Mientras las llamas se extienden por Grecia en otra ola de incendios, en Internet se suceden las acusaciones sin fundamento culpando a los migrantes de haber provocado algunos de estos fuegos.
Esta retórica antimigración se intensificó después de que un grupo de 13 hombres sirios y paquistaníes fueran acusados por la población local de haber sido atrapados in fraganti intentando prender un fuego a las afueras de la ciudad de Alejandrópolis, cerca de Turquía.
Un habitante local publicó el martes un video en directo en Facebook que mostraba a los migrantes en un remolque y aseguró que los sorprendió intentando “quemar” la población.
“No los muestres... Quemalos”, comentó un usuario en la publicación.
El hombre fue detenido con otros dos supuestos cómplices por las autoridades, que advirtieron que no tolerarían a los “justicieros”.
Los tres detenidos fueron acusados de incitar a la violencia racista y los migrantes, de entrada ilegal e intento de incendio provocado.
Pero una fuente del gobierno dijo al diario Kathimerini que las pruebas apuntaban a que estaban intentando encender una fogata.
Esta retórica fue de la mano de informaciones falsas en distintos medios de comunicación.
Un portal de noticias en esa región, Hebros, dijo el martes que 20 migrantes fueron detenidos en las afueras de Alejandrópolis tras un tiroteo con la Policía. Las autoridades lo negaron.
Un canal de la televisión nacional, Open, emitió el miércoles una rectificación después de haber informado erróneamente que dos migrantes fueron atrapados prendiendo fuego en la región vecina de Ródope.
Desde el sábado, el norte de Grecia combate un gran incendio provocado por un rayo, según el alcalde de Alejandrópolis, por el que fueron evacuadas 14.000 personas, incluidos los pacientes de un hospital.
El jueves, los distintos frentes se habían juntado en uno solo de 15 kilómetros de longitud. Hasta ahora, las llamas calcinaron 60.000 hectáreas.
La zona se sitúa a pocos kilómetros de la frontera turca, donde son habituales los pasos de migrantes realizados por traficantes de personas.
En 2020, decenas de miles de migrantes intentaron penetrar en esta remota zona del noreste de Grecia, enfrentándose durante días a las fuerzas de seguridad.
Para finales de año, se espera la culminación de una valla de acero de 37,5 kilómetros, destinada a frenar este flujo de personas.
Después de que el primer fuego se prendiera el sábado cerca de Alejandrópolis, proliferaron rápidamente fotos y videos en redes sociales con supuestos artefactos para provocar incendios creados por migrantes que cruzaban la frontera.
El rechazo a los migrantes es fuerte en las zonas fronterizas de Grecia. Los lugareños los acusan de robos y aseguran que la conducción temeraria de los traficantes de personas es un grave peligro.
“Estoy absolutamente convencido de que los incendios estuvieron causados por migrantes”, dijo Christos Paschalakis, un habitante de la región de Hebros. “Nos queman, nos roban, nos matan en accidentes de tráfico”, comentó indignado.
“No tengo dudas de que el incendio lo empezaron migrantes”, coincidió Vangelis Rallis, un jubilado de 70 años de Dadia, un pueblo cercano a un parque nacional que se quemó el año pasado.
“Lo quemaron el año pasado y este año volvieron a rematar el trabajo. A lo mejor les pagaron para hacerlo. Quieren destruirnos”, aseguró.
La cuestión desembocó en una controversia política esta semana después de que el líder del partido nacionalista Solución Griega, Kyriakos Velopoulos, se sumara a los ataques contra los migrantes y alabara a los hombres arrestados por retenerlos ilegalmente.
Un parlamentario del mismo partido, Paris Papadakis, pidió a la población “tomar medidas” porque los migrantes estaban “obstruyendo” las labores de extinción. “Estamos en guerra”, afirmó.
En las elecciones nacionales de junio, la extrema derecha griega obtuvo sus mejores resultados en el norte del país. En la región de Hebros, Solución Griega cosechó un 9% de los votos.
Pero de las 20 personas muertas esta semana por los incendios, 19 de ellos parece que fueron migrantes.
En una aldea situada a 38 kilómetros de Turquía, el martes fueron encontradas 18 personas calcinadas, entre ellas dos niños. Un día antes, otro migrante muerto había aparecido en otra zona cerca de la frontera.
El jefe de los guardias fronterizos de Hebros, Valandis Gialamas, indicó que espera encontrar más cadáveres de migrantes porque los cruces desde Turquía aumentaron recientemente.
Amnistía Internacional pidió el miércoles “evacuar urgentemente a todos los que están atrapados en la región de Hebros y que no pueden moverse con seguridad a causa de los incendios, y garantizar que los refugiados y migrantes que entraron irregularmente a Grecia puedan pedir asilo y no sean devueltos a la fuerza”.
(Con información de AFP)
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