La jugada con la que se reanudó el clásico tras el gol que Juan Ignacio Ramírez convirtió a los 31 minutos, que permitió a Nacional ponerse en ventaja 1-0 sobre Peñarol en el Gran Parque Central por la novena fecha del Torneo Clausura, se transformó en el gran papelón que los futbolistas de Nacional y Peñarol protagonizaron en el campo de juego, en donde la autoridad del árbitro Mathías de Arma quedó desbordada.
Todo empezó con una falta del Cepillo González sobre Yonathan Rodríguez a los 31 minutos, que fue bien sancionada por el árbitro con tarjeta amarilla para el jugador de Peñarol.
El jugador de Nacional quedó tendido en el piso, acusando el golpe.
El resultado de esta acción fue una secuencia de empujones dentro del campo que derivaron en que el juez no tuviera ninguna autoridad, que los jugadores transformaran el partido de fútbol en un cabildeo sin sentido intentando imponer desde lo anímico lo que no supieron resolver jugando al fútbol.
El partido estuvo detenido siete minutos, entre los 31 y 38.
En ese interín hubo empujones, agresiones, amenazas e insultos.
En la transmisión de la televisión se pudo ver, en pleno forcejeo entre los futbolistas, al Cepillo González agrediendo de atrás a Franco Fagúndez, lo que generó que el jugador de Nacional se diera vuelta para ver quién le había pegado y quedó cara a cara con su amigo Leo Coelho, con quien jugó en Nacional y tiene una amistad fuera de la cancha.
Eso derivó luego en la expulsión de ambos, por insultos, según la denuncia del cuarto árbitro.
Mientras todo se había desnaturalizado dentro del campo, titulares y suplentes, integrantes de los cuerpos técnicos y colaboradores de ambos equipos quedaron enredados en un mar humano, sobre el banco de suplentes de Nacional.
En determinado momento, cuando De Armas no tenía ninguna autoridad y la violencia dominaba la escena, el asistente de Álvaro Recoba, Nelson Abeijón, y el golero suplente de Peñarol, Thiago Cardozo intentaron irse a las manos y se lanzaron amenazas. La última fue que se esperaban afuera para pelear, cuando el asistente se iba tras ser expulsado.
Mientras todo eso ocurría, los encargados de la seguridad de ambos equipos intentaban separar y calmar los ánimos.
La primera decisión del árbitro fue expulsar a Abeijón.
Inmediatamente, cuando el asistente de Recoba fue advertido de la decisión del juez, intentó ir a buscar al golero suplente de Peñarol.
Finalmente, De Armas se reunió con sus colaboradores y resolvió expulsar a otros cuatro jugadores: Franco Fagúnez y Leo Coelho, expulsados por insultos según informó la periodista a nivel de cancha en la transmisión de Star+ tras consultar a Yimmy Álvarez, el cuarto árbitro. Además, vieron la roja los dos goleros suplentes, Thiago Cardozo de Peñarol e Ignacio Suárez de Nacional.
En el minuto 39 se reanudó el fútbol, pero los protagonistas del espectáculo ya habían realizado el papelón del año en el Campeonato Uruguayo.
El primer tiempo tuvo nueve minutos de adición y continuó con cinco actores menos.
Nacional y Peñarol quedaron con 10 dentro de la cancha por las expulsiones de Fagúndez (Nacional) y Leo Coelho (Peñarol), y sin arqueros suplentes (Suárez y Cardozo). Además, Recoba se quedó sin su asistente Abeijón.
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