Se trata de un personaje diabólico que en la pieza del siglo XVIII aparecía acechando al religioso que le da nombre, pero que había “desaparecido” durante décadas bajo capas de pintura y barniz.
El cuadro se volverá a exhibir en Petworth House en West Sussex, Inglaterra, con el demonio a la vista.
La criatura con colmillos se puede ver en la cabecera de la cama, en las sombras, mientras el cardenal Beaufort agoniza, con el rey Enrique VI y dos hombres acompañándole.
La pintura está basada en una escena de "Enrique VI, Parte II" de William Shakespeare, y representa al cardenal, un conspirador y hombre hambriento de poder que se encamina a los últimos momentos de su muerte.
En la obra, el rey Enrique lamenta la muerte del cardenal, quien es su tío abuelo, diciendo: '¡Oh! "Derrota al demonio ocupado y entrometido que asedia el alma de este desgraciado".
La inclusión de ese "demonio" en la imagen generó controversia en el momento de su creación porque algunos pensaban que Reynolds, considerado uno de los más grandes pintores de su época, no debió haber mostrado explícitamente a una criatura imaginaria
Un crítico lo describió como "demasiado ridículo y pueril para escapar a la censura", mientras que otro dijo que "no respeta el juicio del pintor".
John Chu, curador nacional senior de pintura y escultura del National Trust de Reino Unido, explicó: "No encajaba con algunas de las reglas artísticas de la época tener una figura retórica poética representada tan literalmente como un monstruo”.
Los críticos argumentaron que "si bien en la literatura se consideraba aceptable introducir la idea de un demonio como algo en la mente de una persona, incluirlo visualmente en una pintura le daba una forma demasiado física", sostuvo Chu.
Varios amigos y comentaristas intentaron persuadir a Reynolds para que no lo incluyera o, una vez terminado el cuadro, lo borrara.
A lo largo de los años, la figura en disputa se había desvanecido porque restauradores pintaron la obra de arte y le dieron numerosas capas de barniz.
Chu explicó que los primeros restauradores malinterpretaron la figura y agregó que durante décadas “esa área parece que se deterioró en pequeñas islas de pintura que se volvieron menos claras”.
“La degradación de las sucesivas capas de barniz que recibió a lo largo de los años la hicieron todavía menos visible”, indicó.
Becca Hellen, curadora nacional senior de pinturas del National Trust, indicó que las áreas alrededor del demonio fueron particularmente complejas de restaurar.
Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá