José Mujica estaba recluido en un calabozo cuando nació Alejandro. Lucía Topolansky permanecía presa cuando nació Sebastián. Años más tarde, cuando ya todo el mundo los conocía como "Pacha" Sánchez y "Tati" Sabini, ambos forjaron una amistad entre conocidos del barrio, líneas de ómnibus compartidas y una militancia en común. El martes pasado, con Mujica y Topolansky resguardados del coronavirus en su casa de rincón del Cerro, los dos sumaron un nuevo capítulo en común y fueron investidos como senadores de la República.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá