Emmanuel Macron busca limitar el alcance de las redes sociales en caso de disturbios generalizados

"Hay que reflexionar sobre el uso de estas redes entre los más jóvenes, en las familias, en la escuela, sobre las prohibiciones que debemos adoptar", aseguró el presidente Emmanuel Macron durante una reunión que mantuvo con los alcaldes de las localidades más afectadas por las protestas durante la última semana, que derivó en más de 3.600 detenidos.

En ese ámbito, Macron habló de la posibilidad de “regular o cortar” las redes sociales en casos extremos, afirmaciones que trascendieron por la vía de la algunos de los alcaldes que participaron de la reunión y que fueron parcialmente confirmadas a la agencia de noticias francesa AFP por funcionarios cercanos al mandatario.

"Cuando las cosas se nos van de las manos durante un tiempo, nos decimos: A lo mejor nos estamos poniendo en una situación de regularlas o cortarlas. Es importante no hacerlo de improviso. Me alegro de que no hayamos tenido que hacerlo", agregó Macron, según las fuentes consultadas por la agencia.

En lo inmediato, la posibilidad deslizada por Macron cosechó el inmediato rechazado de las organizaciones civiles y también de diversos referentes políticos. "¿Cortar el acceso a las redes sociales? ¿Hacerlo como en China, Irán y Corea del Norte?", se preguntó Olivier Marleix, actual diputado por el espacio de derecha La República en Marcha. "OK, Kim Jong Un", abundó irónicamente su par de Francis Insumisa Mathilde Panot.

La repercusión negativa que tuvieron los comentarios de Macron, obligaron a la presidencia francesa a señalar que el mandatario "en ningún momento se planteó cortar las redes sociales en el sentido de un apagón generalizado”, sino que se refirió a "poder suspenderlas en forma temporal y puntualmente", aclaró el vocero del gobierno, Olivier Véran.

Preguntado en rueda de prensa al término de una reunión del Consejo de Ministros, el funcionario precisó que se trataría de "suspender" algunas funciones, como la geolocalización, función que en opinión del vocero presidencial permite "a los jóvenes reunirse en un lugar determinado, mostrando escenas de cómo prender fuego".

Los suburbios, en cifras

En 2022, agentes de la policía francesa dispararon contra vehículos en movimiento en 138 ocasiones. Como consecuencia, 13 personas murieron. Ahora, el asesinato de Nahel en el suburbio parisino de Nanterre, no solo actualizó casos similares ocurridos en los últimos años. También visibilizó la situación social en los suburbios de las grandes ciudades, en especial en los denominados "barrios prioritarios".

En Francia, 5,2 millones de personas viven en barrios desfavorecidos ubicados en 1.514 localidades, lo que equivale al 8% de la población total del país, según el Instituto Nacional de Estadísticas (Insee). Se trata, principalmente, de grandes construcciones de bloques situadas en las afueras de las grandes ciudades, antiguas zonas industriales o barrios periféricos de localidades medianas y pequeñas.

En estos barrios, un 23,6% de los residentes no nacieron en el país, frente a un 10,3% en otras zonas, según los datos relevados por el Insee en 2021. En Seine-Saint-Denis, por ejemplo, un departamento situado en las afueras de París donde están localizadas muchas de estas barriadas, la tasa de personas nacidas en el extranjero era del 30,9% hace dos años, según el organismo.

Las estadísticas, además, indican que el ingreso medio disponible de los hogares que habitan en los complejos de viviendas sociales se ubicaba en 2020 en € 13.770 anuales, unos US$ 15.030 dólares, frente a un nivel de € 21.730 euros en las ciudades circundantes; situación de la que se derivaba que el 56,9% de los niños de estos barrios viven en la pobreza, frente al 21,2% en el resto de Francia.

Ya en términos generales, las mediciones del Insee señalan que la tasa de pobreza es tres veces más alta que en el resto del país y que un 43,3% de las personas que viven en estos distritos subsisten bajo el umbral de la pobreza, contra una tasa general del 14,5%. Además, la tasa de desempleo en estos barrios es del 16,8%, muy por encima del promedio nacional del 8%.

Los datos, además, confirman el desencanto, cuando no el rechazo, de los habitantes de esas barriadas hacia la política. En la elección presidencial de 2017, un 48% de los adultos que reside en los denominados “barrios prioritarios” se abstuvo de votar, o bien no estaba inscrito, según el Instituto Montaigne. En el resto de Francia, esta proporción fue del 29%.

Por último, según un informe de la Defensoría de los Derechos del Pueblo, un joven percibido como árabe o como una persona negra tiene una probabilidad 20 veces más alta de ser sometido a un control por la policía.

(Con información de la agencia de noticias AFP)