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El retorno triunfal de Jussara Castro: Scuola Italiana otra vez campeón
Scuola Italiana se consagró el domingo campeón federal de handball en la rama femenina al ganarle una apretadísima final a Layva por 20 a 19.
No fue un triunfo más para el equipo de Daniela Mata. No solo porque consiguió el bicampeonato sino porque para la disputa del Súper 4 (instancia decisiva del certamen) contó con el retorno de su jugadora emblema: Jussara Castro.
"Siempre que hay una oportunidad me invitan y para mí es un honor defender a este equipo. Este año estaba bien físicamente y el Sudamericano me sirvió para entrar en ritmo jugando partidos de muchísima intensidad en días corridos", contó Castro a Referí.
"En ese torneo la comprometimos y a ella le encantó. Lo hablamos, nos dijo que sí, entrenó tras el Clausura tres semanas y fue la frutilla de la torta en la consagración. Fue un oxígeno de experiencia y capacidad, humildad para escuchar y transmitir lo que sabe de deporte. Las referentes de Scuola se formaron con ella y vino a dar una mano a su casa. Esto es lo que somos hoy, por eso estamos felices, más allá del resultado de la final", explicó Mata.
"Volver a jugar con Fofó es algo increíble. Ella es el handball de Uruguay y ella es Scuola; es una de las nuestras y Scuola es su casa. Sentirla cómo una más es increíble y que vibre a la par de nosotras, luego de tantos años, es algo que no sé puede describir. El juego de Fofó nos ayudó para darnos una opción de cambio en los armados y aportar su cuota de experiencia y juego que son únicos", explicó Mariana Gómez, una de las figuras de Scuola.
Castro se formó en Malvín debutando en el equipo mayor en 1997. Al año se fue a jugar a Huracán Buceo y en 1999 integró por primera vez la selección mayor para disputar los Juegos Panamericanos de Winnipeg. Con Uruguay se clasificó a tres mundiales (desde 2011 que Uruguay no logra clasificar y los eventos son cada dos años) y ganó la medalla de bronce de los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003.
Fue campeona federal en 2000, 2004, 2005 y 2007 con Huracán Buceo y en 2009, 2010 y 2012 con Scuola Italiana. En 2013, tras perder las finales con Goes, abrió un paréntesis de seis meses en 2014 para retornar a jugar el Federal en el que las misioneras le volvieron a ganar a Scuola. Esa espina le quedó clavada unos años. "Scuola se fue rearmando, varias jugadoras se fueron convirtiendo en armadoras y fruto de ese trabajo de maduración lograron el título de 2018", expresó Castro.
Este año Scuola ganó el Apertura pero perdió la final del Clausura con Malvín por lo que no pudo abrochar el título que se definió en el Súper 4. En semifinales le ganaron a San Pablo 30-23 y el domingo 20-19 a Layva en la final.
"Fue un partido bastante complicado, lo trajimos muy de atrás, estábamos muy trancadas en el ataque, sobre todo en el primer tiempo. En algún momento hicimos una marca personal porque ellas estaban sólidas en ataque y les buscamos romper el juego para hacer goles de contragolpe", expresó Mata. Scuola arrancó 8-1 abajo y la remontada parecía un imposible. Sin embargo, logró irse al descanso 11-7 abajo: "En el segundo tiempo entramos con mayor claridad, pudimos destrabarlo pero no nos fue fácil ganarlo", admitió la entrenadora.
Mapi Gómez contó cómo fue el desenlace del triunfo: "Íbamos empatadas 19-19 y quedaban 53 minutos. Dani pidió tiempo, sabíamos que tenía que ser gol, de lo contrario les dábamos la posibilidad a ellas de tener otra opción de ataque. Jugamos siete contra seis, hicimos una jugada que veníamos haciendo durante todo el partido pero modificamos una pequeña cosa para que no lo pudieran solucionar, y pudimos convertir el gol. Les quedaban 30 segundos de ataque y la jugaron bien, terminaron lanzando pero las incomodamos y erraron. ¡Y dale campeón!".
Ese último intento naufragó en las manos de la mejor arquera que tiene el handball uruguayo: Noelia Artigas.
La que hizo el gol clave fue Castro que con 5 goles fue la goleadora del equipo. Fabi Sención, elegida como la mejor jugadora de las finales, marcó 4, Gómez y Natalia Maggiolo 3, Georgina Aicardi e Ivana Castro 2 y Manuela Liberman 1.
Sin embargo, Castro minimiza su influencia en la consecución del título: "Siento que fui un apoyo desde el armado izquierdo que es mi puesto de siempre, fue un poco de experiencia y de calma. Pero hasta en los momentos más complicados sentí que el grupo estaba tranquilo y confiando en que podía revertir el resultado".
Desde que dejó de competir a nivel federado Castro jugó dos años en la liga social ACB con Kennedy Universitario y desde 2016 disputa la Liga Universitaria con Scuola Italiana. Obvio, siempre fue campeona.
Tiene una hija de 11 años y un hijo de 9. Trabaja en una empresa familiar y retomó los estudios hace un tiempo para terminar su carrera de contadora. "Esto para mí también fue una frutillita para la torta", expresó.
Sobre su futuro deportivo aún no tiene nada decidido: "Hoy estoy en las nubes disfrutando este momento, después se verá". Con un talento a prueba del tiempo, Castro tal vez tenga más para darle al handball nacional.
