El nuevo jefe del ejército encuentra una desventaja militar importante frente a Rusia

Serhii Zgurets, director de Defense Express, medio ucraniano especializado en análisis militares escribió: “El nivel de confianza que tenía Zaluzhni entre los militares y civiles, Sirski seguro que no lo tendrá. La decisión del presidente es controvertida y llega en un momento extremadamente difícil en todos los frentes”.

Estas y muchas otras opiniones o análisis llegan cuando la Rada, el parlamento ucraniano, debe tratar la semana próxima una medida muy impopular propuesta por Zelensky ante la escasez de recursos: la incorporación de medio millón de jóvenes civiles a una estructura militar de reserva que les permita ir al frente a relevar a soldados agotados, ya que muchos de ellos llevan dos años en el frente.

El general Sirski publicó el viernes su primer comunicado como comandante en jefe: “La vida y la salud de los soldados es el principal activo de un ejército. Es más importante que nunca mantener el equilibrio entre el desarrollo de acciones de combate y la recuperación de las unidades”.

Sirski no hace mención en la nota a uno de los asuntos en los que Zaluzhni presionó más a Zelensky: la necesidad de una nueva movilización masiva, de por lo menos 500.000 nuevos soldados cuando los propios medios ucranianos revelan que son casos excepcionales quienes están dispuestos a ir voluntariamente a la guerra.

“El relevo al frente de las tropas se produce en un momento crítico de la guerra con Rusia y es probable que anticipe un cambio en la estrategia ucraniana. Pero también es peligroso. La destitución de Zaluzhni se produce cuando las unidades ucranianas están en desventaja en varias partes de la larga línea del frente, especialmente en las regiones orientales de Donetsk y Járkov”, destaca un artículo de la CNN, un medio estadounidense que no puede ser tachado de pro-ruso.

“Están desesperadamente escasos de proyectiles y otras municiones y faltos de soldados experimentados. La maquinaria bélica rusa funciona a toda máquina y dispone de una reserva de hombres mucho mayor que la ucraniana para reponer sus filas. Rusia está eludiendo las sanciones internacionales y sus ingresos gracias al petróleo ayudan a financiar el abundante gasto de guerra”, añade la cadena informativa con la firma de cuatro periodistas que siguen el conflicto: Tim Lister, Fred Pleitgen, Joseph Ataman y Darya Tarasova.

Zelensky dijo que él y Zaluzhni mantuvieron una "conversación franca sobre lo que hay que cambiar en el ejército. Cambios urgentes". El propio mandatario añadió que "la sensación de estancamiento en las zonas del sur y las dificultades en los combates en la región de Donetsk afectaron al estado de ánimo de la opinión pública".

Sirski estuvo al mando de las fuerzas terrestres desde la invasión rusa, pero sus subordinados empezaron a llamarlo "general 200" (200 es el código militar para los muertos en combate).

Nació cerca de Moscú, se educó en las academias soviéticas. Su elección surge de las debilidades operativas y no del cambio en el rumbo de la guerra por parte de Kiev.

La tarea más urgente de Kiev es “estabilizar las líneas del frente, cómo reponer las mermadas filas de algunas de las mejores brigadas de Ucrania, cómo agilizar la llegada de municiones occidentales al frente y cómo sobrellevar la situación hasta que eso ocurra”, destaca la CNN.

Otras prioridades son “qué énfasis poner en los ataques de mayor alcance contra infraestructuras rusas como depósitos de combustible y bases militares, la integración de los aviones de combate F-16 en los planes de batalla y el rápido desarrollo de la próxima generación de sistemas no tripulados”, según el artículo mencionado.

Las unidades de primera línea en varias zonas vulnerables dijeron a CNN en las últimas semanas que a menudo sufrían una escasez crónica de munición, en particular de proyectiles de artillería occidentales de 155 mm.

En una posición de artillería, las tropas fueron reabastecidas con proyectiles de humo después de agotar su munición de alto poder explosivo, dijeron. "Es mejor que no tener proyectiles", dijo un soldado.

El jefe de la Inteligencia Militar ucraniana, el teniente general Kyrylo Budanov, declaró a CNN a finales de enero que la munición es "uno de los factores más decisivos" en la guerra. Con el paquete de ayuda militar de US$ 61.000 millones de la administración Biden bloqueado en el Congreso, Estados Unidos lleva varios meses enviando paquetes más pequeños, y la ralentización ya empezó a afectar a la planificación y las operaciones del ejército ucraniano, según funcionarios estadounidenses.

Cada proyectil de artillería disponible para disparar equivale a necesitar menos infantería para mantener la línea. Lograr la ayuda militar estadounidense e impulsar la producción europea de municiones son prioridades fundamentales si Ucrania quiere pasar de resistir a luchar.

La Unión Europea reconoció que no alcanzará su objetivo de producir un millón de proyectiles de artillería para Ucrania hasta marzo, y calcula que la cifra será aproximadamente la mitad.

Esta semana, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, declaró: "Si se le pregunta a un soldado en el frente qué es lo que más necesita ahora mismo, dirá que proyectiles. Esta respuesta era la misma ayer, hace un mes, hace seis meses y hace un año". Y agregó: "El objetivo principal es garantizar que la escasez de proyectiles nunca se convierta en una hambruna de proyectiles".

Los efectivos de Rusia son al menos tres veces superiores a los de Ucrania. Budanov declaró a CNN que las fuerzas rusas en territorio ucraniano y sus inmediaciones "constan de 510.000 militares".

Las unidades más profesionales de Ucrania están agotadas por dos años de combate ininterrumpido y sus filas menguadas por las bajas. Ucrania no publica cifras, pero funcionarios estadounidenses estiman que hasta 70.000 soldados ucranianos murieron y casi el doble resultaron heridos.

En una columna escrita para CNN la semana pasada, el ahora relevado general Zaluzhni dijo: "Debemos reconocer la importante ventaja del enemigo en la movilización de recursos humanos y cómo se compara eso con la incapacidad de las instituciones estatales de Ucrania para mejorar los niveles de dotación de nuestras fuerzas armadas sin recurrir a medidas impopulares".

La Rada acaba de legislar sobre la edad mínima para el servicio militar obligatorio: pasó de 27 a 25 años y pone duros castigos para quienes incumplan las normas de movilización. A Zelensky “le preocupa la capacidad del gobierno para pagar un ejército permanente más numeroso, la paga de los soldados de primera línea de US$ 3.000 al mes es seis veces superior al salario medio ucraniano”, dice la CNN.

El teniente general Serhii Naiev, comandante de las Fuerzas Conjuntas de Ucrania, afirma que son un "medio mucho más barato, pero no menos eficaz, de destruir equipos y personal enemigos que los sistemas de misiles antitanque y la munición de artillería".

La introducción de los F-16, prevista como muy pronto para esta primavera, debería erosionar la ventaja de los rusos en los cielos, pero el objetivo declarado por Zaluzhni de lograr una superioridad aérea absoluta que permita a Ucrania pasar a la ofensiva parece una perspectiva lejana.

En el último año, la sensación de optimismo entre los aliados de Ucrania y los comandantes de primera línea dio paso a un estado de ánimo más sombrío, como reconoció Zelensky. En diciembre, Zaluzhni dijo que "lo más probable es que no se produzca un avance profundo y hermoso", un comentario que no le granjeó la simpatía de la presidencia.

El agotamiento en casa, las disputas entre aliados (la UE frente a Hungría) y la parálisis del Congreso de Estados Unidos se sumaron a ese panorama. Mientras tanto, Putin se vio animado por la posibilidad de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca.