Desde el domingo, día en que se conoció que el narcotraficante Sebastian Marset estaba en Bolivia, hemos sabido qué hizo desde que se fue de Emiratos Árabes con el pasaporte uruguayo en enero de 2022.
La historia se parece a la de los narcos que vemos en las películas, pero eso de que la realidad supera la ficción se hizo patente. Lejos de ocultarse en algún recóndito rincón de la selva brasileña o en un pueblito perdido de África, volvió a radicarse en una ciudad boliviana en la que ya había vivido y se manejó con alto perfil: ostentaba autos y propiedades de lujo, montó un club de fútbol, ¡¡¡y aparecía en videos subidos a las redes sociales!!!
Toda esta telenovela criminal abre espacio para muchas preguntas, que nos hemos estado haciendo en la redacción estos días, pero también nos permite sacar conclusiones sobre lo poco preparados que estamos para enfrentar al crimen organizado en Uruguay. Ya sé que no te estoy contando algo muy nuevo pero en esta Newsletter Enclave profundizaré en el tema.
Antes, quiero recomendarte la cobertura que hizo Santiago Soravilla, nuestro enviado a Santa Cruz de la Sierra. Esta semana se instaló en esa ciudad boliviana e hizo un excelente trabajo tras las pistas que dejó el narco. Podrás ver sus notas en este link
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá