El espacio de Rafael Correa es el candidato a ganar las elecciones presidenciales del próximo domingo

Las autoridades electas tendrán mandato sólo hasta 2025 debido a que se trata de elecciones extraordinarias convocadas tras lo que se conoce popularmente en el país como “muerte cruzada”, el mecanismo constitucional invocado por el actual mandatario Guillermo Lasso y que permite al Ejecutivo y al Legislativo disolverse mutuamente para anticipar las elecciones.

El sistema electoral prevé dos vueltas para las presidenciales. Si ningún candidato supera el 40% y el 10% de diferencia con el siguiente deberá celebrarse un balotaje. Como el voto es obligatorio, según los analistas locales, no se esperan cambios en la participación, pero no es descartable que el voto nulo y blanco pueda experimentar cierta variación.

En promedio, en elecciones presidenciales desde 2002 a 2017 el voto nulo y blanco rondó el 12%. En 2021, en segunda vuelta, este valor subió a 18%, en gran medida como consecuencia del llamado del poderoso movimiento indígena al voto nulo.

Estas elecciones encuentran al país en una profunda crisis de inseguridad. En sólo seis años se quintuplicaron las muertes violentas. La política no está exenta de esta realidad; ya son varios los políticos que fueron objeto de atentados o directamente asesinados en los últimos meses. El último fue Fernando Villavicencio, muerto por sicarios la semana pasada, al igual que Rider Sánchez, candidato a asambleísta por la provincia de Esmeraldas, ultimado en julio del año pasado, también por sicarios.

En ese contexto, ocho binomios participarán en la carrera electoral por la presidencia, y cinco de ellos son los que mejor perfilados. Según los sondeos, la candidata de Revolución Ciudadana, Luisa González, cuyo compañero de fórmula es Andrés Arauz, ambos del espacio que responde al expresidente Rafael Correa (2007-2017), puntúa en todas las encuestas con cifras por encima del 30% de voto total.

En la segunda posición diputan al menos cuatro candidatos: el exvicepresidente de Lenín Moreno, Otto Sonnenholzner; el dirigente indígena y ecologista Yaku Pérez; la ambientalista Andrea González, quien reemplazó al asesinado Villavicencio, y el excandidato presidencial Xavier Hervas, además de Jan Topic, apoyado por el histórico Partido Social Cristiano. Todos muy distanciados de la candidata de Revolución Ciudadana.

Si bien el clima de apatía y el alto nivel de indecisos hacen complejo trazar pronósticos, los observadores coinciden en que González, abogada, exasambleista y exfuncionaria de confianza del gobierno de Correa, estaría muy cerca de ganar en primera vuelta, ya que los sondeos la ubican con una intención proyectada de 38% de los votos válidos.

El gran reto para el correísmo es superar la marca de más del 40% de voto válido con una diferencia de al menos 10 puntos sobre el segundo. Tras un buen desempeño en las últimas elecciones legislativas, se presume que el espacio está en una posición mejor que en las presidenciales de 2021, cuando Andrés Arauz obtuvo el 33% del voto válido. Sin embargo, sigue siendo un enigma si podrán superar la marca de Lenín Moreno de 2017, que fue del 39,4%.

Por su parte, Pérez llega a la cita electoral sin el respaldo de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que lo apoyó en 2021. Abogado por la Universidad Católica de Cuenca, Pérez, sin embargo, consiguió el apoyo de viejos políticos de centroizquierda, aunque con magro capital político. Esta fractura con el movimiento indígena consolida el viraje ideológico de Pérez, quien se mostró a favor de un tratado de libre comercio con los Estados Unidos, un ambientalismo sin regulación estatal y a favor de vaciar de contenido ideológico a su proyecto de país.

A pesar de su imagen pacifista, la creciente inseguridad del país lo obligó a construir sobre la marcha una imagen de “mano dura” para esta campaña. Las encuestas reflejan que le está costando atraer el apoyo que tuvo en 2021, entonces respaldado por la Conaie y el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, brazo político de la confederación indigenista con el que alcanzó el 19% de los votos válidos.

En el bloque conservador de la derecha se destaca el economista y empresario Sonnenholzner, quien mantuvo una imagen positiva a pesar del descrédito del gobierno de Moreno. En este escenario de alta fragmentación de la derecha, Sonnenholzar busca unir el voto disperso de otros candidatos, como los de Topic, Hervas y González. Según los medios ecuatorianos, dados los altos niveles de indecisión, no se descarta la posibilidad de que se active el llamado voto útil, lo que terminaría beneficiándolo.

Por lo pronto, en términos generales, la campaña se desarrolla con muy poco entusiasmo y quedó centrada en la inseguridad y el narcotráfico. No obstante, más allá de las preocupaciones inmediatas de los ecuatorianos, el debate político en los principales medios quedó centrado en un intento por “desactivar” el posible regreso del “correísmo”, según denuncia Revolución Ciudadana, que hizo del eslogan “con Correa estábamos mejor” su eje de campaña.

(Con información de AFP y del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica)