos naturales y artificiales que hay en el país, apenas tres están funcionando correctamente.
"No tenemos presupuesto y no tenemos gente", dijo Sánchez, que lamentó la falta de inversión en cosas que son "redituables para el conocimiento y la gestión del riesgo".
En agosto del año pasado, la experta se reunió con el presidente Luis Lacalle Pou, y aunque el mandatario le manifestó que los números que necesitaban "eran viables", no ha habido avances, algo que viene sucediendo desde "hace tiempo". "Con todos los partidos políticos ha sido igual", indicó Sánchez.
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