Prigozhin: “Quise salvar al Grupo Wagner y no derrocar ningún poder ruso”

Prigozhin afirmó que conocía órdenes de que su unidad “debía dejar de existir el 1° de julio” a consecuencia de las intrigas de la élite militar rusa.

Ese 1° de julio era la fecha establecida por el presidente Vladimir Putin y el ministro de Defensa ruso Serguéi Shoigú para que todos los voluntarios que participaban en la guerra en Ucrania debían firmar contratos con Defensa. Ese límite, por lo tanto, suponía que el Grupo Wagner, que rechazaba los condicionamientos oficiales condición, quedaría proscrito.

El líder de los mercenarios de Wagner dijo que “sólo unos pocos combatientes” del ejército privado “accedieron a firmar el contrato con el Ministerio de Defensa”. Y agregó: “la obligación de subordinarse a Shoigú y al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, se puso sobre la mesa en el momento menos adecuado”.

Sin dar a conocer su actual paradero ni manifestarse sobre sus planes futuros tras acordar con el Kremlin su exilio en Bielorrusia, Prigozhin reiteró que “el grupo Wagner tenía la intención de trasladar todos sus efectivos y equipamiento a Rostov en el Don el 30 de junio para entregar públicamente” su armamento al Ejército ruso. Y denunció que, “pese a que no dimos muestras de agresión, atacaron con misiles y luego con helicópteros nuestro campamento en la retaguardia rusa en Ucrania. Cerca de 30 efectivos de Wagner murieron, y varios resultaron heridos”.

Esto, dejó traslucir, fue la gota que colmó el vaso de su paciencia. “Luego de denunciar el ataque, anuncié que había cruzado con mis hombres la frontera rusa en la región de Rostov e iniciado la ‘Marcha por la justicia’”.

En la marcha, en la que los mercenarios recorrieron 780 kilómetros en 24 horas, “una columna salió hacia Rostov y otra a Moscú”, señaló en su mensaje de audio Prigozhin. Añadió que “no murió ni un solo soldado ruso” y lamentó que sus unidades hubiesen tenido que “responder a los ataques de los aviones y helicópteros de las Fuerzas Armadas de Rusia que intentaban frenar las columnas y causaron dos muertos” en sus filas.

Sin embargo, los medios locales informaron que, en el lado ruso, fallecieron en el operativo antiterrorista unos diez pilotos.

En su larga declaración, Prigozhin dijo que “comenzamos nuestra marcha en protesta por la injusticia. En 24 horas nos acercamos hasta 200 kilómetros de Moscú, entramos y tomamos la ciudad de Rostov del Don. Los civiles se alegraban de vernos. Dimos un ejemplo de cómo debió haber sido el 24 de febrero de 2022. Luego, nos dimos la vuelta para no derramar la sangre de soldados rusos”.

“Nuestra marcha –recalcó– puso sobre la mesa muchas cosas de las que habíamos hablado antes: los graves problemas de seguridad en todo el país. Bloqueamos todas las unidades militares y aeródromos que estaban en nuestro camino”.

Prigozhin cerró su alocución diciendo que “si las acciones al comienzo de la operación especial militar rusa hubiesen estado a cargo de una unidad como Wagner, probablemente la campaña hubiese durado 24 horas. Mostramos el nivel de organización que debería tener el Ejército ruso”.