Denis Dutra
El séptimo día > política
El barco de la Tronca
Al mediodía del miércoles 1º de mayo Alicia preparaba una tortilla de papas para dejar el almuerzo pronto a su familia y salir raudamente a realizar una limpieza que le permitiera ganar el jornal pues a pesar de ser el Día de los Trabajadores la necesidad de parar la olla no le permite asuetos. A unos pocos kilómetros de distancia, en el quincho del Sergio Varela, amigo del presidente José Mujica, Lucía Topolansky, esposa del mandatario, servía una tabla de quesos y fiambres como entrada de la picada de parrilla –chorizos, asado y mollejas- que vendría después. Para tomar sirvieron refresco cola y johnny Walker etiqueta negra “bien regado” me contó un empresario que participó del ágape. El presidente estaba en Tacuarembó ese día y llegó a media tarde por lo que la primera dama y primera senadora del oficialismo –“la Tronca” como se la conoce- ofició de anfitriona del evento que se realiza todos los 1º de mayo.
Al asado del que participaron también sindicalistas y diplomáticos concurrió Juan Carlos López Mena dueño de Buquebús y la aerolínea BQB, testigo en la investigación judicial del caso Pluna que tiene al presidente del Banco República (BROU) Fernando Calloia y al ministro de Economía Fernando Lorenzo como principales indagados por el remate de los siete aviones de la ex Pluna cerrada en julio por insuficiencia financiera. López Mena explicó el jueves por primera vez públicamente porqué pagó uS$ 13,6 millones al BROU correspondiente al aval de la subasta a la que se presentó con nombre falso un ex empleado suyo (Hernán Antonio Calvo Sánchez) “Yo estoy pagando una deuda que no es mía es para que me feliciten no para que me critiquen en los diarios”, reclamó el ex fabricante de camisas que con sus barcos trajo a decenas de miles de uruguayos radicados en Argentina a votar en las últimas dos elecciones. Y tiene razón. Como él mismo reveló por primera vez al cierre de esta semana fue el gobierno el que le pidió que acercara interesados en los aviones de la ex aerolínea de bandera y así lo hizo con la ignota Cosmo. El poderoso empresario del Río de la Plata se enojó con “la prensa amarilla que inventa historias que no son reales”. ¿Se refería a la foto de El Observador que el 4 de octubre lo mostró almorzando en el restaurante Lindolfo junto a dos jerarcas del gobierno, armando la tramoya de la que nada se hubiera sabido si no fuera por aquella instantánea?
El broche de oro de la turbia historia de los aviones y la relación de la izquierda uruguaya con López Mena es el reconocimiento de Topolansky de que será la madrina de un barco de Buquebús. “Voy a ser sí porque nunca fui madrina de un barco dijo la legisladora y con una frivolidad pasmosa agregó que le da pena que se desperdicie una botellita de champagne en el bautismo. ¡Salud!
